Capitulo 21: No Confíes En Nadie

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MIA

Llegué a la hacienda exhausta después de pasar casi todo el día visitando a mis padres. A pesar del cansancio, noté de inmediato algo inusual: había más hombres armados de lo habitual en la mansión. Además, algunos de ellos no me resultaban familiares. Un escalofrío recorrió mi espalda mientras evaluaba la situación, preguntándome qué podría haber cambiado en mi ausencia.

La voz de Alessandro resonó desde el balcón del segundo piso, interrumpiendo mis pensamientos. Subí las escaleras, sintiendo un peso creciente en el estómago. A medida que me acercaba, una segunda voz se unió a la conversación. Cuando llegué al balcón, me sorprendí al ver a la compañía de Alessandro. Era un hombre con un gran parecido a él, y me tomó unos segundos reconocerlo. Era Dylan, el hermano menor de Alessandro.

Lo había visto en algunas de las reuniones familiares de la familia de Alessandro a las que había asistido. No habíamos tenido muchas oportunidades de convivir, y las pocas veces que habíamos cruzado palabras, su comportamiento hacia mí había sido frío y distante.

               —Mia, quiero presentarte formalmente a mi hermano, Dylan. dice Alessandro con una sonrisa tensa, como si también sintiera la incomodidad en el aire.

               —Hola, Dylan dije, esforzándome por sonar amigable a pesar de la tensión. Alargué la mano para estrechar la suya.

Dylan me miró durante un momento antes de aceptar mi mano, su apretón firme pero sin calidez.

               —Mia responde Dylan simplemente, sin añadir más.

El silencio se instaló entre nosotros, pesado y cargado. Alessandro, siempre perceptivo, intentó romper la tensión.

               —Dylan ha venido a ayudarnos con algunos asuntos de seguridad explica mi esposo, dirigiéndome una mirada que pedía paciencia.

               —Es bueno saber que estás aquí para ayudar dije, intentando mantener un tono neutral. Sin embargo, no pude evitar preguntarme qué implicaba exactamente su presencia.

Dylan asintió, pero no dijo nada más. Se volvió hacia Alessandro, como si yo no estuviera allí.

               —Tenemos que hablar de las disposiciones de seguridad para la próxima semana. Necesitamos asegurarnos de que todos los puntos de entrada estén cubiertos continua Dylan es voz firme y autoritaria.

               —Por supuesto respondió Alessandro, dándome una mirada de disculpa antes de girarse completamente hacia su hermano para discutir los detalles.

Sentí una mezcla de alivio y frustración. Por un lado, me alegré de que Dylan estuviera aquí para ayudar a Alessandro con la seguridad. Pero por otro, no podía ignorar la frialdad con la que me trataba. Decidí que era mejor retirarme y dejar que los hermanos discutieran sin interrupciones.

               —Voy a descansar un poco. Ha sido un día largo dije, tocando suavemente el brazo de Alessandro antes de girarme para salir del balcón.

Mientras me alejaba, no pude evitar preguntarme qué más había cambiado en mi ausencia. La presencia de Dylan y el aumento de la seguridad indicaban que algo importante estaba en marcha. Sabía que tarde o temprano, Alessandro me pondría al corriente. Pero por ahora, lo mejor que podía hacer era intentar descansar y recargar energías para lo que viniera.

A la Sombra del AnilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora