Sé mi luz (Jikookmin)

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Gruesas cortinas bloquean la luz del sol de la habitación y Jeon intenta volver a dormir. Después de hablar con Jimin y abrazarlo, se siente un poco más tranquilo, pero aún no puede conciliar el sueño por completo. Cerrando los ojos comienza a quedarse dormido, pero en cuanto llega el sueño profundo, las pesadillas de esa noche regresan a su cabeza y despierta. No se siente seguro, como si en cualquier momento esas personas fueran a entrar nuevamente a la casa. Jungkook comienza a quedarse dormido nuevamente cuando siente que alguien se acuesta con cuidado en la cama detrás de él, metiéndose debajo de las sábanas. Siente un cuerpo fuerte presionándolo y abrazándolo por detrás, y un aliento caliente haciéndole cosquillas suavemente en la piel de la base de su cuello. Se le pone la piel de gallina, pero no por el miedo, sino por el agradable calor que se extiende a través de él cuando se da cuenta de quién es. No necesita darse la vuelta y ver la cara, sólo sentir su energía y olerla. El suave aroma a limpieza y humo de cigarrillo llega a su nariz, y unos dedos fríos y delgados toman con confianza su palma, entrelazando sus dedos. 

"Lo siento", le susurra una voz suave al oído. 

- No pude dormir. 

"Yo tampoco", responde Jungkook. 

"Necesitaba mi dosis de sedante", dice Park, acariciando su cuello. 

"Y necesitaba mi zona de seguridad", dice Jeon con voz somnolienta, en sus cuidadosas manos. Jimin dio vueltas en la cama durante mucho tiempo, pero tampoco pudo dormir. Vino sólo para estar cerca de él porque este chico le da la paz que necesita. Y Jeon necesitaba sentir la sensación de seguridad que Park le da tan fácilmente. Está muy contento de haber venido. Él mismo quería esto, pero no se habría atrevido a hacer algo así primero. Dormir uno al lado del otro cuando ambos se encuentran en un estado completamente vulnerable es un gran paso el uno hacia el otro. Especialmente sabiendo lo complejo que es Park. 

Ambos confían el uno en el otro y, a pesar de que son demasiado diferentes, ambos tratan con la misma inquietud lo que rápidamente surge entre ellos. Una sonrisa de satisfacción aparece por sí sola en su rostro, y después de cinco minutos Jeon cae en un sueño profundo cuando escucha una respiración tranquila y uniforme a sus espaldas. Durmieron casi hasta la noche, estaban muy agotados física y emocionalmente. Jungkook no tuvo ninguna pesadilla, simplemente se desmayó y se despertó cuando sintió que tenía mucho calor. El cuerpo caliente estaba prácticamente encima de él, envolviéndolo con sus brazos. Lo empuja con cuidado y se sienta en la cama. Jimin, refunfuñando disgustado, se da vuelta sobre su espalda. Jeon lo mira con una sonrisa estúpida y suspira en voz baja. Está tan tranquilo ahora. 

Su cabello está esparcido sobre una almohada blanca, arruga levemente la nariz y su mano descansa relajada sobre su estómago desnudo. La camiseta blanca se levantó mientras dormía, revelando una bonita vista de sus abdominales y oblicuos marcados. Lo mira a la cara y ve que todavía duerme plácidamente, por lo que continúa mirándolo descaradamente. El chico se quita mechones de pelo rubio de la frente y los separa con cuidado, viéndolo. Tan hermoso. Su rostro parece haber sido creado por un escultor. Jungkook con cuidado, para no despertarlo, pasa las yemas de sus dedos por su mejilla, provocando que vuelva a hacer una mueca graciosa, y Jungkook se ríe en silencio. Su corazón se acelera simplemente por el hecho de que esta persona está acostada a su lado. Esto es muy extraño para él. 

Tuvo relaciones en el pasado, y más de una, con chicas y chicos, pero por alguna razón se emociona tanto junto a él, como si todo esto fuera la primera vez para él. Se pasa el dedo índice por sus labios carnosos y con gran dificultad vence el fuerte deseo de besarlos. Pasa las yemas de los dedos por su cuello y por encima de su camiseta sobre su pecho. Y se congela en la indecisión cuando llega a un trozo de piel desnuda en su estómago. A Jimin no le gusta que lo toquen, pero está durmiendo, así que no reconocerá nada. Jeon decide por unos segundos, mordiéndose el labio, y luego toca con cuidado la cálida piel.