Capítulo 44: Amor De Familia

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MIA

Me muevo un poco en el regazo de Alessandro, sintiendo cómo mi cuerpo finalmente comienza a despertarse después de un sueño profundo. Me estiro un poco, frotándome los ojos con las manos antes de abrirlos. La luz suave del salón me hace parpadear varias veces antes de que mi vista se aclare. No tengo idea de cuánto tiempo he estado dormida, pero sé que han sido varias horas. Miro la hora en la pantalla de mi celular: son las 2:21 pm.

Me sorprende lo tarde que es. No puedo creer que haya estado dormida por tantas horas, especialmente después de todo lo que sucedió ayer. La preocupación por Nora me había mantenido despierta y alerta, pero ahora parece que mi cuerpo finalmente decidió que necesitaba descansar.

De repente, la tranquilidad del momento se ve interrumpida cuando el celular de Alessandro comienza a vibrar en el bolsillo de su pantalón. Levanto mi cabeza de su regazo, y él se mueve un poco, todavía medio dormido, mientras busca su celular para contestar la llamada. Su voz es ronca y baja cuando responde, claramente aún tratando de despertarse por completo. A juzgar por su tono y las pocas palabras que intercambia, es algo relacionado con su trabajo como jefe de la mafia. La llamada no dura mucho, y tan pronto como termina, Alessandro se recuesta nuevamente en el sofá, dejando escapar un suspiro.

En ese momento, mi madre aparece en la sala, con una sonrisa cálida y amable. Nos mira a ambos con ternura y dice que tanto ella como mi padre decidieron no despertarnos porque nos veíamos realmente cansados. Le devuelvo la sonrisa, agradecida por su consideración. Es un alivio saber que tuvimos unas horas de descanso sin interrupciones.

Mi padre aparece detrás de ella, sosteniendo a Nora en sus brazos. Mi corazón se alivia al ver a mi pequeña, que parece estar mucho mejor que ayer. Sus mejillas han recuperado algo de su color y sus ojos, aunque todavía un poco cansados, ya no tienen la misma mirada de malestar que ayer me preocupaba tanto. Mi alivio crece cuando veo que, al reconocer a Alessandro, Nora estira sus pequeñas manitas hacia él, balbuceando la única palabra que sabe decir hasta ahora: "Papá".

Es un sonido dulce y tierno que derrite el corazón de Alessandro. Mi padre, a pesar de su habitual seriedad, no puede evitar que se le ablanden un poco las facciones cuando mira a Nora. Con su rostro siempre tan firme, parece casi reacio a entregarla, pero finalmente lo hace, pasando a Nora a los brazos de su padre. Alessandro la toma con una suavidad que contrasta con su usual dureza, besando la frente de nuestra hija con ternura.

               Gracias dice Alessandro, su voz un susurro lleno de gratitud hacia mis padres.

Mi madre, siempre tan atenta, nos informa que nos han preparado algo de comer. Decido no mencionar lo mucho que aprecio el gesto; sé que lo entenderán sin palabras. Nos dirigimos todos al comedor, donde el aroma de la comida me hace sonreír. Reconozco ese olor de inmediato: es la comida de mi padre. Me llena de nostalgia y amor, recordándome los días en que me cocinaba cuando era niña, en los días en que su seriedad y rigidez se ablandaban lo suficiente para mostrar su lado más cálido.

Nos sentamos a la mesa, y veo a Alessandro acomodarse con Nora en su regazo. Mientras nos sirven la comida, él mantiene a nuestra pequeña bien sujeta, dándole su biberón con la leche mezclada con su medicamento. Nora, a pesar de lo inquieta que ha estado estos días, parece estar en paz en los brazos de su padre, bebiendo su leche con una tranquilidad que me reconforta. Es como si el mundo exterior no existiera en este momento, solo nosotros, la comida casera y la calidez de la familia.

La comida transcurre en relativa calma, pero no puedo evitar notar cómo la pantalla del celular de Alessandro se enciende una y otra vez, mostrando mensajes que, aunque él mantiene el dispositivo en silencio, claramente requieren su atención. Puedo ver, de un vistazo rápido, que son mensajes urgentes de su gente, solicitando su presencia en una reunión con un proveedor de drogas y armas. Un recordatorio constante de que su mundo no se detiene, incluso cuando nuestra hija necesita de todo su amor y atención.

A la Sombra del AnilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora