BLANCA
Tengo miedo desde que Álex ha salido por la puerta para irse a su pueblo. No me gusta nada que se vaya a su pueblo, me ha contado muchas cosas de que hay varias chicas allí que van detrás de él, por no hablar de las chicas con las que ha estado liándose durante años. De repente mi móvil me notifica que me ha llegado un mensaje. Pongo mi huella en el botón, lo desbloqueo y veo que es un mensaje de Álex, informándome de que ya ha llegado allí. Decido mentir y no mostrarle lo que realmente siento:
«De acuerdo. Pues disfruta mucho».
Le doy a enviar. Espero que lo de que disfrute mucho no se lo lleve a otro terreno distinto al que yo quiero. Quiero que se lo pase bien con sus amigos y sus amigas, pero no demasiado porque no quiero que tenga un desliz.
— Blanca, a comer — me avisa mi madre entrando al comedor donde estoy viendo una película.
Me levanto de un salto al entrar por mis fosas nasales un delicioso olor a macarrones con tomate. Voy directa a la cocina y me siento en mi sitio de siempre. Veo la enorme fuente de macarrones en el centro de la mesa, siempre mi madre hace tantos que al final tenemos para comer varios días.
— Ya lo sé, me he pasado — responde mi madre a mi mirada riéndose a carcajada limpia.
Niego con la cabeza y me sirvo un buen plato. Mi madre me observa mientras me los voy echando en el plato. Juego con el tenedor, moviendo los macarrones, pensando en Alex.
— ¿Qué te ocurre? — pregunta mi madre mientras llena los vasos de agua.
— Nada, mamá, simplemente estoy cansada — le respondo.
Sonrío lo mejor que puedo y decido comer para que mi madre no vuelva a preguntarme. Me encantan los macarrones, pero es tal tensión la que tengo en el cuerpo que hasta el estómago se me ha cerrado.
— Es bonito lo que te ha regalado Alex, ¿no? — pregunta para sacarme información.
— Pues sí, la verdad es que me ha encantado.
Sin duda no me esperaba lo que me ha regalado. La verdad es que me conoce muy bien y me ha regalado todo lo que me gusta, sobre todo ese marco con un montón de fotos nuestras. Si no me quisiera no hubiese sido tan detallista, incluso lo de las planchas del pelo me ha sorprendido.
— Se nota que te quiere, y eso que al principio desconfiaba de él — confiesa mi madre.
Sonrío y pincho dos macarrones con el tenedor, me los llevo a la boca, cierro los ojos y los saboreo tanto como puedo.
— Hija, creo que deberías de desconectar un poco, no es bueno que estés estudiando tanto — me propone mi madre —. Créeme, tu cerebro necesita descansar para organizar todo lo que estás estudiando.
Quizás mi madre tenga razón, pero estoy muy nerviosa por la selectividad y quiero aprovechar el tiempo al máximo. Quiero ser psicóloga y la verdad es que exigen mucha nota, al menos aquí en Madrid y, sinceramente, no quiero irme a otra ciudad, no me veo preparada para ello.
— Por salir una noche no pasará nada — sigue insistiendo mi madre.
¿Estoy escuchando lo que creo? ¿Mi madre incitándome a salir de fiesta? Me quedo con la boca abierta y la miro fijamente sin entender cómo esas palabras han salido de su boca.
— ¿Qué ocurre? — dice mi madre mientras se limpia la boca con la servilleta —. No me mires así.
Río ante su gesto divertido. Pero sigo mirándola sorprendida. Es la típica madre a la que le da miedo que su hija salga de fiesta por si nunca regresa a casa, y no precisamente porque sea por voluntad propia, sino por si alguien me hace daño. Hoy en día el telediario está lleno de noticias sobre desapariciones de chicas que salen de fiesta, que dan un paseo por un descampado con su perro, o que simplemente van a la universidad, y que nunca regresan a casa. Por desgracia parece que somos vulnerables hasta si vamos a comprar el pan a la tienda de enfrente de nuestra casa y, por este motivo, mi madre suele ser muy controladora conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca fuimos © (2)
أدب المراهقينJennifer tiene una elección muy importante en el altar de la iglesia, ¿qué decidirá finalmente? ¿Se casará con Roberto o huirá de la iglesia y correrá a los brazos de Cristian? Su decisión final cambiará absolutamente toda su vida, siendo esta un a...