Llegaron a la casa, y mientras Louis le preparaba la habitación de invitados a Felicite, Harry estaba en la cocina preparando una comida caliente. La casa se llenaba con el aroma reconfortante de una cena casera, brindando una sensación de hogar y seguridad.
Felicite, aún procesando todo, se sentó en la sala, observando a Matt que seguía dormido. Louis entró en la habitación con sábanas limpias y una toalla.
—¿Hace cuánto son novios?—preguntó Felicite, rompiendo el silencio.
—Hace un par de meses—respondió Louis, colocando las sábanas en la cama.
—Y tiene un hijo...—dijo Felicite, más como una afirmación que como una pregunta.
—Sí.—Louis se detuvo un momento, pensando en cómo explicar la situación.
—¿Y por qué dijo que es "nuestro" hijo?—continuó Felicite, su curiosidad mezclada con confusión.
Louis suspiró y se sentó en el borde de la cama, mirando a su hermana.
—Matt me empezó a llamar papá hace unas semanas—dijo suavemente, una sonrisa tierna curvando sus labios—. Ha sido un proceso, pero Harry y yo hemos estado criando a Matt juntos. Él es parte de nuestra vida, de nuestra familia.
Felicite asintió lentamente, asimilando la información.
—Debe ser difícil, pero también maravilloso—murmuró, mirando a su hermano con una mezcla de admiración y cariño.
Louis sonrió y asintió.
—Lo es. Ha sido un cambio, pero un cambio que ha traído mucha felicidad—dijo, levantándose—. Vamos a cenar. Harry debe estar casi listo.
Ambos se dirigieron a la cocina, donde Harry estaba sirviendo la comida.
—¿Todo listo?—preguntó Harry, sonriendo a Felicite mientras colocaba los platos en la mesa.
—Sí, gracias—respondió ella, tomando asiento—. De verdad, gracias a ambos.
—Siempre, Feli—dijo Louis, sirviendo un vaso de agua para ella—. No es problema
—¿Puedo preguntar algo? —cuestiona Felicite, mirando su plato de comida, sus manos jugueteando nerviosamente con el tenedor.
—Obvio—respondió Louis, inclinándose un poco hacia adelante.
—¿Cómo es... em-ustedes saben—murmura señalando a ambos con un gesto tímido, haciendo que se miren confundidos—salir...?
—¿Tener una relación?—completó Louis, arqueando una ceja.
—Sí, siendo del mismo sexo... gay—. Su voz era suave y llena de curiosidad, mientras sus ojos se movían entre Harry y Louis, buscando respuestas.
Harry y Louis intercambiaron una mirada, compartiendo una sonrisa comprensiva antes de responder.
—Es como cualquier otra relación, en realidad—dijo Louis, su voz suave pero firme—. Nos queremos, nos apoyamos y trabajamos juntos para superar los desafíos. No es muy diferente a una relación heterosexual, aparte de los prejuicios que a veces enfrentamos.
—La sociedad puede ser difícil a veces—añadió Harry, tomando la mano de Louis sobre la mesa—, pero cuando estás con la persona adecuada, todo lo demás parece menos importante. El amor es amor, sin importar el género.
Felicite asintió lentamente, absorbiendo sus palabras. —Entiendo. Es solo que... mamá siempre ha sido tan cerrada de mente. Me costó mucho aceptar mi propia sexualidad, y ella me echó de casa por eso.
—Lo sé, lo he vivido y siento no haber estado allí para ti—dijo Louis, su voz teñida de tristeza—. Y tú no creo que lo recuerdes, eras muy pequeña... pero cuando salí del clóset, cuando era un simple adolescente, mamá se volvió loca. Nunca me aceptó y hasta el día de hoy piensa que esto es una especie de fase o algo así...
—¿Por eso te fuiste de casa?—preguntó Felicite, con un tono de incredulidad en su voz.
Louis asintió, sus ojos se oscurecieron al recordar el pasado. —Sí, cuando tuve la posibilidad de irme, lo hice. Me fui en cuanto cumplí la mayoría de edad. No podía seguir viviendo en un lugar donde no se aceptaba quien realmente soy. Lo lamento tanto, lamento no haber estado allí para Lottie y para ti. Pero en ese momento, realmente pensé que estarían mejor sin mí. Pensé que si me alejaba, mamá podría enfocarse en ustedes y que no tendrían que lidiar con la tensión que causaba mi presencia.
Felicite miró a su hermano con una mezcla de tristeza y comprensión. —Nunca lo entendí del todo, pero ahora veo por qué tomaste esa decisión. Es una lástima que mamá no haya podido aceptarte. Y ahora, conmigo...
Louis suspiró, alargó la mano y la colocó sobre la de Felicite. —No estás sola en esto. Tienes a Lottie, y ahora me tienes a mí. No importa lo que diga mamá. Vamos a estar bien, te prometo que vamos a superar esto juntos.
—Gracias— susurró
Louis miró a Harry antes de volverse nuevamente hacia su hermana. —Y hay algo más que quiero que sepas—comenzó—. Hace unas semanas, Harry y yo fuimos a Italia y tuve una llamada muy intensa con mamá.
—¿Qué pasó?—preguntó Felicite, su curiosidad despertada.
—Le dije a mamá que no me importaba lo que pensara. Que estoy formando mi propia familia con Harry y Matt, y que soy feliz. Fue una conversación difícil, pero me di cuenta de que ya no necesito su aprobación para vivir mi vida. No quiero que sientas que necesitas su aprobación tampoco—Louis apretó la mano de Felicite con fuerza—. Vamos a salir adelante, sin importar lo que ella diga o piense.
—Gracias, Lou. De verdad.
—Siempre—respondió Louis, dándole un apretón de ánimo.
873 palabras
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Obsesión Secreta
RomansaLouis Tomlinson, desde una temprana edad, tuvo la fascinación por ver sexo, especialmente el sexo gay. Al principio pensó que era algo normal, ya que se supone que todos pasan por esa etapa debido a las hormonas y demás. Aunque Louis, con ya veintic...