Sé mi luz (Jikookmin)

11

Escena retrospectiva

Está parado junto al maletero de un coche en el aparcamiento de un centro comercial, apilando bolsas de comestibles. El viento frío de octubre impregna el cuerpo y el chico se frota las palmas heladas. A lo lejos se escucha el sonido de una sirena de policía y algún ruido extraño. No debería haber salido esa noche, pero estuvo ocupado estudiando durante el día. 

De repente se da vuelta ante el sonido de cristales rotos y suena la alarma en la tienda de la esquina. El silbido desagradable irrita los oídos. Dos personas salen corriendo de la curva y corren hacia él lo más rápido que pueden, gritándose algo el uno al otro y mirando constantemente hacia atrás. El chico, al darse cuenta de que es mejor salir de aquí inmediatamente, cierra rápidamente el maletero y entra al salón. Pero cuando pone la llave en el encendido, la puerta del lado del pasajero se abre y un extraño sin aliento salta al asiento. 

Entonces se abre la puerta trasera, respirando con dificultad, y su compañero, a quien Jeon ve por el espejo retrovisor, se sienta.

"¿Qué estás..." 

"Llévanos rápidamente al antiguo almacén a la salida de la ciudad, de lo contrario te volaré la cabeza ahora mismo", dice amenazadoramente el tipo en el asiento del pasajero delantero, apuntando con un arma a él. 

Inmediatamente cae en un estupor por unos segundos por todo lo que está sucediendo. Nunca había visto un arma real tan cerca, pero aquí estaba justo ante sus ojos.

"Park, tienes que ir más rápido, te siguen", dice su amigo de pelo color menta, sentado detrás. El pelirrojo maldice en voz alta, mira por el espejo lateral y hábilmente libera la pistola del seguro.

- ¡Maneja! - le grita a Jungkook. Y el chico arranca obedientemente el coche con dedos temblorosos.

Fin del flashback

Entonces son ellos. Mierda, son ellos, pero ahora se ven completamente diferentes. 

- Entiendo. Parece... que lo recordé", dice Jeon en voz baja. 

- ¿En serio? Jimin se ríe, exhala humo blanco en su cara y regresa a su silla. 

"Nos entregaste a la policía". 

"Pero no tuve otra opción". La policía me inmovilizó. Te buscaron durante varios días y me encontraron. El auto fue captado por la cámara cuando usted entraba en él. 

"Nos traicionaste, Jeon Jungkook", repite Park, ignorando sus excusas. 

- Sí, pero causaste el caos en nuestra zona residencial. ¿Qué esperabas? ¿Qué no te buscarán cuando hayas quemado un montón de coches y destruido varias casas y tiendas? Por supuesto, te estaban buscando, causaste daños millonarios. 

"Nosotros, tu madre, celebramos la noche del Juicio todos los años y todo fue genial hasta que tu maldito trasero se cruzó en nuestro camino", dice el segundo chico, saliendo detrás de Jungkook. 

- Arruinaste todo. 

Jungkook examina cuidadosamente a su cómplice. Este es el que tenía el pelo color menta hace tres años, es un intérprete obediente. Ahora su cabello es negro y cuelga a ambos lados en mechones mojados. Tiene una cicatriz profunda en la cara, que comienza encima de la ceja derecha y termina en la mitad de la mejilla. Ojos marrones lo miran enojado, pero no se atreve a hacerle nada, aunque se ve cómo se contiene. Su secuestrador, pues, era pelirrojo. Él, como entonces, se comporta como un verdadero líder. Queda claro que él fue el fundador de toda esta locura que estaba sucediendo, porque éste simplemente cumple todas sus órdenes. Y la última vez fue él quien se comportó con más audacia. Trece de octubre. Trastorno. Los dos claramente estaban huyendo de la policía, y Jeon de repente lo entiende.