[37] Pequeño detalle.

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Por fin había vuelto el buen tiempo y Komugi realmente lo necesitaba.

Hoy era el funeral del hermano mayor de Katakuri, y sería mejor para toda la familia que la lluvia no cayera sobre ellos en ese momento. 

Por alguna razón que King aún desconocía, Katakuri había decidido que el funeral tuviera lugar en su isla y no en Whole Cake. Conociéndolo, seguramente había justificado esta elección por razones pragmáticas como: “no debemos ralentizar el trabajo”, pero sospechaba que utilizaba este entierro con fines políticos. Para apoyar su nuevo estatus como líder. Aunque no fuera oficial y se esforzara en negarlo, tenía una estrategia.

Desde la ventana de su habitación, King podía ver la ceremonia que tenía lugar en la plaza principal, frente al palacio. No podía oír nada -y no quería escuchar-, pero se hacía una idea de lo que estaba pasando. Como siempre, Katakuri parecía ocuparse de lo más importante, mientras permanecía en un segundo plano para no llamar demasiado la atención. Al menos por el momento. Debía de estar nervioso por dar el discurso que había prometido. King se sintió conmovido por un segundo. Pero su respiro duró poco. Cada vez que se permitía pensar en alguien que no fuera Kaido, se flagelaba mentalmente para castigarse por su deslealtad.

Se alejó de la ventana. Después de todo, tenía poco interés en los funerales. Pero no tenía nada que hacer más que preocuparse por eso. Estaba aburrido y no podía hacer nada más que dormir. Estaba avergonzado de estar en un estado tan lamentable pero no podía hacer nada al respecto. Toda su mente estaba paralizada y no sabía qué necesitaba para superarlo.

Una patada en el trasero, sin duda. Y él era el único que podía dárselo a sí mismo. Si no encontraba una manera de recuperar sus fuerzas, seguramente terminaría convirtiéndose en un lamentable montón de cenizas. Sólo que no estaba seguro de querer mejorar realmente.

Pensó en Katakuri, en medio de su familia, dispuesto a cargar él solo con el peso de dos pérdidas para que nadie se hundiera o se dejara devorar por la melancolía.

Era mucho más equilibrado que él. Estaba pasando por un duelo similar al suyo, pero no se había quejado de ello ni por un momento. Quizá porque King nunca le había dado espacio para hacerlo. Cada vez que se habían visto, la conversación había girado en torno a él. Ni siquiera le había preguntado cómo estaba sobrellevando la pérdida de su capitana–su madre. A pesar de lo horrible que había sido, Big Mom sin duda había dejado un vacío en el corazón de sus hijos igual de imposible de llenar. Katakuri le había ofrecido su hombro para llorar y él no había hecho más que revolcarse en su tristeza. Se sentía culpable. Si no quería mejorar por sí mismo, podía hacerlo por otra persona.

Pensar en el funeral le hizo darse cuenta de una cosa: el palacio estaba vacío. Todo el mundo menos él se había tomado la molestia de venir a presentar sus últimos respetos al hijo mayor de la familia Charlotte. King estaba solo. Aparte de los pocos objetos encantados que aún rondaban por los pasillos y que le habían evitado como a la peste desde el día en que abrió los ojos bajo este techo. No tenía fuerzas para enfrentarse a nadie, pero podía aprovechar para estirar las piernas y tomar un poco de aire fresco. No le vendría mal.

No tenía un objetivo concreto, sólo buscaba algo que hacer. No es que no conociera el paisaje, pero aún así era mejor que vegetar en su cama, solo con sus recuerdos de gloria pasada.

Un segundo después de cruzar la puerta, se dio cuenta de lo silencioso que estaba todo. No había ni un gato en los pasillos. Aún quedaban algunos insignificantes homies merodeando por allí; candelabros que susurraban una lúgubre melodía por encima de su cabeza, cuadros vivientes y otros objetos que correteaban a plena vista. Aparte de eso, no se veía ni un alma. King se preguntó por qué milagro seguían vivas aquellas criaturas. La desaparición de Big Mom debería haber significado también la desaparición de sus poderes. Pero algunas frutas del demonio eran imposibles de entender y él se conformaría con esa explicación. Prefirió no dejar que la esperanza de que Big Mom o Kaido hubieran sobrevivido le hiciera cosquillas.

Prince Incendié [Traducción Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora