➤ Bonsai | Steven Grant

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Steven Grant x Reader
Basada en la canción con el mismo nombre de Alan Sutton y las criaturiras de la ansiedad
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Steven Grant x ReaderBasada en la canción con el mismo nombre de Alan Sutton y las criaturiras de la ansiedad 🪞

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Steven te había visto por primera vez en una de las tantas reuniones del museo.
Esas fiestas elegantes, donde la gente importante acudía en trajes y vestidos caros, siempre habían sido algo agobiante para él. Los mozos que repartían bocadillos y las conversaciones superficiales le resultaban incómodas, como un traje que no le quedaba bien.

Pero cuando sus ojos se cruzaron con los tuyos, esa incomodidad se disipó completamente.

Había algo en ti que lo dejó encantado de inmediato. Tal vez fueron tus ojos, tan profundos y expresivos, o el simple hecho del brillo de tu vestido que capturaba la luz de manera hipnotizante. No podía precisar qué era exactamente, pero lo cierto es que cayó ante ti como el imperio egipcio ante el romano.

Por un momento, la idea de acercarse a ti le pareció una opción no válida. La timidez y la inseguridad que a menudo lo acompañaban se apoderaron de él, susurrándole que era mejor admirarte desde la distancia. Pero no pudo evitar imaginarse escenarios en los que veía tu sonrisa. Nunca la había presenciado en realidad, pero supuso que sería muy hermosa. Esa suposición fue el detonante para que tomara valor.

Con la realidad completamente alterada, (y una decisión que dios sabe de donde sacó) tomó una copa de vino de una bandeja que pasaba cerca y se dirigió hacia ti. Sentía el pulso acelerado en las sienes y el sudor frío en las palmas de las manos. La multitud a su alrededor se volvió borrosa y el ruido de la fiesta quedó relegado a un segundo plano. Solo existías tú en ese momento, irradiando una presencia que lo atraía de manera inexplicable.

Hablaron toda la fiesta. Steven notó que eras alguien sumamente agradable que irradiaba alegría. Pudo escuchar y ver tu sonrisa, bella y algo desordenada, pero igualmente lo atraía.

Con algo de pena, Steven te pidió tu teléfono y tú respondiste que no tenías, que solo usabas Gmail. Él, decidido a no dejar pasar la oportunidad, te dio su dirección de correo electrónico.

Pasaron días desde la fiesta. Steven, después de varios borradores, finalmente te envió un mensaje invitándote a salir a una cafetería cerca del museo.
La verdad es que tú encanto empezaba a generar estragos con el de una manera que nadie había logrado hacerlo antes. Y simplemente no pudo no invitarte a salir, con obvia ayuda de Marc, pues si él solo iba a escribirte, sería un desastre total.

La cafetería en dónde te citó era conocida por estar adornada con hermosas flores en macetas y plantas por todos lados. Era un lugar acogedor, perfecto para una primera cita si se lo preguntabas a él.
En la charla que tuvieron la primera vez que se conocieron, habías mencionado que te encantaba el té verde, así que una cafetería era lo primero que se le pasó por la mente cuando planeó su segundo encuentro contigo.

𝙈𝙊𝙊𝙉𝙆𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏-𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora