-Maratón 1/3-

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- Félix -

La cabeza me dolía a mares, la boca lo tenía seca, agua, necesita agua pero aquella pesadez no me dejaban levantarme de cama.

No vuelvo a tomar tanto.

Y ahí iba otra promesa que no iba a cumplir claramente.

Abrí los ojos encontrándome con la habitación media oscura, las cortinas se hallaban cerradas, estire mi brazo a la mesita alado de la cama para tomar mi teléfono.

¡Mierda! Eran las 2 de la tarde.

¿Tanto había dormido? Me pregunté sentándome a la orilla de la cama.

Ningunos de mis hermanos se encontraba en mi habitación, seguramente estarían durmiendo aun en sus habitaciones, pensé.

Me servi un vaso de agua y lo tomé con tanta necesidad, enserio necesitaba agua, me servi el segundo para después tomarlo, pero antes de acabarlo un cierto sabor amargo se hizo presente en mi boca y corrí directamente al baño.

Vomité, vomité cada uno de los platillos de la noche anterior, cada postre y cada vaso de licor que había tomado.

Baje la palanca del retrete y me apoye como pude del lavado del baño, me mire al espejo y vuelvo a jurarme no volver a tomar de nuevo, para después lavarme la boca con pasta dental y enjuagarme la cara.

Mi estómago gruño por hambre así que tome una ducha rápida y salí en busca de mis hermanos, Bangchan no estaba en su habitación, Woojin me había mandado un mensaje diciendo que estaba de compras e Innie no quería levantarse de la cama, tenía cruda y estaba de mal humor, así que no seguí insistiendo.

Tome el ascensor para bajar al restaurante del hotel, mi habitación estaba en el piso 22 y el restaurante estaba en la planta baja.

Al llegar al piso 16 las puertas se habían abierto y de ahí ingresaron una pareja, era un chico pelinegro con cabello largo hasta los hombros, con el cabello sujeto a la mitad con una cinta y alado de el había una mujer elegante y guapa, a mi parecer ambos lo eran.

¿Acaso todos en Corea era muy guapos?.

Ambos venían discutiendo en voz un poco baja, aunque aún podía escuchar su conversación.

-Estoy arta de esto, llevamos saliendo dos años, dos años y aún no me presentas a tu familia-.

-Ya te he dicho Yeji que aún no estoy listo para una relación formal- se quejo el chico.

-¡Por dios Hyunjin tienes casi 38 años! ¿Acaso no piensas tener hijos?- .

¿38 años? ¡Dios santo! Se veía tan joven para tener esa edad, realmente aparentaba como 30 máximo.

Se que no debería escuchar conversaciones agenas pero ellos tampoco hablaban tan bajo.

Quizás pensaban que no entendía el coreano.

-Yeji, siendo sincero no quiero hijos - confesó aquel chico.

Abri la boca en sorpresa, pero no lo juzgo yo tampoco quería hijos.

Mi relación con Camila hace 4 años había terminado una vez que regrese a Italia después de venir por Chris.

Y por el momento no me encontraba en ninguna relación o que me gustará alguien.

-¡Pues yo sí quiero, así como también conocer a tu familia!- Dijo la chica cruzándose de brazos -¿Cuando me lo vas a presentar? O a caso ¿No soy lo suficientemente para que nos casemos?- dijo volteandolo a ver.

Me arrincone a la esquina del fondo, sentía que en cualquier momento esto se pondría feo.

El chico no respondió al contrario, saco su celular tecleo algo, mientras la chica se tornaba roja del enojo.

-Te he depositado a tu cuenta una cantidad suficientemente buena para que no te falte nada, es mejor dejarnos de ver en este momento, lo siento pero no puedo darte lo que buscas-.

La tal "Yeji" estrelló tu mano en una cachetada al chico quien solo se quedó callado.

La puerta del elevador se detuvo, ella lo insulto por última vez antes de salir.

Aquel chico se encontraba en medio de la puerta del elevador, no dije nada y trate de salir, pero antes de lograrlo el chico soltó un gruñido de frustración mientras elevaba un brazo el cual me golpeó a un costado de mi costilla izquierda.

Me queje automáticamente, no había esperado un golpe al salir y menos así de fuerte.

Aquel chico me miró y sus ojos se abrieron de sorpresa.

-Lo siento mucho no lo vi- dijo disculpándose mientras hacia una inclinación de disculpa.

-No se preocupe, debí haber pedido permiso para pasar antes- dije apenado.

Realmente no quería molestarlo, menos con lo que había presenciando.

Lo mire a los ojos y note que su mejilla se encontraba roja por la cachetada dada hace unos segundos.

-Cierto, ¿Estabas dentro verdad?, perdón por la escena.- se disculpo.

-No se preocupe, son cosas personales que no me incumben, solo quería salir y no molestarlo más-.

-Disculpame enserio, estaba metido en mi mismo que no me fije- volvió a disculparse a lo cual solo sonreí- ¿No eres de Corea verdad?- me preguntó.

-No, soy de Italia, ¿Se nota mucho?- pregunté.

-Un poco, tienes un acento diferente aparte de que no pronuncias algunas palabras bien y no me hablas de usted- me sonroje por la pena.

Y yo que pensaba que ya hablaba bien coreano.

Un puchero inconciente se había formado en mis labios.

-¿Ya conoces Corea? ¿Gustas que te enseñe la ciudad? -.

-¿Qué? No, no se preocupe, medio la conozco pero pienso ir con mis hermanos a conocerla, ahorita solo me disponía a ir al restaurante del hotel a comer - tonto, tonto Félix, me regañe.

Por qué le estoy contando lo que haré, como si le importará.

-Te acompaño, yo igual voy para allá, según iba con mi novia, bueno con mi ex-novia antes de lo sucedido - sonrió apenado.

Sus orejas estaban un poco rojas, quizás tenía pena con lo acontecido unos momentos.

Ambos salimos del elevador, y caminamos al restaurante en silencio, pero no uno incómodo al contrario, era agradable.

Estuvimos platicando de varias cosas y me sorprendió lo bastante informal que era conmigo, para ser un hombre crecido aquí, no le molestó para nada mi manera informal de hablarle.

Era realmente agradable, divertido y su risa era escandalosa igual que la mía.

Me contaba de varios lugares para conocer y una que otras anécdotas mientras comíamos.

Al terminar la comida intercambiamos números, por petición de él, y quedamos de vernos de nuevo antes de que me fuera a Italia otra vez.

El había pagado la comida, y algo agradable en mi corazón se hizo presente.

Era realmente guapo, pensé antes de volver a subir a mi habitación.

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Especial 1/3.

Solo narrare como se conocieron cada pareja.

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