XVIII

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-Mhm, Hazz -susurra Louis, frotando su rostro contra el cuello del rizado mientras su cuerpo intenta despertarse por completo-. Harry...

Harry, medio dormido, apenas reacciona, manteniendo su abrazo alrededor del cuerpo pegajoso de Louis. -Shh, un rato más -murmura, disfrutando del calor entre ambos.

Louis parpadea, abriendo los ojos ligeramente y sintiendo el calor que los rodea. Algo en el ambiente le llama la atención, y finalmente distingue el sonido que lo despertó. -Matt está llorando -avisa con un tono más alerta.

-¿Qué? -Harry parpadea, comenzando a despertar por completo, su agarre aflojándose un poco.

-Matt está llorando, Harry -repite Louis, su voz ahora claramente preocupada mientras se incorpora ligeramente, apartándose del calor del cuerpo de Harry.

Harry responde -Iré a ver qué sucede.-

-Yo... necesito tomar una ducha -dice Louis, levantándose de la cama. Observa su cuerpo desnudo, notando los rastros del líquido blanquecino en su piel.

Harry se incorpora rápidamente, dándole un suave beso en la frente a Louis antes de salir de la habitación para atender a Matt. Louis se dirige al baño, sintiendo el contraste del aire frío en su piel mientras camina. Al llegar, abre la ducha y deja que el agua caliente comience a correr.

La ducha es bastante amena, pero lo suficiente para eliminar cualquier rastro de sexo en su cuerpo... bueno, no literalmente, porque las marcas de amor que hizo Harry siguen frescas sobre su piel. Louis cierra los ojos y deja que el agua caliente corra sobre su cuerpo, relajando sus músculos y despejando su mente. Se toma un momento para disfrutar de la sensación del agua antes de salir y envolverse en una toalla.

Cuando regresa a la habitación, nota que el llanto ha cesado, aunque Harry todavía no ha vuelto. Así que decirse sacar las sábanas sucias, doblándolas y dejándolas a un costado de la habitación.

Louis se dirige a los armarios y cajones en busca de sábanas limpias. Abre uno tras otro, pasando por varios cajones que contienen juguetes y accesorios íntimos, sonrojándose levemente pero sin detenerse en su búsqueda. Finalmente, encuentra un juego de sábanas limpias en un cajón más al fondo.

Con paciencia, coloca las sábanas nuevas en la cama, alisándolas y asegurándose de que queden bien ajustadas.

Louis también se ha tomado el tiempo de sacarle una camiseta a Harry, así como un par de calcetines y una ropa interior limpia. Una vez que está acostado sobre la cama, apenas siente los pasos de Harry en el pasillo.

Los pasos se acercan lentamente y Louis gira la cabeza para ver a Harry entrar en la habitación. Está vestido con una camiseta limpia y pantalones cortos. Los ojos de Harry se iluminan al ver a Louis recostado en la cama, aunque no esta solo, ya que, tiene a Matt en brazos, luciendo cansado.

-Lo siento por tardar, Lou. Tuve que cambiar a Matty... y ahora no quiere dormir. ¿Te molesta si duerme con nosotros? Si es así, iré a dormir al sofá con el...no seria problema -

Louis sonríe con ternura, viendo a Matt acurrucarse contra el pecho de su padre. -No me molesta, Harry. Estará bien que duerma con nosotros esta noche. Te ves cansado, ven a dormir -dice suavemente.

Harry suspira aliviado y se sienta con cuidado en el borde de la cama, colocando a Matt entre ellos. El pequeño se acomoda entre ambos hombres, el pequeño niño se acomoda y cierra los ojos lentamente.

-Gracias por entender, Lou -dice Harry en voz baja, acariciando suavemente la espalda de Matt.

Louis asiente ligeramente. -Estaremos bien los tres juntos esta noche -añade con tranquilidad, mientras observa cómo Matt se va quedando dormido. -Creo que es un poco mi culpa por no haberme callado -dice Louis con las mejillas ligeramente sonrojadas y la mirada baja, su voz apenas un susurro.

Con cuidado, Harry y Louis se acomodan bajo las sábanas limpias y cálidas, cada uno acurrucándose junto a Matt, quien ya empieza a cerrar los ojos.

-Tal vez para la próxima deba castigarte y ponerte la mordaza... -susurra Harry con una sonrisa traviesa, su voz profunda y juguetona, sus ojos brillando en la penumbra de la habitación.

-Mhm -tararea Louis, cerrando los ojos ligeramente y dejando escapar un suspiro-, tal vez me guste la idea. El rosa me agrada -añade con un tono perezoso y provocador.

-¿Qué? -cuestiona Harry, levantando una ceja y frunciendo el ceño, su voz llena de sorpresa mientras pasa su mirada por el rostro de su hijo, acariciando su mejilla para que se durmiera.

-Que el rosa me agrada, más si es con brillo... -responde Louis, sonriendo ligeramente con un aire de picardía, su voz suave y coqueta.

-¿Cómo es que sabes que...? -Harry frunce el ceño, su voz bajando hasta casi un susurro lleno de curiosidad.

-La tienes guardada junto a tu ropa interior-dice Louis, observando la expresión de sorpresa en el rostro de Harry, su voz calmada y segura.

-¿Estás usando mi ropa interior? -pregunta Harry, incrédulo, su voz subiendo un poco en tono de sorpresa.

-Em... de hecho -dice Louis, destapando su cuerpo lentamente, revelando la camiseta de Harry que lleva puesta. -También tu camiseta.-

-Joder -gruñe Harry, mordiéndose el labio mientras sus ojos recorren el cuerpo de Louis, su voz ronca y cargada de deseo-, te jodería ahora mismo.-

-Harry, tu hijo está aquí -le recuerda Louis, dirigiendo su mirada al pequeño niño entre ellos, su voz suave pero firme.

-Lo sé -asiente Harry, sin apartar la vista de Louis, su voz apenas un murmullo-, pero te ves tan hermoso con mi ropa... eres un puto ángel.-

-No maldigas frente a tu hijo, Hazz, terminará repitiendo lo que escucha -regaña Louis, frunciendo el ceño, su voz adquiriendo un tono de reproche.

-Dilo de nuevo -demanda Harry, acercándose un poco más, su voz baja y llena de necesidad.

-¿Que terminará repitiendo lo que escucha? -pregunta Louis, confuso, su voz reflejando su desconcierto.

-No, di ese apodo. Dime como me llamaste -insiste Harry, su voz suave pero cargada de deseo.

-Hazz -susurra Louis.

Harry sonríe satisfecho y se acerca aún más a Louis, rozando sus labios con los suyos en un beso suave y lento, disfrutando de la intimidad del momento.

-Tienes que controlarte -murmura Louis contra sus labios, su voz apenas un aliento.

-Lo intentaré -responde Harry, su voz grave y dulce-, pero es difícil cuando te ves así.-

Louis se ríe suavemente, su risa un sonido bajo y melodioso que hace que el corazón de Harry lata más rápido.

-Eres un caso perdido, Hazz -dice Louis, acariciando suavemente el rostro de Harry.

-Y tú eres la razón de mi perdición -responde Harry, besando la palma de la mano de Louis.

Matt se mueve ligeramente entre ellos, recordándoles que no están solos.

-Descansa, conejito -dice Harry, besando suavemente los labios de Louis y pasando su mano por su cintura. Matt balbucea suavemente al sentir el brazo pesado de su padre sobre su cuerpo-. Tú también, amor, descansa -añade Harry con ternura.

Louis sonríe, y cierra sus ojos lentamente, relajándose en la calidez del momento. Los tres se acomodan bajo las sábanas, compartiendo el espacio y el silencio reconfortante de la noche.

Con el suave murmullo de la respiración de Matt como fondo, Louis se deja llevar por el sueño.





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Obsesión SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora