- Maratón 2/3 -

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- Changbin -

Yo enamorarme ¡Jamás!.

En mis planes el enamoramiento no estaba escrito, mucho menos casarme ni tener hijos.

Fui hijo único hasta la edad de 5 años, que yo recuerde.

Mi padre era un reconocido chef, que a esfuerzos me había sacado adelante, apesar que mi madre se había ido de nuestras vidas importandole un mínimo de nosotros.

Mi padre es una persona increíble, siempre me educó y me crío tan bien.

No necesitaba nada en esta vida más que a él.

Cuando de una u otra manera nuestras vidas se habían cruzado con la de la familia "Hwang" se había vuelto mejor.

Hasta el punto de tener un hermano al cual sentía que debía proteger, y el cual nos llevabamos increíble.

Yo tenía 6 y Seungmin 5 pero ambos estábamos en la misma clase.

Al ir creciendo mi orientación había sido definida, de hecho recuerdo aquella vez que me le confesé a un chico quien solo se río de mi, me sentí humillado y no fui a la escuela por días.

Seungmin se había encargado de cuidar de mi delicado corazón, y lo había sellado con helado y un maratón de películas.

Al crecer tanto Seungmin y yo deseábamos tanto ser familia pero a nuestros padres les costó 12 años darse cuenta.

Yo realmente me volví feliz ese día que Minho en una cena me había llamado hijo.

Era como sentir que aquel pedacito que faltaba en mi corazón se había llenado y cuando propuso aceptarme como un hijo más ante la ley una vez que se casará con mi padre.

Me propuso ser parte de su empresa, no como un empleado cualquiera, sino como un heredero más, y convertirme parte del trio Twenty.

Mi vida estaba siendo perfecta, sentía que no me faltaba nada, mis planes eran convertir la empresa Lee en las mejores junto a Seungmin y WooYoung, ser un gran vendedor y ser reconocido mundialmente.

Hace cuatro años atrás, cuando Seungmin y pelusa se habían separado me tocó a mí cuidar del corazón de Seungmin, juntar cada uno de sus cachitos y volverlo a unir como el lo hizo conmigo cuando yo tuve mi primer desamor.

Al verlo vulnerable me había jurado no enamorarme yo jamás.

Hasta ese día.

Al estar en la cena con los nuevos inversionista de Italia, mi corazón latió tan fuerte que sentía que saldría de mi pecho en cualquier momento, cuando la puerta fue abierta y de ahí ingreso aquel chico peli castaño claro.

Al ingresar sonrió mostrando unos hoyuelos mientras sus ojos se cerraban.

Al ver ingresar ese cuarteto de hermanos dos rubios y dos castaños sentí dos tipos de emociones diferentes.

La primera asombro por ver a pelusa de nuevo y la segunda era inconfundible ya que mi corazón no dejaba de latir cada que lo miraba a los ojos.

Durante la cena me había llevado tan bien con él, era una conexión inmediata y genial.

Y en cierto punto, no había dudado a verlo directamente a los ojos, quién al sentir mi vista volteaba a verme y me sonreía sonrojado.

Mi corazón latía cada vez con más fuerza cada que sus ojos y los míos se topaban.

Me arriesgaría si o si.

Al salir de la cena me encontraba cargando a WooYoung quien se encontraba completamente dormido por el alcohol.

-Oye Kim- escuché una voz a mis espaldas.

Voltie en busca del dueño de aquella voz y era él.

-Kim Changbin, realmente me caíste supeeer bien- dijo alargando la palabra un poco torpe por el alcohol.

-Gracias igualmente me has caído muy bien- dije sonriendo lo más dulce.

-Eres un chico muy guapo, ¿No quieres salir conmigo?- dijo tomando de mi rostro, provocando que sonrojara.

-Yo...- dije nervioso- Yo creo que ya está muy tomado, ¿Donde están sus hermanos, déjame lo acompaño con ellos- dije buscando con la mirada a pelusa o alguno de los otros dos chicos.

Aquel chico aún me sostenía del rostro, y yo teniendo a WooYoung en mis brazos no podía safarme de su agarre.

-Ellos que se vallan al carajo, no importan en este momento, yo solo quiero que me respondas, chico guapo y musculoso, ¿Quiere salir conmigo?- volvió a pregúntarme.

Pero antes de que respondiera me había plantado un beso el cual no tuve tiempo de responder cuando escuché la voz del otro castaño a sus espaldas.

- ¡Jeongin deja de acosar a nuestro socio, estás borracho! - grito, mientras caminaba hacia nosotros.

Traía aquel chico rubio de pecas en su espalda medio dormido.

Lo tomo del brazo separandolo de mi.

-Lo siento mucho, mi hermano está muy tomado, lamento si lo molesto o acoso- dijo disculpándose y tomando al chico lindo de su brazo- el no es así, no piense mal de él por favor, no se que le pasa- se excusó.

-Dejame woo, ese hombre será mí esposo, no vez que lo estoy cortejando- dijo coqueteandome.

-¡Viva los novios!- dijo aquel chico de pecas aplaudiendo, para después dormirse.

-¡Dios que bochornoso, maldito Christopher por dejarme encargado de ambos!- se quejo el mayor de los tres- lo siento mucho, ya nos vamos- dijo jalando a su hermano hasta un auto.

-Woo, déjame no vez que lo estoy enamorado- se quejo el chico de hoyuelos.

-Enamorando mis huevos, nos estás poniendo en vergüenza, mañana estarás quejándote de lo hiciste- le reprochó mientras aún seguían alejándose.

Mi cara estaba roja.

Nunca me había topado con alguien tan confiando como aquel chico y menos había besado a alguien.

Mi corazón se aceleró y una sonrisa se hizo evidente.

Una vez en el auto deje a Woonnie quien parecía inconsciente, y respiré profundo.

Me gustaba el hermano de pelusa.

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Especial 2/3.

Hay Innie espera hasta que estes sobrio jajaja.

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