Felicite se había quedado exactamente una semana allí, en la casa de Harry. Bueno, ahora era casi de ambos, porque Louis ni siquiera iba a su casa.
—¿Conejito, vienes a mi oficina?—cuestionó Harry por teléfono.
Louis se levantó y caminó hacia la oficina de su novio, tocando suavemente la puerta y asomando la cabeza.
—¿Sí, señor Styles?—respondió con una sonrisa juguetona.
—Pasa, y ven aquí—dijo Harry, señalando su regazo con una mirada traviesa.
Louis entró en la oficina, cerrando la puerta detrás de él. Caminó con pasos ligeros hasta donde estaba Harry y se sentó en su regazo, rodeando su cuello con los brazos.
—¿Qué sucede?—preguntó Louis, dejando un beso en la mejilla de Harry.
—Nada en particular. Solo quería tenerte cerca—respondió Harry, abrazándolo con fuerza—. ¿Cómo te sientes con Felicite quedándose con nosotros? ¿Todo bien?
—Sí, todo bien—respondió Louis—. Me alegra poder estar aquí para ella. Aunque a veces es un poco complicado manejar todo, especialmente con Matt. Pero estoy contento de poder ayudarla.
Harry asintió, acariciando suavemente la espalda de Louis. —Eres un gran hermano, y un excelente padre. Me hace muy feliz ver cómo te preocupas por los demás.
Louis sonrió, apoyando su cabeza en el hombro de Harry. —Gracias, amor. Y gracias por ser tan comprensivo y apoyar a mi familia.
Harry lo besó en la frente, susurrando—. Siempre, conejito. Siempre estaremos juntos en esto.
Louis levantó la cabeza para mirarlo a los ojos, inclinándose para besarlo, un beso lleno de cariño y promesas silenciosas de apoyo mutuo.
—¿Conejito?—murmuró Harry sobre sus labios, su voz suave pero cargada de emoción.
—Mhm—respondió Louis, sus ojos cerrados mientras disfrutaba del contacto.
—Vive conmigo, múdate, trae todas tus cosas—dijo Harry, mirándolo con intensidad.
Louis abrió los ojos, sorprendido por la propuesta. —¿Hablas en serio?
—Más que nunca—respondió Harry—. Ya prácticamente vives aquí. Quiero que esto sea oficial. Quiero que este sea nuestro hogar, el de Matt, el de los tres.
Louis sintió una mezcla de alegría y nerviosismo. —¿Y si no resulta?
—No pienses en eso—dijo Harry, apretando suavemente su cintura—. Hemos pasado por mucho juntos y lo que tenemos es fuerte. Quiero que estés aquí, a mi lado, todos los días.
Louis sonrió, sintiendo que su corazón se llenaba de amor. —Está bien. Me mudaré contigo.
Harry lo besó con ternura, agradecido por su respuesta. —Gracias.—
—Hazz—susurró Louis con las mejillas rojas, haciendo que Harry lo mirara expectante—. Te amo.
El silencio se prolongó por unos segundos. Aunque no era un secreto, ninguno de los dos había dicho esas palabras antes. Las habían expresado con acciones, haciendo el amor todas las noches, compartiendo momentos, con besos y caricias. Pero escuchar a Louis decirlo en voz alta hizo que el corazón de Harry latiera más rápido.
—Te amo, Lou—respondió Harry finalmente, sus ojos brillando con emoción. Lo atrajo más cerca, sus labios encontrándose en un beso suave y lleno de amor. —Sabía que lo sentías, pero escucharlo... es increíble—dijo Harry, acariciando la mejilla de Louis con ternura.
—Es que... tenía miedo—confesó Louis, apoyando su frente contra la de Harry—. Miedo de que esto fuera demasiado bueno para ser verdad.
—Nada es demasiado bueno si estamos juntos—respondió Harry, abrazándolo con fuerza—. Vamos a hacer que esto funcione, conejito. No importa lo que venga, siempre te amaré.
Louis sonrió, sintiendo que todas sus dudas se desvanecían. Estaba listo para empezar esta nueva etapa con Harry, en su nuevo hogar, juntos.
—¿Puedes decirlo de nuevo?— Louis mordió su labio, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y emoción. Harry levantó una ceja, su curiosidad picada.
—Te amo, Louis—dijo Harry, su voz suave pero firme, cada palabra cargada de sinceridad y emoción.
—Joder, bésame—Louis prácticamente jadeó las palabras, su deseo y amor desbordándose en ese momento.
Harry sonrió, pero su expresión se tornó seria y provocativa al mismo tiempo. —No maldigas, conejito... ya sabes las consecuencias—. Sus palabras eran un susurro grave, llenas de promesas.
Louis no pudo contener una risa nerviosa, sus mejillas enrojecidas por la intensidad del momento. —No puedo evitarlo—murmuró, su voz cargada de deseo—. Es que me vuelves loco.
—Entonces tendré que darte una lección, ¿no?—Harry respondió en un tono bajo y provocativo, sus labios rozando los de Louis antes de fundirse en un beso profundo y apasionado.
Louis se entregó al beso, sintiendo que cada palabra y cada caricia reafirmaban su amor. Harry, con una mezcla de ternura y pasión, lo levantó con facilidad y lo llevó hacia el escritorio, donde lo sentó con cuidado. Las manos de Harry comenzaron a desabotonar la camisa de Louis, sus dedos rozando la piel con una caricia ligera que hacía que Louis temblara de anticipación.
—Tengo una reunión en una hora—murmuró Harry contra la piel de Louis, su aliento cálido enviando escalofríos por la columna de su pareja.
—Entonces, no perdamos tiempo—respondió Louis con una sonrisa traviesa, tirando de Harry para acercarlo más.
Harry rió suavemente, su voz ronca con deseo. —Siempre tan impaciente, conejito—. Sus manos se movieron con destreza, desabotonando la camisa de Louis y deslizando los dedos por su piel, disfrutando de cada reacción que provocaba.
Louis gimió ligeramente, sus ojos entrecerrados mientras sentía los labios de Harry trazar un camino de besos ardientes desde su cuello hasta su clavícula. —No es mi culpa que seas tan irresistible—murmuró, sus manos encontrando su camino debajo de la camisa de Harry, acariciando su espalda musculosa.
Harry se apartó ligeramente, mirándolo a los ojos con una intensidad que hizo que el corazón de Louis se acelerara. —Te amo, Louis—dijo, su voz cargada de emoción y deseo.
—Te amo, Harry—respondió Louis sin dudar, sus palabras resonando con la misma fuerza y sinceridad.
Harry sonrió y comenzó a besar el cuello de Louis con una dedicación casi reverente. Sus labios recorrieron lentamente la línea de la mandíbula de Louis, deteniéndose en puntos sensibles que conocía tan bien. Cada beso era una promesa, una declaración de amor y deseo. Louis cerró los ojos, entregándose completamente a las sensaciones que Harry le provocaba, su respiración volviéndose más rápida y entrecortada.
—Mmh, Harry—susurró Louis, sus manos aferrándose a los hombros de Harry, mientras este bajaba aún más, besando su clavícula y mordisqueando suavemente. —Eso se siente increíble...
Harry sonrió contra su piel, disfrutando de cada gemido y suspiro que lograba arrancarle. —Me encanta hacerte sentir bien, conejito—murmuró, sus labios descendiendo lentamente hacia el pecho de Louis, dejando una línea de besos húmedos y ardientes. Sus manos se movían con destreza, explorando y acariciando, arrancando suspiros de placer a Louis.
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Obsesión Secreta
RomanceLouis Tomlinson, desde una temprana edad, tuvo la fascinación por ver sexo, especialmente el sexo gay. Al principio pensó que era algo normal, ya que se supone que todos pasan por esa etapa debido a las hormonas y demás. Aunque Louis, con ya veintic...