𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙

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—Mhng~ — gimió alto.

— Cállate Félix te van a escuchar— dijo aquel chico pelinegro al rubio quién se encontraba sobre él.

—Si~ mngh~ que me escuchen, que escuchen como disfruto— dijo el rubio mientras su cuerpo se movía al compás de aquellas estocadas a su trasero.

Su piel se encontraba desnuda, y aperladas por las gotas de sudor que caían desde su nuca hasta la parte baja de la espalda.

Su trasero dolía, dolía una mierda, pero el placer jodidamente delicioso cubría a venda puesta aquel dolor.

Su interior se encontraba profanado, su virgen, bueno su no tan virgen culito se abría al compás de aquel miembro dentro de él.

—Oh mierda rubio, te mueves tan jodidamente espectacular— sus manos de aquel peli negro se encontraban una en su cadera y otra en el trasero dando apoyo al impulso de cada brinco, brindado una estocada más profunda.

— Y eso que soy virgen— dijo el pecoso aún impulsado sus piecitos para seguir brincando sobre aquel falo grueso.

—Mierda~ no parece rubio— dijo para chupar aquel pezón rosadito y algo maltratado de tanta mordida que le había proporcionado.

—Ahi~ si ahi-ii— grito sintiendo cosquillas en su parte baja del estómago.

Necesitaba venirse, quería hacerlo, le urgía pero mierda, sabía que viniendose aquel chico de cabello negro, piel clara y piernas largas se iría.

A la mierda, no importa si aquel hombre no lo volviera a ver, al menos había disfrutado de una gran follada, una primera y quizás última follada con un hombre.

—Voy a venirme— gimió mientras tomaba del cuello del otro para besarlo.

Aquel hombre de piel clara le devoraba la boca tan exquisitamente, no sabía exactamente por qué y como decidió entregarle su bella y única virginidad en todos los sentidos pero no se arrepentía de nada en este momento.

— Hazlo, quiero verte mientras te vienes, mientras dices mi nombre— dijo para chupar su cuello dejando varias marcas rojas que en unas horas serían visiblemente moradas o verde.

La piel aperlada, bronceada y suave lo estaba volviendo loco, aquel chico peli negro juro no haber sentido tantas ganas de follar a un hombre como lo hacía con una mujer, pero mierda, aquellos labios lo habían llamado tan jodidamente sexy en el transcurso del viaje.

—Argh!~— gimió el rubio sintiendo explotar en cualquier momento —Hyunjin~ — gimió antes de soltar todo aquel liquido blanquecino sobre ambos estómagos.

Hyunjin al sentir las paredes anales del chico apretar deliciosamente su miembro al venirse, se vino soltando todo dentro del él.

Ambos se encontraban sobre aquella orilla de la cama de habitación del mayor.

Dejo caer su cuerpo de espaldas sintiendo aquel suave colchón y el peso del cuerpo del menor sobre él.

Con un poco de esfuerzo e impulsando su cadera se recorrió más arriba del colchón logrando así acostarse completamente, sin retirar su miembro dentro del rubio.

—Tu hermano va a joderme cuando sepa que profane a su pobre e inocente hermanito— dijo acariciando la espalda sintiendo aquella suave piel a la cual el sudor se encontraba ya seco.

—No tienes la culpa, al final fui yo quien se montó sobre ti en aquel auto— dijo Félix jugando con el pecho del mayor.

Era cierto.

Después de haber sido casi arrastrado a de aquella fiesta de celebración por la boda de Minho y Jisung, se encontraban en esta situación.

Hyunjin tenía toda la intención de llevarlo al departamento de Changbin para que el menor durmiera ya que al verlo tan tomado, se acordó de aquella primera vez que lo conoció, el pobre se andaba muriendo de cruda.

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