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• ¿Facturas? ¿Para qué? ¿Para quién?
• Él sabe que no tiene por qué ayudar, pero lo hace de todos modos porque te ama. Además, le gusta robar comida, así que, tenerlo a tu lado es ley y orden que él hará.
• Cuando le indicas la receta del libro, intenta seguirla, pero a menudo confunde las porciones. Según Marc, puede hacerlas a ojo. La última vez que le dejaste hacer eso, el bizcocho salió todo duro. En fin. Oh, además, es bastante común que agregue un poco más de harina que agua a la mezcla, por lo que agrega más agua para intentar solucionarlo.
•Lo empeora. Un desastre total. Marc se pone totalmente en alarma e intenta arreglarlo antes de que te des cuenta. Y LO VES.
•—No, cariño, está bien— te ríes—.Lo arreglaré. ¿Puedes encender el horno? Dice que hay que precalentarlo a 350 grados. Él está realmente apenado, pero hace caso de igual forma. Bastante simple, para que no se equivoque y esté listo en menos de un minuto.
• Marc siempre te da abrazos por espalda y besos en el cuello mientras revuelves la masa en la mesada de la cocina. Aunque la mayoría de veces lo hace para molestarte y robarte la crema para comérsela.
• Cuando hayas terminado y las facturas estén en el horno, Marc te dejará hacer el la crema pastelera en lugar de intentar hacerlo él mismo. No quiere arruinar todo.
• Él observa la absoluta concentración en tu rostro. En cierto modo le encanta eso.
• Ah, sí, la crema pastelera también es interesante. (Dulcero 4 ever)
• Cuando las facturas y la crema estén listas, le ofreces dejarle poner la crema encima.
•Hace un desastre de todo. No tiene pulso y para colmo, a veces falla a propósito para comerse la crema.
•Se convierte en una batalla entre él intentando ponerte crema pastelera sobrante en algún lugar y tú intentando que no te caiga glaseado en el pelo. Amén.
STEVEN GRANT
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• ¿Galletas...? Oh, vale. Simple.
• Nuevamente, ustedes dos están siguiendo la receta del libro para hacerlas con chispas de chocolate.
•Primero lee la receta antes de intentarla. (LAS LEE COMO CINCO VECES) Tiene sus gafas puestas para asegurarse de leer las partes correctamente. Si no está seguro te pregunta
• -No importa el orden ¿verdad?
• Calcula mejor las porciones. O al menos mejor que Marc. Steven no hace un enchastre.
• Se toma su tiempo con la masa para asegurarse de que la mayoría de las medidas sean correctas.
• Una vez que tenga la masa lista, la revuelves y le pides que prepare el papel manteca, la sartén y el horno.
• También consulta el libro para obtener instrucciones, aunque confía en que sabes lo que estás haciendo. (Mentira, lo hará de igual forma)
• Tú y él hacen un par de formas con las galletas y luego las meten al horno.
• Lee la receta una vez más antes de unirse a ti para abrazarlos y dejarlos cocinar.
• Si, bueno. Luego de los abrazos se quedaron dormidos. Literalmente se despertaron con el olor a quemado y Steven todavía dormía debajo de ti, de alguna manera ni siquiera olía el humo para moverse un poco. Lo bueno es que lograste salvar las galletas antes de que se quemaran aún más. El horno tendría que limpiarse a fondo más tarde.
• Quemado, quemado, quemado. Todo quemado.
• —Ay —canturreó Steven—. Están todos quemados, ¿no? Lo siento, cariño. —
Decepcionada, sacudiste la cabeza.
—. Está bien. En realidad no, pero está bien.
• Muchos besos después como si fuera su culpa (le dijiste que no, pero de todas formas te llenó de disculpas y besos)
• Steven te compró galletas para compensarlo al día siguiente.
JAKE LOCKLEY
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• Jake tiene más sentido del humor que los otros dos a la hora de cocinar.
• Él quería hacer algo mucho más complicado, pero tú no estabas de humor. Al final, terminaron por elegir estofado.
• No quería hornear nada dulce, así que había que apresurarse a buscar las cosas y guardar la repostería para otro día.
• Música. Él pone música mientras ustedes dos están en la cocina cocinando algo. Más específicamente salsa y bachata.
• En realidad, Jake no ayuda mucho. Simplemente está cerca de ti y observa cómo se prepara la comida. No es que no quiera ayudar, simplemente tiene una distracción: Tú
• Jake está más concentrado en ti que en el estofado que haces. Por suerte la pasta no es la peor parte.
• Él te sigue desde el libro hasta la comida mientras te abraza por la espalda.
• Cuando estás revolviendo la base de la salsa, él te toma las manos y revuelve contigo.
• Como Marc, muchos besos tiernos y abrazos. Es que este hombre no puede resistirse a ti.
• Él te agrega las papas y se encarga de la salsa mientras tú terminas de colar la pasta.
• Guarda el libro por completo cuando cree que no estás mirando.
• No habla mucho cuando suena la música, simplemente le gusta verte cocinar y no estorbar demasiado, y tú disfrutas de su compañía.
• Para darle los toques finales a la comida, los dos comen y ven una película.
