Los Moonboys reaccionan a tu voz

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Advertencia: Sabes cantar y decides enseñarselo a los chicos

Steven Grant

Steven estaba en la sala del departamento, sentado en su escritorio mientras tomaba un café y leía un libro

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Steven estaba en la sala del departamento, sentado en su escritorio mientras tomaba un café y leía un libro.

Por otro lado, tu estabas sentada en el sillón, hojeando una revista cuando, de repente, comenzaste a cantar suavemente una melodía que habías escuchado recientemente.

Steven levantó la cabeza del libro, sorprendido y encantado a la vez.

—¿___?— dijo, quitándose las gafas y mirándote con ojos brillantes. —No sabía que podías cantar tan... tan hermoso.

Te sonrojaste un poco, pero seguiste cantando, disfrutando de la reacción de Steven. Cuando terminaste, él se acercó y tomó tus manos entre las suyas.

Tienes una voz maravillosa. ¿Por qué no me habías dicho que cantabas así?— preguntó, con una sonrisa radiante.

—No pensé que fuera gran cosa— respondiste, encogiéndote de hombros.

Pues lo es. Es absolutamente maravilloso. ¿Podrías... podrías cantar otra vez? Para mí— pidió, casi tímidamente.

Marc Spector

Marc estaba recostado en la cama, mirando al techo

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Marc estaba recostado en la cama, mirando al techo. Había Sido un día largo y tedioso y lo único que quería era no hacer nada.

En la cocina del departamento, estabas preparando la cena, mientras te movías de aquí para alla. Mientras esperabas a que el agua hirviera para poner los fideos, comenzaste a tararear una canción que habías escuchado en la radio. Poco a poco, te animaste y empezaste a cantar en voz alta.

Marc cayó en conciencia y levantó ligeramente su cabeza de la almohada, y su vista se pegó a dónde quedaba la cocina.
Luego, sigilosamente se levantó de la cama y caminó hacia donde tu voz nacía.

Cuando por fin llegó, tu estabas de espaldas mientras te movías y cantabas. Era como si no existiera nadie más que no seas tu.

Al terminar tu canto, Marc apoyó sus manos en el marco de la puerta.

¿Eso era...?— dijo, impresionado y ligeramente intrigado—¿Estabas cantando?

Tú lo miraste y asentiste, un poco nerviosa por su reacción.

—Sí, me gusta cantar cuando estoy sola. Pero parece que ya no es un secreto— dijiste, sonriendo.

Marc se acercó y te abrazó.

¿Por qué nunca me dijiste que cantabas así? Es... increíble— dijo completamente admirado por tu capacidad hermosa de cantar—No tenía idea de que tenías ese talento.

—Supongo que nunca surgió el momento adecuado— respondiste, sintiendo el calor de su abrazo.

Bueno, ahora que lo sé, vas a tener que cantar para mí más seguido— dijo, sonriendo. —Esa voz merece ser escuchada.

Jake Lockley

Jake estaba conduciendo, llevando el taxi por las calles de Londres mientras tú te sentabas en el asiento del pasajero, mirando por la ventana

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Jake estaba conduciendo, llevando el taxi por las calles de Londres mientras tú te sentabas en el asiento del pasajero, mirando por la ventana. La radio sonaba suavemente en el fondo, y una de tus canciones favoritas comenzó a tocar. Sin darte cuenta, empezaste a cantar junto con la música, perdiéndote en la melodía.

Jake se quedó en silencio, escuchando atentamente. Al cabo de unos minutos, apagó la radio y te miró de reojo.

Vaya, vaya. ¿Quien diría que la voz que grita mi nombre por la noche, sabe cantar?— preguntó, con una sonrisa traviesa—. ¿Y esa voz de dónde salió?

Te encogiste de hombros, un poco avergonzada.

—Sólo estaba cantando— dijiste, como si fuera lo más normal del mundo.

Sí, pero nadie me había dicho que teníamos a una estrella en el coche— dijo, riendo. —En serio, ¿por qué no nos habías dicho que podías cantar así?

—No pensé que fuera importante— respondiste, mirando hacia adelante.

—¿Que? ¿Cómo dices? Oobvio que es importante. Tienes un talento, Mi reina. Deberías usarlo más— dijo Jake, con una mirada seria pero amable. —Y definitivamente deberías cantar más cuando estemos juntos. Nada de excusas.

𝙈𝙊𝙊𝙉𝙆𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏-𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora