Steven Grant x Reader Contexto: Salieron a una cita por su aniversario y todo no sale como lo esperaban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo salió de lo peor.
Se suponía que iba a ser una cita tranquila y serena. Pero, oh claro. Una pareja tenía que pelearse justo junto a ustedes.
Era incómodo verlos, y para agregar algo pesado al asunto, la mujer les preguntaba a ustedes si lo que su "pareja" hacia lo correcto con el simple hecho de querer avergonzarlo, solo logrando hacerlo para ustedes.
-¿Ustedes qué piensan? -la mujer exigió, dirigiéndose a ustedes-. ¿Creen que estoy exagerando por esto?
Antes de que pudieras responder, su pareja intervino con un comentario sarcástico, y la discusión se intensificó aún más. Los gritos y reproches volaron por el aire, atrayendo la atención de todos los comensales. Te sentías atrapada en una pesadilla, y podías ver la incomodidad en el rostro de Steven, que intentaba mantener la compostura pero claramente estaba perturbado.
Finalmente, la situación se volvió insostenible. Decidiste que era mejor marcharse antes de que la noche se arruinara por completo. Ambos se levantaron, dejándose el bullicio del local.
Afuera llovía, y ambos se quedaron bajo el techo de la parada de autobús, resguardándose de la tormenta. Las gotas golpeaban el pavimento con fuerza, creando un telón de fondo melancólico para lo que había sido una noche desastrosa.
-Lo siento mucho, Querida-dijo Steven, su voz llena de sinceridad y arrepentimiento-. No era así como quería que fuera nuestra noche.
Sonreíste levemente, tocando su brazo con suavidad.
-No es tu culpa, Amor. A veces las cosas no salen como esperamos. Tal vez podamos intentarlo de nuevo otro día -dijiste, mirando a Steven con ternura.
Él asintió.
-Sí, definitivamente lo haremos.
Después de eso, ambos se quedaron en silencio. No era que les molestara mucho, aunque la cita la habían planeado desde ya hace mucho tiempo. Tú trabajo era exigente y casi nunca tenías tiempo para estar juntos.
Era una lástima.
Tus ojos se posaron en el rostro de tu esposo. Viste que estaba algo desilusionado. Sabías cuánto significaba esto para él.
Luego, tus ojos se posaron a la lluvia...tal vez podías innovar.
Dejaste tu bolso y te quitaste tu calzado, haciendo que el te viera confundido.
-¿Qué es lo que...?-. Te preguntó viéndote sacar tus tacones y dejarlos en el suelo.
-Divirtamonos un poco-. Dijiste con una sonrisa, antes de salir a la lluvia .
