Sé mi luz (Jikookmin)

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Taehyung sostiene un enorme recipiente de metal en sus manos y vierte líquido inflamable sobre los pisos de mármol. El fuerte olor a gasolina persiste en el aire cálido y ya empieza a provocar un poco de náuseas. El tipo ya ha mojado todos los muebles del vestíbulo y de la sala de estar y se dirige lentamente hacia la puerta principal. Mira a Jungkook, quien está vertiendo el combustible restante del mismo bote en el porche de la casa, luego lo deja en el suelo y se aleja unos pasos. 

"Sabes, esto es lo más divertido que he tenido en toda mi vida", dice Tae, sonriendo y se acerca a él. 

- ¿Cuándo será posible iniciar un incendio intencional de forma absolutamente legal? Formalmente, esta es mi casa y tengo derecho a quemarla. ¿Quién te metió en esto? Nunca antes habrías pensado en esto. Jungkook se ríe en voz baja y saca el encendedor que encontró entre las cosas de Jimin en su departamento que ya compartían. Parece muy vieja y muy destartalada. Ni siquiera sospecha que se lo robó a su padre cuando era niño para hacerse daño. Es incluso simbólico que él pondrá fin a toda esta basura con esta casa para ella. 

"Park Jimin es mi demonio personal en mi hombro izquierdo", responde Jungkook. Se pone la capucha sobre la cabeza para protegerse de la ligera lluvia y golpea la rueda de su encendedor, pensando unos segundos y decidiendo dar el último paso. Una agradable excitación y, por alguna razón, alegría tiembla en su interior. Me pregunto si este fue exactamente el sentimiento que sintió Jimin cuando quemó su casa hasta convertirla en el infierno. La adrenalina y un sentimiento de algún tipo de satisfacción moral lo inundan, extendiéndose lentamente por sus venas y penetrando hasta su corazón. Cuenta mentalmente hasta tres y arroja el encendedor al porche. Una llama brillante se enciende instantáneamente y corre rápidamente a lo largo del camino de gasolina hasta las profundidades de la mansión. 

- ¡Wow! - exclama Taehyung en voz alta. 

"Acabas de quemar mi casa, Jungkook". 

"Lo siento, pero no lo siento en absoluto", se ríe el chico. 

"Maldita sea, definitivamente me gusta la forma en que mi hermano influye en ti", dice su amigo, rodeándole el hombro con un brazo. 

- Cuando tenías demasiada razón, apestabas a aburrimiento a un kilómetro de distancia. ¿Ahora irás conmigo a fiestas? 

- ¿Por qué no? - responde sonriendo. En el interior, el fuego envuelve rápidamente los muebles, la escalera y el vestíbulo, lo rocía con líquido inflamable y luego, rápidamente y con estrépito, destruyendo una habitación, se propaga a otra. La alarma de incendio no suena porque el dueño la apagó. Hay una densa columna de humo negro y el olor del pasado quemado de la familia Park en el aire. Jungkook respira profundamente y cierra los ojos de placer. Toda la casa se ve rápidamente envuelta en llamas, consumiendo rápidamente también el segundo piso. 

La vieja mansión arde como una hoja de papel seca: fácil, rápida y hermosamente. Los vecinos, al ver el incendio, salen corriendo de sus casas y gritan de pánico, se alborotan y llaman a los servicios especiales, y mientras tanto, el dueño de la mansión en llamas se para en el césped frente a él, abraza a un amigo por el hombro y le grita alegremente lo más alto de sus pulmones. Una sonrisa de alivio aparece en el rostro de Jeon mientras mira esta maldita casa, completamente envuelta en el fuego del infierno.

En esta llama no sólo arde la mansión, junto con sus muebles y otras cosas, sino también toda la sangre que en ella se derramó. Todo el dolor del que estuvo saturado a lo largo de toda su existencia. Su vil historia está ardiendo. Junto a él, Jungkook quema todo el pasado que ha seguido a Jimin todo este tiempo y le pone un gran final. Ya ha tenido suficiente. Todos ya han tenido suficiente de esta basura. El teléfono que lleva en el bolsillo vibra de repente y, al levantarlo, ve un número desconocido.