Prince Incendié [Traducción Español]

[2] Despertar

Capítulo 2

King poco a poco se levanto de su largo sueño. 

Quería abrir los ojos pero el peso de sus párpados y la luz cegadora del techo le dificultaban la tarea. Se sentía pegajoso, aquejado de un terrible dolor de cabeza y la boca pastosa, como si se hubiera dado una borrachera especialmente fuerte. Intentó recordar lo que había hecho el día anterior pero sus recuerdos luchaban por volver a él. 

Vagamente sintió como si sus huesos hubieran sido aplastados por un rey del mar. Este pensamiento le ayudó a recordar lo que le había sucedido: se había enfrentado al espadachín de la tripulación de Sombrero de Paja y había subestimado su fuerza. Recordó haber sido cortado en el aire y luego haber perdido el conocimiento.

Se incorporó bruscamente, pensando en su capitán. ¿Cómo podía dormir en un momento como este? ¡La situación era crítica!.

Intentó levantarse pero el dolor punzante que se extendió por su cuerpo lo disuadió de moverse demasiado rápido. Él gruño y se llevó la mano al pecho para comprobar cómo estaba. Luego se dio cuenta de que lo habían tratado y estaba cubierto de vendas. También estaba esposado. Observó el aspecto de las ataduras que rodeaban sus muñecas, dos pesados ​​brazaletes, y reconoció aquel viejo granito marino. Esto explicaba su estado de náuseas, por lo que estaba cautivo y privado de sus poderes de Zoan. Suspiró, debería haberlo sabido. En el momento en que ese chico rompió su máscara, su libertad desapareció para siempre. 

Curiosamente no sintió nada en particular. Ni miedo, ni tristeza, ni ira. Sólo un profundo cansancio desprovisto de toda esperanza en la humanidad.

Finalmente, se tomó la molestia de estudiar su entorno y se sorprendió al no encontrarse en un complejo científico. Incluso se sintió confundido acerca del color del papel tapiz. Todo a su alrededor era de color rosa, de caramelo y escandalosamente de praliné. Nada que ver con... su situación de prisionero.

—¿Qué es...?.

Finalmente logró ponerse de pie pero sus heridas se lo dificultaban, cada movimiento era una tortura. Al parecer lo habían cosido pero también lo habían acostado boca arriba. Le dolían mucho las alas y el más mínimo golpe podía reabrir las heridas de su pecho en poco tiempo. Sus músculos tiraron con fuerza de sus puntos. 

De repente, recordó el corte que le había hecho desmayarse. "Ese pequeño bastardo prácticamente me cortó por la mitad". Pensó, un poco admirado a pesar de todo. Por otro lado, hubo una lesión que no supo explicar: la del hombro. Fue el que le causó más dolor. Levantar el brazo le costó caro por culpa de ella y no tenía idea de cómo había aparecido. El Cazador de Piratas le había cortado la carne pero sentía que en este caso era el hueso el que estaba afectado. 

Se preguntó qué clase de monstruo podría haberlo dañado tanto. Buscó en sus recuerdos pero no logró recordar qué pudo haberle pasado después de su derrota para terminar aquí. Se arrancó las compresas que protegían su piel y examinó las perforaciones que formaban un gran arco violáceo, desde la clavícula hasta la espalda. ¿Una mordida?.

—¿Realmente me comió un monstruo marino?.

¿Quizás se había caído al océano? Pero en este caso, ¿Quién lo saco? ¿Donde estaba?.

En un dormitorio, obviamente. Pero había motivos para sorprenderse de que fuera su tamaño. El techo estaba muy alto por encima de su cabeza y los muebles coincidían con su tamaño. Había una cama (en la que le costaba creer que hubiera dormido, ya que los cojines con volantes no eran realmente su estilo), una cómoda enorme, un lavabo de porcelana y un espejo gigantesco sobre un tocador. Se acercó y sólo entonces se dio cuenta, como un idiota, de que estaba realmente desenmascarado.