VII

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En un momento, ambos cayeron sobre la cama, sus cuerpos entrelazados en una danza de deseo y anticipación. Harry comenzó a descender desde los labios de Louis, dejando un rastro de besos ardientes a medida que avanzaba. Sus labios se movieron lentamente hacia el cuello de Louis, sus besos suaves convirtiéndose en ligeras mordidas y chupadas que hicieron que Louis soltara suspiros entrecortados.

Harry continuó su descenso, deteniéndose en las clavículas de Louis para besar y succionar la piel con fervor, dejando marcas visibles de su posesión. Bajó más, besando y acariciando el pecho de Louis, su lengua trazando círculos alrededor de los pezones erectos antes de tomar uno en su boca, succionando con firmeza.

Louis arqueó la espalda, sus manos enredándose en el cabello de Harry mientras su respiración se volvía más pesada y sus gemidos más profundos. Harry siguió bajando, su lengua deslizando un camino húmedo hasta el ombligo de Louis, deteniéndose para explorar la piel sensible alrededor antes de seguir hacia sus caderas.

Harry levantó la mirada, sus ojos encontrando los de Louis mientras sus labios se detenían en la línea de la ropa interior verde pastel. -¿Color?- preguntó, su voz ronca de deseo.

-Verde- respondió Louis sin dudar, su voz un susurro lleno de anticipación.

Con una sonrisa satisfecha, Harry continuó, besando y succionando la piel de las caderas de Louis. Su lengua y sus labios trabajaban en armonía, dejando marcas de su paso mientras se movía lentamente hacia el interior de los muslos de Louis. Sus manos acariciaban suavemente la piel, subiendo y bajando, aumentando la tensión y el deseo en cada caricia.

Louis gemía y se retorcía bajo el toque de Harry, su cuerpo respondiendo con fervor a cada beso y mordida. Sentía cada centímetro de su piel arder bajo la atención de Harry, la mezcla de placer y expectativa llenando cada rincón de su ser.

-Harry, por favor- pidió Louis en un lloriqueo, su voz quebrada por la intensidad del momento.

Harry sonrió, complacido por la súplica desesperada. -Oh, mi niño...- tarareó suavemente, su voz baja y cargada de deseo. Pasó su lengua lentamente por el borde de las medias blancas que envolvían los muslos de Louis, saboreando la suavidad de la tela y la piel debajo.

Louis temblaba, sus manos aferrándose a las sábanas mientras intentaba controlar la marea de sensaciones que lo invadían. -Necesito... por favor- suplicó de nuevo, su cuerpo arqueándose involuntariamente hacia el toque de Harry.

Harry levantó la mirada, sus ojos llenos de una mezcla de ternura y lujuria. -Te tengo, tranquilo- murmuró, deslizando suavemente las medias hacia abajo, revelando más piel para sus besos y caricias.

Con cada centímetro que descubría, Harry dejaba un rastro de besos húmedos y cálidos, su lengua recorriendo la piel de Louis con una devoción que hacía que los suspiros y gemidos de Louis se intensificaran. Al llegar a la ropa interior verde pastel, Harry se tomó un momento para apreciar la vista, sus manos acariciando los muslos de Louis con una suavidad que contrastaba con la urgencia de sus movimientos.

Harry se inclinó y pasó su lengua a lo largo del borde de la ropa interior, saboreando la anticipación que sentía en el aire. -Eres tan hermoso- susurró, su voz vibrando con el deseo contenido.

Louis soltó un gemido ahogado, sus caderas levantándose ligeramente en respuesta. Harry, notando la necesidad creciente de Louis, deslizó la ropa interior hacia abajo, exponiendo la piel sensible y vulnerable de su amante.

-tan impaciente, tan húmedo, tan mio- murmuro con una sonrisa en sus labios.​

-Harry- gimió Louis, su voz apenas un susurro mientras sus caderas se movían instintivamente hacia el toque de Harry. -Por favor, necesito más...-

Harry levantó la mirada. -Lo sé, mi niño- murmuró, su voz baja y ronca. -Te daré todo lo que necesitas.-

Louis arqueó la espalda, un gemido profundo escapando de sus labios mientras Harry seguía trabajando en él. La sensación era abrumadora, cada caricia, cada beso, cada succión lo llevaban más cerca del borde. Sentía su cuerpo temblar, su respiración volviéndose errática mientras se perdía en el mar de sensaciones.

-Harry, por favor- suplicó de nuevo, su voz temblorosa.

Harry sonrió contra la piel de Louis, su satisfacción evidente. -Tranquilo, Louis- murmuró, subiendo lentamente de nuevo, dejando un rastro de besos a su paso.

Se inclinó sobre Louis, sus labios encontrando los de él en un beso profundo y apasionado. Las manos de Harry se movieron sobre el cuerpo de Louis, explorando, acariciando, intensificando cada sensación. Louis respondió con igual fervor, sus manos recorriendo la espalda de Harry, buscando más contacto, más conexión.

-Dime lo que quieres- susurró Harry contra los labios de Louis, su voz cargada de deseo.

-A ti- respondió Louis, su voz quebrada por la necesidad. -Te quiero a ti, todo de ti.-

Harry sonrió. -Entonces eso tendrás- prometió, inclinándose para besar a Louis de nuevo.

En un chasquido, Harry se separó de Louis, provocando un gruñido de desaprobación en el castaño. Harry sonrió suavemente mientras comenzaba a desabrochar su propia camisa, quitándose los zapatos y los pantalones con movimientos fluidos y seguros.

-¿Lubricante?- preguntó Harry, su voz baja y llena de intención.

-En el cajón- indicó Louis, señalando con una mano temblorosa.

Harry asintió y se dirigió al cajón, abriéndolo para revelar un verdadero cofre de tesoros. El interior estaba lleno de lubricantes de diferentes sabores, una variedad de tipos de condones, y algo que inmediatamente captó la atención de Harry: un par de esposas y un vibrador de color verde con brillos. Nunca había visto uno de ese color, y lo tomó en sus dedos junto con el control, tarareando con interés mientras inspeccionaba los distintos sabores de lubricante.

Después de un momento de consideración, Harry escogió un lubricante de sabor sandía, su color verde haciendo juego con la lencería de Louis. También tomó un par de condones y cerró el cajón, volviendo hacia Louis con una expresión de determinación y deseo.

Louis lo observaba con ojos brillantes, su respiración acelerada mientras su cuerpo esperaba ansiosamente el siguiente movimiento de Harry. Harry subió a la cama nuevamente, colocándose entre las piernas de Louis y esparciendo los artículos a su lado.

-Te ves tan hermoso así- murmuró Harry, abriendo el lubricante y vertiendo un poco en sus dedos. Su mano descendió para preparar a Louis con movimientos firmes pero gentiles, su otra mano acariciando la piel suave de sus muslos.

Louis soltó un gemido, su cuerpo respondiendo inmediatamente al toque de Harry. -Harry...- susurró, sus manos aferrándose a las sábanas.

Harry trabajó con habilidad, asegurándose de que Louis estuviera completamente preparado antes de continuar. Una vez satisfecho, dejó el lubricante a un lado y sacó uno de los condones, abriéndolo y deslizándolo sobre sí mismo con una eficiencia que hablaba de experiencia.

Luego, levantó el vibrador verde con brillos, su mirada llena de una mezcla de curiosidad y travesura. -Nunca había visto uno como este- comentó, encendiendo el dispositivo y probando sus diferentes configuraciones.

Louis observaba, su cuerpo temblando de anticipación. -Es nuevo... no lo he usado aún- confesó, su voz un susurro nervioso.

Harry sonrió ampliamente. -Entonces será nuestra primera vez con él- dijo, su tono lleno de promesas.

Con cuidado, Harry introdujo el vibrador en Louis, sus movimientos lentos y meticulosos para asegurarse de que Louis estuviera cómodo. Los gemidos de Louis llenaron la habitación, sus caderas levantándose hacia el toque.

-¿Color?- preguntó Harry una vez más, su voz ronca y llena de deseo.

-Verde- jadeó Louis, su cuerpo temblando con cada vibración.

Harry asintió, aumentando la intensidad del vibrador mientras se inclinaba para besar a Louis profundamente. La sensación era abrumadora, cada toque, cada beso, cada movimiento llenaba a Louis de una mezcla de placer y deseo que lo llevaba al borde.




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