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➤ Pesadilla | Moonboys e Hija

La casa estaba sumida en un silencio profundo, interrumpido solo por el suave sonido de tu respiración mientras caminabas descalza por el pasillo. La puerta del cuarto de Marc estaba entreabierta, y te asomaste, tus ojos grandes y asustados buscando consuelo. Con cuidado, empujaste la puerta y te acercaste a la cama.

-Papi... - susurraste, poniendo una mano pequeña sobre su brazo-. Papá Marc, despierta.

Él se removió y abrió los ojos, parpadeando para ajustarse a la oscuridad. Al ver tu carita preocupada, se incorporó rápidamente.

-¿Qué pasa, pequeña? - preguntó, su voz aún ronca de sueño-. ¿Por qué no estás en tu habitación durmiendo?-. Tomó su despertador para ver la hora-. Son las...dos de la madrugada.

Te mordiste el labio inferior, tratando de contener las lágrimas.

-Tuve una pesadilla - dijiste en un hilo de voz.

Marc suspiró, conmovido. Te levantó y te sentó en su regazo, envolviéndote con sus brazos fuertes.

-Está bien, pequeña. Las pesadillas no pueden hacerte daño aquí - dijo, acariciando tu cabello suavemente.

De repente, su expresión cambió ligeramente y supiste que alguien más estaba tomando el control.

-Hey, ¿qué pasa, chiquita? - era Jake, su voz ligeramente más áspera pero igual de cariñosa.

-Tuve miedo, Jake - susurraste, acurrucándote más cerca.

-No hay nada que temer. Aquí estás segura - respondió, besando tu frente-. Ninguna pinche pesadilla la va a asustar.

Steven, siempre tan atento, no tardó en hacerse presente.

-¿Una pesadilla, Ma lune? - preguntó con su acento suave y reconfortante-. ¿Quieres contarme qué pasó en tu sueño?

Te quedaste en silencio por un momento, aún sintiendo el miedo latente. Luego comenzaste a hablar, describiendo el monstruo aterrador que había aparecido en tu sueño.
Steven te escuchó con paciencia, asintiendo y asegurándote que nada de eso era real.

-¿Sabes qué hacemos con los monstruos, verdad? - dijo Steven, con una sonrisa tranquilizadora-. Les decimos que no son bienvenidos aquí y que se vayan.

Marc volvió a tomar el control con su rostro serio pero con un toque de calidez.

-Exactamente. Y si algún monstruo intenta volver, solo tienes que llamarnos. Siempre estaremos aquí para protegerte.

Te abrazaste a él, sintiéndote más segura con cada palabra que decían.
Luego de un rato, Marc te levantó en brazos y te llevó de vuelta a tu habitación, mientras Jake y Steven miraban desde el reflejo de tu espejo de mesa. Ellos los habían puesto ahí por si tenían que vigilarte.

-¿Quieres que me quede contigo hasta que te duermas? - preguntó Marc, arrodillándose junto a tu cama.

Asentiste con la cabeza, tus ojos ya empezando a cerrarse.

-Sí, por favor.

Marc se acostó a tu lado, sus brazos rodeándote protectivamente. De inmediato sentiste la seguridad y el amor que siempre te brindaban. Pronto, tus párpados se hicieron pesados y caíste en un sueño tranquilo, sabiendo que tus tres padres siempre estarían allí para cuidarte.