¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
Resoplé levemente mientras jugaba con la comida fría en mi plato, esperando a Marc. Estaba perdiendo la paciencia, y mis ojos se movían perezosamente sobre el limpio apartamento que había preparado y decorado para esta ocasión tan especial.
Sabía que tendría suerte si él siquiera decía "Te vez bien". Suspiré, dejando caer el tenedor en el plato y pasándome las manos por la cara.
-Que desperdicio...-. Susurré, sintiendo una punzada de dolor en el corazón. Dejé que mis manos cayeran a mis costados mientras me levantaba, girando los hombros para deshacerme del estrés. Recogí los dos platos llenos de comida, los puse en el microondas y agarré algunos recipientes para guardar las sobras.
Mi teléfono vibró con una notificación, pero la ignoré mientras ponía las sobras en el refrigerador. Sonó unas cuantas veces más antes de convertirse en mi tono de llamada, resonando por todo el apartamento.
Cerré los ojos y respiré profundamente antes de contestar.
-¿Alo?-. Dije, pero fuí interrumpida por su respiración entrecortada.
-Ven a buscarme-. Murmuró Marc.
Ya sabía quién estaba hablando.
-Marc, y...-. Intenté decir algo, pero él no me dejó terminar. Otra notificación apareció: él enviándome su ubicación-Increíble-. Dejé escapar una risa forzada mientras ponía los ojos en blanco.
Agarré mis llaves y abrigo, tomándome mi tiempo para llegar al auto. Él me había hecho esperar, así que yo lo haría esperar también.
Suspiré al entrar al auto y metí la llave para hacerlo arrancar. La radio comenzó a sonar suavemente mientras giraba el volante, y los tonos suaves me calmaron un poco.
Salí del estacionamiento de su edificio y miré mi teléfono en busca de direcciones.
-En nuestro maldito aniversario-. Espeté, y mis nudillos se pusieron blancos mientras agarraba el volante. Fueron 30 minutos para llegar a la ubicación de Marc, en las afueras de la ciudad. Era un camino poco iluminado, rodeado por algunos edificios abandonados. No pude ver nada hasta que entrecerré los ojos y miré con atención. Vi los restos de aproximadamente seis coches y charcos de sangre, pero no los cuerpos.
