CHAPTER 9!

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—¿Quien es Dimitra?— pregunta Chris con curiosidad.

—Mi esposa— le contesto tranquila mientras la llamo. Ellos me miran sin entender así que continuo. —Es mi mejor amiga tarados. ¿No la conocéis? También hace vídeos para internet— los tres me miran igual. —Tiene dos hermanas que se llaman Sunday y Ellie...— nada. Mira que estos niños son idiotas. —Madre mia, las hermanas Kalogeras— ahora los tres me miran obvios.

—Joder, hubieras empezado por ahí colega— me dice Nick, como si fuese lo mas obvio. Lo miro con cara de pocos amigos y por fin Dimitra contesta.

—¡Hola! ¿Que hay?— me pregunta alegre.

—¡Hola!— le contesto de igual forma. —Pues la verdad es que nada. Me quede a dormir con los trillizos. ¿Vosotras que tal?— le pregunto con una mano en la cintura.

—Bien, nos preguntábamos si querías ir a tomar algo— iba a decir que si, pero entonces me acuerdo de Addison.

—No puedo tía. He quedado con Addison para ir a tomar algo— le respondo triste. —Pero si queréis podemos ir otro dia. Os hecho de menos— le digo. Y es cierto, hace meses que no nos vemos en persona.

—De acuerdo. Ya hablaremos. Mándales un saludo a los chicos— me dice. —Adios— se despide alargando la "o".

—Chau...— le contesto de igual forma. Cuelgo la llamada y cuando levanto la cabeza me encuentro a los chicos plantados como pinos. —Y ha vosotros que coño os pasa.

—Nada. Es que pensamos que no os llevabais— me dice Chris. Niego con la cabeza y salgo de la habitación para dirigirme a la cocina. Ellos me siguen a los pocos segundos.

—Y bien, a que hora has quedado con Addison— me pregunta Nick curioso mientras se apoya en la isla de la cocina. Mientras tanto me acerco a la cafetera y me sirvo un café.

—A las cinco de la tarde, pero primero tengo que pasar por casa a cambiarme y tengo que ir a hacer unos recados. ¿Queréis?— les pregunto señalando mi taza de café.

—Yo, porfa— me contesta Matt tímido. Lo miro unos segundo y le sirvo café en otra taza.

—Aquí tienes— le paso su bebida.

—Yo tengo que comprar algunas cosas, así que si quieres te acompaño— se ofrece Nick.

—Y yo tengo que vigilarte— me mira Chris atentamente.

—Y supongo que yo tengo que supervisarlos a ellos— me dice señalándolos con la mirada.

—Bien— asiento. —Son las diez de la mañana, así que todavía tengo siete horas— digo tranquila, aunque en verdad no lo estoy para nada. Llevamos años sin vernos, no se si durante ese tiempo ella a cambiado, porque yo si que lo he hecho, y no se si le voy a gustar o se va a aburrir de mi. Y no se si ella me gusta todavía o solo estoy confundida. ¿Y si todo acaba mal? ¿Y si empezamos una relación que no podemos sobrellevar? ¿Que cojones va a pasar? Chris me mira atentamente, así que supongo que sabe que estoy sobre pensando. Y eso sin descontar que mi respiración a aumentado en pocos segundos. Mierda, ahora estoy hiperventilando. Se me nublan los ojos y empiezo a ver borroso. Me pongo las manos en el pecho como si eso me ayudara en algo. De repente siento unas manos en los hombros y hacen que me siente en el suelo.

—Eh, oye estas bien— me dice Chris tranquilo. —Vamos, respira conmigo. Dentro, fuera, dentro, fuera— hago lo que me pide y siento a Matt y Nick a nuestro lado. —Vamos, así es. Lo estas haciendo muy bien— cuando por fin consigo controlar mi respiración me tiro a sus brazos y él me abraza.

—No quería que me vieran así— sigo susurrando para que el me escuche. Solo Chris sabe sobre mis ataques de pánico. Y aunque no pasan muy seguido si que me afectan.

—No pasa nada. Son parte de la familia— me contesta susurrando. Me acaricia el pelo y nos pasamos así unos minutos.

En algún momento Nick y Matt se han unido al abrazo y parecemos niños tirados en el suelo abrazándonos. Luego de pocos minutos ya me encuentro mejor, asi que rompo el abrazo y me limpio las lagrimas.

—Bien, ya estoy mucho mejor. Gracias chicos— les agradezco sincera con una sonrisa. Ellos me la devuelven.

—De nada. Para eso estamos— me dice Nick mientras me despeina. Rio y me vuelvo a peinar.

Acabamos el desayuno y nos tiramos al sofa a mirar una serie. Agradezco que ninguno de ellos haya preguntado por mi ataque de pánico. A los cuatro o cinco capítulos paramos par comer y al terminar decido irme para arreglarme.

—Chicos, me voy a arreglar a mi casa. ¿Cuando termine os recojo y vamos juntos? Así no vamos en dos autos— les propongo. Todos aceptan, me despido y recojo mis cosas. —¡Adiós!— chillo antes de salir por la puerta. Ellos me responden y cierro la puerta para ir hacia mi auto. Me subo y conduzco hasta mi casa.

Al llegar me tomo una ducha, que por mi mala suerte había olvidado que no tengo agua caliente, así que terminó duchándome con agua fría, pero bueno. Salgo de ducharme y voy al armario para elegir mi ropa. A costado mucho, pero al final me decido por una falda corta de color azul pastel junto con un top de color blanco. Me pongo unos tacones para ir más arreglada y me maquillo. Me hago algo sencillo y me hago unas ondas en el pelo. Al terminar son las tres y media. Veras que al final no me va a dar tiempo de lo que tengo que hacer.

Cojo el bolso, las llaves y las gafas de sol y salgo por la puerta. Cierro con llave y me subo al auto. Por el camino pongo musica para distraerme. Al llegar a casa de los chicos llamo a Chris, pero no me contesta. Así que llamo a Nick, que por suerte contesta.

—Nick, estoy fuera. ¿Ya estáis listos?— pregunto.

—Si, solo falta Chris que se esta acabando de arreglar. ¡Chris, date prisa! ¡Vi nos esta esperando!— grita, asi que bajo el volumen del coche para no quedarme sorda. Esto me recuerda a algo.

—Dile a mi queridísimo mejor amigo que si no espabila me voy a colar por su ventana y lo voy a arrastrar por las orejas— ordeno y cuelgo.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora