Capitulo 36: Un Amor Indescriptible

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MIA

Han pasado seis meses desde que nos mudamos a la nueva mansión. En ese tiempo, muchas cosas han cambiado. Con la eliminación de Pandora, la organización de Alessandro ha crecido más de lo esperado. Su alianza con las demás organizaciones de la ciudad se ha ido fortaleciendo con el paso de los días, consolidando su poder y expandiendo su influencia. Aunque Alessandro está más ocupado que nunca, la seguridad y la tranquilidad en nuestra vida han mejorado significativamente.

Dylan, por su parte, ya no viene tan seguido a la mansión. Solo lo veo una vez a la semana, si acaso. Ahora está concentrado en su propia organización, y aunque extraño su presencia constante y la forma en que lograba volverme loca, sé que está haciendo lo que debe. Nuestra amistad sigue siendo fuerte, pero nuestras vidas han tomado caminos ligeramente diferentes.

Estoy bajando las escaleras, sosteniéndome del barandal para no caerme. Mi movimiento es limitado ahora que tengo un abdomen abultado. Dentro de un mes daré a luz, y estoy en la etapa más incómoda de mi embarazo. Mis pies están hinchados, mi espalda duele constantemente, y me canso mucho más rápido de lo normal. A pesar de estas incomodidades, la emoción de conocer a nuestro bebé pronto me mantiene motivada.

Cuando estoy por llegar a los últimos escalones, siento que pierdo el equilibrio. Por suerte, Alessandro, que estaba por subir las escaleras, me atrapa antes de que pueda caer.

               ¡Mia, ten más cuidado! me regaña suavemente, su voz llena de preocupación.

              Lo siento, amor le digo, sintiéndome un poco culpable. Solo quería bajar a la sala.

Alessandro me lleva con cuidado hasta la sala principal y me ayuda a sentarme en el sofá. Últimamente, me canso mucho de estar de pie debido a mis pies hinchados y el dolor de espalda constante. Me acomodo en el sofá y dejo escapar un suspiro de alivio.

               No me gusta que te estés moviendo sola por la mansión me dice Alessandro, arrodillándose a mi lado y tomando mis manos. Podrías caerte o lastimarte a ti o a nuestra hija.

Hace dos meses, mi ginecóloga nos dio la maravillosa noticia de que íbamos a tener una niña. Desde entonces, Alessandro ha estado más protector que nunca, asegurándose de que todo esté perfecto para nuestra hija.

               Lo sé, lo sé le respondo, acariciando su mejilla con una mano. Pero a veces necesito moverme un poco. No puedo estar todo el día en la cama o en el sofá.

               Lo entiendo, pero por favor, ten más cuidado insiste él, besando mi mano. Quiero que estés segura.

Asiento y le sonrío, apreciando su preocupación. Alessandro siempre ha sido protector, pero su preocupación ha aumentado considerablemente con mi embarazo. Aunque a veces puede ser un poco excesivo, sé que lo hace porque nos ama.

Pasamos un rato en la sala, conversando sobre los planes para el nacimiento de nuestra hija y cómo organizaremos todo una vez que ella llegue. Alessandro tiene todo planeado al detalle, desde el hospital hasta el cuarto del bebé, que decoramos juntos en tonos suaves y colores neutros, esperando añadir detalles más específicos una vez que la veamos.

               ¿Has pensado en nombres? le pregunto, acariciando mi vientre.

               Tengo algunos en mente responde Alessandro, sonriendo. Pero quiero que elijamos juntos. Es una decisión importante.

A la Sombra del AnilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora