Tal vez ese había sido uno de los mejores fines de semana en años, y Louis estaba tan feliz que apenas podía contener su sonrisa.
Había encontrado a alguien especial, alguien que compartía su misma obsesión, alguien que lo comprendía a un nivel profundo y personal.
Harry, joder, ese hombre que lo tenía completamente loco, no era solo un tipo increíblemente apuesto y un dios en la cama. Era amable, con una dulzura desbordante y definitivamente un buen candidato para enamorarse perdidamente.
Louis lo sabía muy bien, porque tenía un historial de ser el tipo de persona que se enamora apresuradamente, solo para ver cómo todo termina saliendo mal. Pero esta vez se sentía diferente. Había algo en la forma en que Harry lo miraba, en la manera en que sus dedos rozaban su piel con una ternura que nunca había experimentado antes.
Recordaba cómo se habían reído juntos, cómo Harry le había mostrado un lado de la vida que él creía perdido. Y a pesar de sus miedos, no podía evitar sentirse esperanzado. Quizás, solo quizás, esta vez sería diferente.
-Louis -se escuchó decir mientras tocaba la puerta.
Louis alzó la mirada, y allí estaba Harry, tan hermoso como siempre, pero con el rostro algo apenado. Louis estaba a punto de preguntar qué ocurría, cuando escuchó un balbuceo y dirigió su mirada hacia abajo. Harry estaba sosteniendo la pequeña manito de Matt.
El niño miraba a Louis con ojos curiosos y una sonrisa tímida, aferrándose a Harry con confianza.
-Hola, conejito... -dijo Harry, un poco nervioso, pero con una sonrisa cálida-. Perdón que te pida esto, pero... ¿podrías cuidar a Matt? Sería por un rato... tengo una reunión mega importante y, si Daniel llega a ver que Matt está aquí, me despedirá.-
Louis sintió un nudo en el estómago. Le costaba asimilar lo que Harry le estaba pidiendo.
-Harry... yo-yo no puedo quedarme con un niño -respondió Louis, sintiendo el pánico elevarse en su voz.
-Por favor, Lou... yo- no te lo pediría si no fuera realmente urgente. Todavía no pude conseguir una niñera, y pedí ayuda a mi madre, pero ella está ocupada. Yo-no, dejalo. -murmuró rápidamente, desviando la mirada-. Le daré un biberón y em- él dormirá... Daniel entenderá... él entenderá que no puedo dejar a mi hijo.-
Louis vio la desesperación en los ojos de Harry y algo en su corazón se ablandó. Sabía que Harry no pediría algo así si no fuera realmente necesario. Miró a Matt, que lo observaba con ojos grandes y confiados.
-Está bien, Harry. Me quedaré con él -dijo finalmente Louis, tomando una decisión rápida-. Pero solo por un rato, ¿de acuerdo?-
Harry soltó un suspiro de alivio, sus ojos brillando con gratitud.
-Gracias, Lou. Prometo que no será mucho tiempo. Le dejé su biberón en la mochila y él suele dormirse después de tomarlo. Te lo agradezco de verdad.-
Louis asintió, recibiendo a Matt en sus brazos mientras Harry le pasaba la pequeña mochila del niño. El peso ligero del niño se sentía extraño y reconfortante al mismo tiempo.
-Buena suerte en tu reunión -dijo Louis, tratando de sonar más seguro de lo que se sentía.
Harry le dio un rápido beso en la mejilla antes de salir apresuradamente por la puerta. Louis miró a Matt, quien le sonrió de nuevo, balbuceando con entusiasmo.
-Bueno, Matt, parece que tú y yo vamos a ser compañeros por un rato -dijo Louis, tratando de sonar entusiasta-. ¿Te apetece un biberón?
Matt balbuceó felizmente en respuesta, y Louis supo que, aunque fuera algo fuera de su zona de confort, haría lo mejor posible por el hijo de Harry. Se dirigió a la cocina, abrió la pequeña mochila y encontró el biberón. Mientras preparaba el biberón, Matt lo observaba con ojos grandes y curiosos desde la silla alta en la que Louis lo había colocado.
-Aquí tienes, pequeño -dijo Louis, entregándole el biberón a Matt, quien lo tomó con ambas manos y comenzó a beber con avidez.
Louis se quedó observándolo, una mezcla de ternura y nerviosismo en su interior. Nunca había cuidado de un niño antes, pero algo en la inocencia de Matt lo hacía sentir más tranquilo.
Mientras Matt bebía, Louis aprovechó para ordenar un poco el salón y asegurarse de que todo estuviera seguro para el niño. Cada vez que miraba a Matt, veía un reflejo de Harry en sus ojos y eso le daba una extraña sensación de calidez y responsabilidad.
Un rato después, Matt terminó su biberón y comenzó a frotarse los ojos con sus pequeñas manos. Louis sonrió, sabiendo que eso era una señal de que el niño estaba listo para dormir. Lo levantó con cuidado y lo meció suavemente hasta que los ojos de Matt se cerraron lentamente.
-Dulces sueños, pequeño -susurró Louis, colocándolo con cuidado en el sofá, rodeado de cojines para que no se cayera.
Se sentó cerca, observando al niño dormir, y no pudo evitar sentirse conmovido por la confianza que Harry había depositado en él. Sabía que este era solo un pequeño acto de cuidado, pero también sabía que significaba mucho más para Harry y para él mismo.
Cuando Harry regresó un par de horas más tarde, encontró a Matt profundamente dormido y a Louis leyendo un libro junto a él.
-¿Todo bien? -preguntó en voz baja, tratando de no despertar al niño.
Louis asintió y le sonrió.
-Todo bien, Harry. Todo bien.-
-Gracias, conejito -murmuró Harry, arrodillándose frente a Louis y besando sus rodillas.
Louis sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante el contacto suave de los labios de Harry. Cerró el libro y lo dejó a un lado, enfocando toda su atención en el hombre frente a él.
-No fue nada, Harry -respondió Louis, acariciando el cabello de Harry con una mano-. Matt es un niño encantador.
Harry levantó la mirada, sus ojos brillando con emoción y gratitud.
-No sabes cuánto significa esto para mí, Lou. Estaba realmente desesperado y tú... tú estuviste ahí para ayudarme.
Louis sonrió, sintiendo que cualquier incomodidad que había sentido antes desaparecía con la mirada de Harry.
-Siempre estaré aquí para ti, Harry. Siempre.
Harry se inclinó hacia adelante y besó a Louis suavemente en los labios, un beso lleno de agradecimiento.
-¿Quieres ir a casa? Tal vez podamos pedir algo de comida... -cuestionó Harry, dirigiendo su mirada a Matt-. Em... no-no tendremos... sexo por Matt, pero no sé... si tú quieres comer y ver una película en mi casa...-
Louis se preguntó dónde había quedado su Harry dominante. Esta versión vulnerable y tímida de Harry era una faceta que no había visto antes y que lo conmovía profundamente.
-Me encantaría, Harry -respondió Louis con una sonrisa cálida.
Harry suspiró aliviado y besó a Louis en la mejilla.
1125 Palabras.
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Obsesión Secreta
RomanceLouis Tomlinson, desde una temprana edad, tuvo la fascinación por ver sexo, especialmente el sexo gay. Al principio pensó que era algo normal, ya que se supone que todos pasan por esa etapa debido a las hormonas y demás. Aunque Louis, con ya veintic...