Imagina #5

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Imagina hablar sola una mañana y Steven se te queda viendo así:

La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente el pequeño departamento de Steven

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La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente el pequeño departamento de Steven.

Los primeros rayos del sol se colaban por la ventana, proyectando sombras sobre la mesa y el sofá. Steven, sentado en el sillón, disfrutaba de un tazón de cereal mientras te observaba.

Te movías por la cocina, preparando tu desayuno, hablando contigo misma en voz baja. No era algo raro para ti; a menudo conversabas contigo misma para organizar tus pensamientos y planificar el día.

Sin embargo, a Steven siempre le hacía gracia esa costumbre tuya.

-Bueno, primero, café. Luego, revisar los correos... Oh, ¿y qué tal si salimos a dar un paseo? Sí, eso sería genial-. Decías, respondiéndote a ti misma como si estuvieras manteniendo una conversación con otra persona.

Steven levantó la vista de su cereal, arqueando una ceja y conteniendo una sonrisa.

Observaba tus gestos y expresiones mientras hablabas sola, fascinado por tu forma de ser. Había algo entrañable y encantador en cómo te desenvolvías, y nunca se cansaba de presenciar esos pequeños momentos de tu rutina diaria.

Finalmente, no pudo evitarlo y dejó escapar una risa suave.
Te giraste, sorprendida, encontrándote con sus ojos curiosos y su expresión divertida.

-¿De qué te ríes, Steven?-, preguntaste, aunque ya sabías la respuesta.

-Nada, nada-. Respondió él, alzando una mano como si se disculpara-. Es solo que me encanta verte hablar contigo misma, Querida. Es... adorable.

Te sonrojaste un poco, pero no pudiste evitar sonreír. Te acercaste al sofá y te sentaste junto a él, tomando una cucharada de su cereal sin preguntar.

-Es que a veces necesito una conversación inteligente por la mañana-. Bromeaste, dándole un golpecito suave en el brazo.

Steven fingió estar ofendido, llevándose una mano al pecho.

-¡Vaya! ¿Eso significa que no soy suficientemente inteligente para ti?

Negaste con la cabeza, riendo.

-Eres más que suficiente, Steven. Simplemente, a veces, necesito asegurarme de que estoy de acuerdo conmigo misma.

Él te rodeó con un brazo, acercándote a él en un abrazo cálido.

-Bueno, mientras sigas teniendo esas conversaciones, seguiré disfrutando de verte hacerlo.

Te besó en la frente, y ambos se acomodaron en el sofá, disfrutando de la tranquila mañana y de la compañía mutua.

𝙈𝙊𝙊𝙉𝙆𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏-𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora