Capitulo 31: Algo Más Por Lo Cuál Luchar

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MIA

Con la ayuda de Dylan, pude averiguar que el domicilio que me dio el hacker es de un parque infantil, lo cual me tomó por sorpresa y volvió todo aún más confuso. Me encontraba en la oficina, mirando la dirección en el mapa, sintiendo cómo la situación se volvía más y más surrealista. ¿Por qué un parque infantil?, ¿Qué tipo de juego estaba jugando este hacker?.

Alessandro insistía en acompañarme a la reunión con el hacker, pero yo seguía negándome. Aunque se tratara de una trampa, debía arriesgarme a ir sola. La posibilidad de que el hacker se convirtiera en nuestro aliado era demasiado valiosa como para ignorarla.

               No puedo dejarte ir sola, Mia dijo Alessandro, su voz firme y llena de preocupación. Es demasiado peligroso.

               Lo sé, Alessandrorespondí, tratando de mantener la calma. Pero esta podría ser nuestra mejor oportunidad para acercarnos a Pandora. Necesitamos esta información.

Dylan intervino, proponiendo una solución que pudiera satisfacer a ambos.

               Podemos tener a nuestra gente disfrazada de civiles en el parque, armados pero sin llamar la atención sugirió. Alessandro y yo estaremos en una camioneta estacionada enfrente del parque. Además, quiero que uses un audífono en tu oído y lo ocultes con tu cabello. De esta manera, podremos escuchar la conversación y no estarás completamente expuesta.

La idea de Dylan tenía sentido y ofrecía un compromiso. Suspiré y asentí, aceptando el plan.

               De acuerdo dije. Hagámoslo de esa manera.

Miré la hora en mi celular. Apenas estaba amaneciendo y no podía creer que había estado despierta toda la noche. Dentro de cuatro horas sería la reunión. Sentí una mezcla de nerviosismo y determinación. Este era un paso crucial, uno que podría cambiar el curso de nuestra lucha contra Pandora.

Las siguientes horas pasaron en un torbellino de preparativos. Alessandro y Dylan organizaban a su gente, distribuyendo instrucciones y asegurándose de que todo estuviera listo. Me sentía como si estuviera en una película de espionaje, pero sabía que la realidad era mucho más peligrosa y complicada.

Finalmente, llegó la hora de partir. Alessandro me ayudó a colocar el audífono en mi oído, cubriéndolo con mi cabello. Sus manos temblaban ligeramente, mostrando su preocupación. Le tomé las manos y las apreté suavemente.

               Estaré bien le dije, tratando de infundirle confianza. Confía en mí.

               Siempre confío en ti, Mia respondió, besándome en la frente. Solo... ten cuidado.

Nos dirigimos al parque infantil, la camioneta de Alessandro y Dylan siguiéndome a una distancia prudente. El parque estaba sorprendentemente vacío, solo algunos niños y sus padres paseaban por allí. Mis ojos recorrían el área, buscando cualquier señal del hacker.

Caminé hacia un banco y me senté, tratando de mantener una apariencia relajada. El audífono en mi oído zumbaba con la estática de la línea abierta. Sentí una oleada de adrenalina recorrerme mientras esperaba.

              Recuerda, Mia, estamos aquí contigo la voz de Dylan sonó en mi oído, calmante y segura. Si algo va mal, entraremos de inmediato.

Asentí ligeramente, aunque sabía que no podían verme. Solo podía esperar y ver qué ocurriría. Cada minuto que pasaba aumentaba mi tensión, pero también mi determinación. Este era un juego peligroso, pero estaba dispuesta a jugarlo. Por Alessandro, por nuestra organización y por la oportunidad de finalmente desmantelar a Pandora.

A la Sombra del AnilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora