[29] Fiesta del te.

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Aclaración: Para traducir este capitulo en una parte utilize la traducción oficial en Español Latino de Sake Binks.

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King observó a Katakuri alejarse con pesar.

Habría preferido quedarse junto a el toda la noche para afrontar mejor esta terrible experiencia, pero su dignidad se lo prohibió. Odiaba sentirse así. Como un niño que necesitaba agarrarse a las faldas de su madre para enfrentarse a una multitud de extraños.

No se engañaba, Katakuri sin duda iba a estar estrechando manos durante horas y no iba a tener ni un minuto libre. En cierto modo, le reconfortó saber que también sería una mala noche para él. Al menos, más tarde podrían informarse juntos. Había pasado suficiente tiempo en su compañía para saber que iba a odiar armar un espectaculo para atraer a nuevos socios. En su humilde opinión, debería haberse abstenido de interpretar ese papel. Katakuri era un buen líder, pero sin duda un pésimo político. No era lo bastante astuto para eso. Podía adivinar conversaciones de antemano todo lo que quisiera, era demasiado honesto para el trabajo.

Pero tuvo la suerte de ser lo suficientemente carismático como para inspirar respeto a primera vista. Tendrías que ser un idiota para intentar estafarlo.

King entonces pensó en Kaido y en todos aquellos que habían intentado aprovecharse de él y de su poder durante todos los años que había pasado a su lado. Ese idiota de Orochi en particular. Ser el hombre más poderoso del mundo, a la cabeza de un ejército gigantesco, no impedía que los más codiciosos intentaran aprovecharse de él.  Fue él quien no logró protegerlo de ello. Y una vez más, eso era lo que estaba ocurriendo esta noche: querían utilizarlo para aprovecharse de la influencia de Kaido. Se preguntó cómo había podido aceptarlo.

Se alejó y buscó un lugar estratégico para pararse, donde pudiera ver a todos y anticipar acercamientos. Pasó junto a un pequeño grupo de invitados vestidos como si estuvieran en la ópera. ¿Cómo logró Big Mom atraer gente así a sus fiestas? La inquietud de King aumentó cuando sintió sus miradas en su espalda. Habría preferido no escuchar sus comentarios.

—¡Oh! ¿Es él?.

— Alas negras, pelo blanco y piel morena… No hay duda.

— ¡Qué criatura tan increíble, quién podría haberlo adivinado por su cartel de se busca!.

—Es magnífico, sólo una de sus plumas debe valer una fortuna—Susurró alguien, lo suficientemente alto como para que él pudiera oírlo.

"Maldita sea", pensó King, respirando profundamente. Venir aquí fue la peor idea que jamás había tenido. Fue necesario un esfuerzo sobrehumano para no carbonizar todo el perímetro. Su primera aparición sin máscara entre personas que no eran piratas había provocado la reacción que temía. Y no le habría importado que le llamaran "criatura".

Miró rápidamente a Katakuri, que seguía ocupado charlando con algún mafioso, con un puro en la boca, y que probablemente no estaría disponible en un rato. A King sólo le quedaba una solución para calmar la ansiedad que se apoderaba de él: el alcohol. Vio el ponche a disposición de los invitados y se apresuró a servirse antes de enfrentarse a más comentarios desagradables.

*

Katakuri sólo escuchaba los cumplidos con una oreja. Odiaba que le adularan o lo halagaran groseramente y su velada parecía destinada a eso. Nunca supo qué responder, y pedir a sus potenciales futuros aliados que acortaran el protocolo para ir al grano–hablar de negocios–sería inevitablemente mal recibido, no le quedó más remedio que fingir estar satisfecho con lo que escuchaba.

Prince Incendié [Traducción Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora