[12] Apariciones.

57 7 3
                                    

Capitulo 12.



King y Katakuri no estaban preparados para pasar desapercibidos. Ningún edificio en Chocolate Town podía ocultarlos de los demás y, King había dicho hasta la saciedad, que odiaba que lo miraran. Después de pasar tres horas buscando información, sin mucho éxito, regresaron a la ciudad de harina para almorzar. Comprendiendo que su prisionero estaba un poco irritado por los curiosos, Katakuri lo había arrastrado a un barrio tranquilo - su favorito, de hecho. Había un parque lo suficientemente grande para que se perdieran. Todo estaba hecho de azúcar y olía a mermelada y frambuesa. Algunos Homies paseaban tranquilamente y alimentaban a los pocos animales que allí se encontraban. Fue Brûlée quien había ajardinado la zona, como regalo para su hermano. Reconocía su mano cada vez que venía; había intentado reproducir el lugar donde a él le gustaba aislarse en el bosque, para tranquilizarlo.

King no había hecho el menor comentario, para él todo parecía igual, pero había acogido con satisfacción la ausencia de multitudes. Los dos estaban sentados entre dos árboles gigantes, cuyas ramas estaban adornadas con postres listos para ser recogidos y comidos.

Katakuri no se arrepintió de haber regresado. Se sintió más cómodo en casa. Estaba menos tenso sabiendo que ya no era probable que sus hermanos y hermanas cayesen sobre él. King siempre tenía esa misma mirada enojada, donde quiera que estuviera. No se había inmutado ante la idea de regresar porque su estómago había pedido a gritos algo de comer y Katakuri había aprovechado la oportunidad para huir a toda velocidad, antes de que Oven o alguien más apareciera para ver quién había maltratado al habitantes y aprovechó la oportunidad para sermonearlo. Ahora le hacía compañía a King mientras comía pasteles cubiertos de glaseado y caramelo para el desayuno. Él también tenía hambre pero no quería aislarse. No enseguida. Tenía demasiadas cosas en la cabeza y demasiadas preguntas que hacer.

Estaba tratando de no parecer demasiado tentado por el pastel en la mano de King. Si fuera por él, se lo habría tragado entero.

—¿Sigues pensando en morderme?—Preguntó con la boca llena, luego de sentir la mirada de Katakuri sobre él.

Estaba hablando de la amenaza de hace poco. Bajo la influencia del miedo, había mostrado sus colmillos para disuadirlo de hablar sobre su descubrimiento de... el amor de Pudding. Se arrepintió un poco. Él le había dado mucha más información al reaccionar exageradamente como lo hizo que si simplemente hubiera puesto los ojos en blanco y le hubiera hecho creer que era algún estúpido capricho adolescente. Sorprendentemente, King no parecía intimidado en lo más mínimo por su boca y no había tratado de chantajearlo. Pero se culpaba por haber perdido la calma y por haberle mostrado esa parte de sí mismo que tanto le repugnaba.

No, mientras te calles no arriesgas nada. Pero me gustaría saber cómo adivinaste lo que había en su cabeza—Admitió Katakuri, un poco avergonzado.

No es una habilidad de la que esté orgulloso.

Se tragó la última porción de pastel y se lamió los dedos. Al girarse para mirar a Katakuri, siempre al borde de la tortura ante tal imagen, se sorprendió al verlo ayunar.

—¿No comes?.

—Ahora no—Esquivó—¿Entonces?.

—¿Entonces qué?.

Entonces, ¿cómo supiste que Pudding estaba…?.

Prince Incendié [Traducción Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora