XXIX

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Tal vez lo habían hecho tres veces o cuatro; Louis perdió la cuenta luego de su segundo orgasmo.

Pero joder, nunca se había sentido mejor tener sexo, y llamenlo loco nuevamente, pero hacerlo siendo novios oficialmente se siente diferente. Era como si cada toque, cada beso, cada gemido tuviera un nuevo nivel de significado e intensidad.

De hecho, no lo habían hecho sin ningún juguete como estaban acostumbrados, o bueno; solo la lencería de Louis como un pequeño calentamiento. Louis había elegido un conjunto de encaje negro que sabía que a Harry le volvía loco. Y efectivamente, había funcionado a la perfección.

Ahora, ambos yacían en la cama, respirando pesadamente, sudor cubriendo sus cuerpos entrelazados. Louis, con su rostro enterrado en el pecho de Harry, aún podía sentir la adrenalina recorriendo su sistema. Harry jugueteaba con uno de los tirantes de la lencería de Louis, su respiración aún entrecortada.

-Joder, Harry, eso fue... -Louis trató de encontrar las palabras adecuadas, pero todo lo que salió fue un suspiro satisfecho.

-Increíble -terminó Harry, sus dedos dibujando perezosos círculos en la espalda de Louis-. Y sí, se siente diferente, ¿verdad? Más... conectados.

Louis asintió, sus ojos cerrados mientras disfrutaba del toque de Harry. -Sí, definitivamente más conectados. Y pensar que esto es solo el comienzo.

Harry sonrió, sus labios rozando suavemente la frente de Louis. -Exactamente. Esto es solo el comienzo.

Louis levantó la cabeza para mirar a Harry, sus ojos azules brillando con una mezcla de satisfacción y anticipación. -Sabes, no pensé que una relación podría sentirse así. Siempre pensé que sería más complicado, más... no sé, problemático.

Harry rió suavemente, acariciando el cabello de Louis. -Bueno, las relaciones pueden ser complicadas, pero creo que lo que tenemos es especial. Hay algo en ti, conejito, que hace que todo valga la pena.

Louis sonrió, inclinándose para darle un suave beso en los labios. -Me haces sentir muy especial, Harry. No puedo esperar para ver a dónde nos lleva esto.

-A mí tampoco, Louis. -Harry lo atrajo más cerca, abrazándolo con fuerza-. A mí tampoco.

En ese momento, con sus cuerpos entrelazados y sus corazones latiendo al unísono, ambos sabían que estaban listos para enfrentar cualquier cosa juntos.

-Creo que no podré caminar en días -rió Louis, su voz suave y llena de satisfacción.

Harry soltó una carcajada profunda, la vibración de su risa resonando en el pecho de Louis. -Bueno, eso puede ser un problema, porque estaba pensando en llevarte a desayunar mañana.

Louis levantó una ceja, curioso. -¿Desayunar? ¿Qué tienes en mente?

Harry lo miró con una sonrisa traviesa. -Solo algo para celebrar nuestro nuevo comienzo. Un lugar que me han recomendado mucho, algo un poco más elegante para el desayuno.

Louis sonrió, sus ojos brillando de emoción. -Me encantaría. Aunque tendré que asegurarme de poder caminar hasta entonces.

Harry se inclinó y besó suavemente a Louis en los labios. -No te preocupes, conejito. Te cuidaré bien. Además, siempre puedo llevarte en brazos si es necesario.

Louis rió, abrazando a Harry con más fuerza. -Eres increíble, ¿lo sabías?

-Solo intento estar a la altura de alguien tan increíble como tú -respondió Harry, acariciando el rostro de Louis.

Los dos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la proximidad y la intimidad compartida. Finalmente, Louis rompió el silencio, su voz suave y pensativa.

-Harry, ¿crees que esto... nosotros... durará?

Harry lo miró seriamente, su expresión suave pero decidida. -Louis, creo que si seguimos siendo honestos el uno con el otro y trabajando juntos, podemos superar cualquier cosa. Y sí, creo que esto va a durar.

Louis asintió, sintiendo una paz y seguridad que nunca había experimentado antes. -Yo también lo creo. Y estoy dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para que funcione.

Harry sonrió y lo atrajo más cerca, sus cuerpos encajando perfectamente. -Entonces, estamos en la misma página, conejito. Vamos a hacer que esto funcione.

Louis sonrió y cerró los ojos, sintiéndose completamente en paz y seguro en los brazos de Harry. Con un suspiro de satisfacción, se dejó llevar por la sensación de estar exactamente donde debía estar.

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La mañana llegó con la suave luz del amanecer filtrándose por las cortinas. Louis se despertó lentamente, estirándose y sintiendo cada músculo adolorido pero contento. Harry, ya despierto, lo observaba con una sonrisa.

-Buenos días, conejito -murmuró Harry, inclinándose para besar la frente de Louis.

-Buenos días, Hazz -respondió Louis, sintiendo una calidez indescriptible al ver a Harry tan cerca.

-¿Listo para ese desayuno especial? -preguntó Harry, sus ojos brillando con entusiasmo.

Louis sonrió y asintió. -Listo.

Después de una ducha rápida y de vestirse, Louis se aseguró de ponerse algo cómodo pero elegante. Harry, siempre atento, había dejado ropa lista para él. Una camisa azul claro que resaltaba sus ojos y unos pantalones oscuros. Harry, por su parte, lucía impecable en una camisa blanca y jeans ajustados.

Cuando estuvieron listos, Harry tomó la mano de Louis y lo condujo hacia el coche. El trayecto al restaurante fue tranquilo, con ambos disfrutando de la compañía del otro y de la promesa de un día perfecto.

El lugar que Harry había elegido era encantador, con una atmósfera acogedora y una vista espectacular del amanecer. Se sentaron en una mesa junto a la ventana, y Louis no pudo evitar sonreír ante la elección perfecta de Harry.

-Esto es maravilloso, Harry -dijo Louis, tomando el menú y echando un vistazo.

-Sabía que te gustaría. Quería que nuestra primera mañana oficial como novios fuera especial -respondió Harry, apretando suavemente la mano de Louis.

Desayunaron con calma, disfrutando de cada momento. Hablaron de sus planes, de sus sueños y de cómo querían que su relación creciera. Después del desayuno, Harry condujo al bufete, asegurándose de que llegaran a tiempo para el trabajo.

Antes de que Louis saliera del coche, Harry lo tomó de la mano y lo miró a los ojos.

-Gracias por esta mañana, Lou. Ha sido perfecta.

Louis sonrió y se inclinó para darle un beso suave en los labios. -Nos vemos adentro.

Con una última mirada y una sonrisa, Louis salió del coche y se dirigió a su oficina, su corazón latiendo con fuerza y una sonrisa permanente en su rostro. Sabía que estaba en el camino correcto, y no podía esperar a ver qué les deparaba el futuro juntos.






1051 palabras.

Obsesión SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora