XXIV

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Louis nunca había pensado en llegar a esa situación, el estar junto a una persona con su misma obsesión, y más así, con Harry. Ese hombre que siempre lo volvía loco, y con su hijo, ese dulce bebé de casi dos años que era la copia en miniatura del abogado.

Nunca, en sus veintisiete años, lo pensó.

Pero estaba allí, con un bebé en brazos, y un maldito plug en su interior, viendo cómo Harry cocinaba.

-¿Por qué soy yo el que debe estar usando un plug? -dijo Louis, dejando a Matt en su sillita.

-Y no se lo pondré a mi hijo, Louis... -respondió Harry con una sonrisa burlona.

-¡Harry! -dijo Louis, medio riendo y medio indignado.

Harry se acercó a Louis, sus ojos verdes brillando con diversión. -Porque te ves muy caliente con él -murmuró, acariciando suavemente la mejilla de Louis antes de volver a su tarea en la cocina.

Louis suspiró, su indignación desvaneciéndose rápidamente ante el gesto de Harry. Observó a Matt, que balbuceaba felizmente en su sillita, y no pudo evitar sonreír.

-¿Sabes que esto es ridículo, verdad? -dijo Louis suavemente, acercándose a Harry y abrazándolo por detrás. -Porque te estas burlando de mi.-

-Te ves tan adorable y caliente -respondió Harry, girando ligeramente la cabeza para sonreírle a Louis-. Y, además, te gusta.

Louis frunció el ceño ligeramente, aunque una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. -Tal vez... pero no significa que no pueda quejarme.

-Te concedo eso -dijo Harry con una risa suave, volviendo a concentrarse en la comida.

-¿Cuándo voy a poder correrme? Porque dudo que sea pronto con tu hijo presente -dijo Louis, indignado.

-¿Quieres correrte? -preguntó Harry, alzando una ceja.

-Estoy duro como la mierda -respondió Louis, levantando ligeramente la camiseta hasta su vientre, mostrando cómo su intimidad resalta en la pequeña ropa interior.

-No maldigas, Louis -dijo Harry con firmeza mientras visualizaba la ropa interior del castaño.

-¿O qué? -Louis lo desafió, sus ojos chispeando con provocación.

-Te castigaré -amenazó Harry, su tono serio pero con un destello de diversión en sus ojos.

-Atrévete -retó Louis, acercándose un paso más, casi pegándose a Harry.

Harry lo miró intensamente, sus ojos verdes perforando los de Louis. Se inclinó un poco, sus labios rozando la oreja de Louis mientras hablaba en un susurro bajo y peligroso. -No me provoques, Louis. Sabes que no dudaré en cumplir mi palabra.

Louis tragó saliva, sintiendo un escalofrío recorrer su columna vertebral. A pesar de su aparente desafío, no pudo evitar sentirse excitado por la tensión entre ellos.

Harry se enderezó y le dio un último vistazo a Louis antes de regresar a la cocina. -Vas a tener que esperar, conejito. Ahora, compórtate y ayuda con Matty.-

Louis bufó, pero no podía negar la excitación que sentía. Se dirigió hacia Matt y comenzó a entretenerlo, intentando distraerse de la intensa necesidad que lo consumía. Mientras tanto, Harry sonreía para sí mismo, sabiendo que había ganado esta pequeña batalla, al menos por ahora.

Harry se acercó a la mesa, depositando dos platos llenos de comida y un pequeño platito con puré para Matt.

-La comida está lista -anunció Harry con una sonrisa.

Obsesión SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora