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Marc Spector x Reader . .
Marc caminaba por las calles de Chicago con una mezcla de nostalgia y desagrado. El viento frío de la tarde soplaba con fuerza, revolviendo sus pensamientos y agitando su chaqueta.
Había prometido nunca volver, no después de todo lo que había pasado en esa ciudad, pero una misión de Khonshu no era algo que pudiera eludir, por más que quisiera. La deidad lo había enviado a investigar una serie de desapariciones misteriosas que parecían estar conectadas con antiguos rituales egipcios.
El barrio no había cambiado mucho. Las casas seguían con sus fachadas de ladrillo, los jardines bien cuidados, los árboles que bordeaban las calles comenzaban a perder sus hojas con la llegada del otoño. Era bonito, sí, pero los recuerdos que albergaban aquellos rincones no lo eran en lo absoluto.
Mientras avanzaba, su mente se llenaba de imágenes de su infancia. Su madre, con su rostro endurecido por el dolor y la rabia, siempre lista para culparlo por la muerte de su hermano menor. La voz de su padre intentando calmar las aguas, aunque nunca con éxito. Los gritos, las acusaciones, el dolor. Marc había intentado enterrar esos recuerdos, pero estar de vuelta los hacía resurgir con una fuerza abrumadora.
De repente, una voz familiar lo sacó de sus pensamientos.
-¡Marc Spector, no puedo creer que seas tú! -dijo una mujer, su tono una mezcla de sorpresa y alegría.
Marc se detuvo y giró para encontrarse con Leia, una vecina que había sido amiga de su madre. La recordaba bien, una mujer amable que siempre tenía una sonrisa y una palabra de aliento, incluso en los días más oscuros de su infancia.
-Hola, Señora Lang-respondió Marc, esforzándose por sonreír.
Leia lo abrazó con fuerza, y Marc se sintió como un niño otra vez, protegido y vulnerable al mismo tiempo. Cuando se separaron, ella lo miró con una mezcla de alegría y preocupación.
-¿Qué te trae de vuelta a Chicago? Pensé que habías dicho que nunca volverías.
Marc dudó por un momento, buscando una excusa que sonara creíble. No podía decirle la verdad, que estaba allí por órdenes de un dios egipcio.