IV

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Harry deslizó una mano por la espalda de Louis, bajando lentamente hasta sus nalgas. Louis sintió cómo su cuerpo respondía al toque firme y decidido de Harry, su respiración se volvió errática mientras esperaba ansiosamente el próximo movimiento.

-Te dije que ibas a rogarme -murmuró Harry, susurrando contra la oreja de Louis-. Y no voy a hacerte esperar.

Harry se retiró un momento, y Louis escuchó el suave sonido de un cajón abriéndose. Cuando Harry regresó, Louis sintió el frío metal de unas esposas rodeando sus muñecas. Harry las ajustó con firmeza, asegurándose de que no pudiera moverse.

-Ahora, quédate quieto -ordenó Harry, su voz goteando autoridad.

Louis asintió, su cuerpo temblando de anticipación. Sentía cómo su piel se erizaba bajo el toque de Harry, cada caricia una mezcla de placer y tortura. Harry dejó sus manos viajar por el cuerpo de Louis, explorándolo con una deliberada lentitud que lo hacía desear más.

De repente, Harry se inclinó hacia él, mordiendo suavemente el lóbulo de su oreja antes de susurrar:

-Voy a torturarte hasta que no puedas más. Hasta que no puedas hablar, y tu cuerpo no tenga una gota que liberar.-

Harry bajó una mano y tomó el vibrador que había sacado del cajón. Louis sintió el frío del dispositivo cuando Harry lo presionó contra su entrada, sus músculos tensándose en respuesta.

-¿Recuerdas esto? -preguntó Harry, encendiendo el vibrador a la velocidad más baja-. ¿Lo extrañabas?

Louis dejó escapar un gemido ahogado, su cuerpo respondiendo al vibrador que ahora lo llenaba. La sensación era a la vez familiar y exasperante, y Louis sabía que esto era solo el comienzo.

-Por favor -jadeó Louis, su voz quebrada por el deseo-. No puedo... no puedo aguantar.

-Todavía no -respondió Harry con una sonrisa perversa-. Primero, quiero verte sufrir un poco más.

Harry aumentó la intensidad del vibrador, moviéndolo dentro de Louis con movimientos precisos que lo llevaban al borde de la desesperación. Louis sentía que su cuerpo estaba a punto de explotar, cada nervio encendido por la mezcla de placer y dolor.

-Mírate, tan necesitado -murmuró Harry, sus ojos verdes brillando con satisfacción-. Tan desesperado por mí.

Louis cerró los ojos, intentando concentrarse en la sensación, pero la voz de Harry lo mantenía anclado en el presente, recordándole su sumisión.

-Abre los ojos -ordenó Harry, su tono severo-. Quiero verte.

Louis obedeció, sus ojos encontrándose con los de Harry. La intensidad de la mirada de Harry lo hizo gemir de nuevo, y Louis sintió una lágrima de frustración deslizarse por su mejilla.

-Por favor, Harry -suplicó Louis, su voz temblorosa-. Necesito... necesito más.

Harry sonrió, una sonrisa que prometía tanto más.

-Vas a tenerlo -dijo, bajando una mano para acariciar la erección de Louis con movimientos lentos y deliberados-. Pero primero, quiero oírte rogar un poco más.

Louis gimió, su cuerpo temblando bajo el toque de Harry. Cada caricia, cada movimiento del vibrador dentro de él lo llevaba más cerca del borde. Sentía que su mente se nublaba con el deseo, su cuerpo completamente rendido a la voluntad de Harry.

-Por favor, Harry -rogó de nuevo, su voz apenas un susurro-. No puedo más... por favor, déjame...

Harry aumentó la intensidad del vibrador de nuevo, sus movimientos más rápidos y precisos. Louis gritó, su cuerpo arqueándose contra el escritorio, cada fibra de su ser concentrada en el placer que Harry le estaba dando.

-Eso es -murmuró Harry, su voz baja y cargada de satisfacción-. Déjate llevar. Se bueno para mi, eso es...

Louis sintió cómo su control se desmoronaba, su cuerpo entregado completamente al placer. Con un último gemido desgarrador, Louis alcanzó el clímax, su cuerpo temblando incontrolablemente mientras el orgasmo lo arrasaba.

Harry mantuvo el vibrador en su lugar, prolongando el placer hasta que Louis estuvo completamente agotado. Luego, lentamente, apagó el dispositivo y lo retiró, dejando que Louis se derrumbara contra el escritorio.

-Bien hecho -dijo Harry, su voz ahora suave-. Has sido muy obediente.

Louis jadeaba, su cuerpo aún temblando, pero una sensación de satisfacción profunda lo envolvía. Sabía que esto era solo el comienzo, que Harry siempre tendría más para él, y estaba más que dispuesto a seguirlo a cualquier lugar.

- Vamos a establecer colores, ¿está bien? Verde es seguir, que estás bien, amarillo que estás rozando tu límite y debemos bajar el ritmo y el rojo es detenerse - dice Harry, con voz firme y directa.

Louis, acostado sobre el escritorio, levanta la mirada hacia Harry.

- Quiero palabras, a mí me respondes con palabras ¿entiendes? - insiste Harry, con un tono que denota exigencia.

Louis se muerde el labio inferior, sintiendo la leve regañina implícita en las palabras de Harry.

- Está bien... sí - Su voz sale en susurros, algo cansada.

- Muy bien, dime tu color. -

- Verde - susurra Louis, apenas audible.

Harry asiente con satisfacción y se acomoda en el pequeño sillón de la oficina, pasando su lengua por sus labios mientras evalúa la situación.

- Ven aquí, por favor - invita Harry suavemente. -Vas a chupármela.- indica.

Louis camina hacia Harry con determinación, cayendo de rodillas frente a él y levantando su mirada azul para encontrarse con los ojos verdes de Harry.

- Voy a arruinarte, voy a arruinar tu cara angelical - murmura Harry con una mezcla de determinación y un toque de desesperación en su voz.

Louis se muerde el labio ligeramente, sus manos aún fuertemente atadas detrás de su espalda.

Harry frunce el ceño, observando a Louis con intensidad. - Necesito que me escuches - dice
finalmente - Serás un buen chico para mí, ¿entendido? Quiero que me tomes por completo, no tendrás ayuda, tus manos están atadas... pero sé que lo lograrás, eres un buen chico - dice Harry, pasando su dedo pulgar por la comisura de los labios de Louis.

Louis asiente con una mezcla de nerviosismo y determinación, sintiendo la intensidad de las palabras de Harry y el roce de su tacto.

Harry lo mira fijamente, buscando la respuesta en los ojos azules de Louis.

- Seré un buen chico. - responde Louis con voz ronca, aceptando el desafío implícito en las palabras de Harry.

Harry asiente lentamente, con una sonrisa leve.

- claro que lo eres...- murmura Harry, acariciando suavemente la mejilla de Louis antes de retirar su mano.

Louis permanece de rodillas, sintiendo la responsabilidad de cumplir con las expectativas de Harry en su mente.





1044 Palabras.

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