CHAPTER 26!

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Se me borra la sonrisa y giro mi cabeza hacia Matt. No quería que Chris y Nick se enteraran de lo nuestro porque nos vieran besarnos en el mar.

—Bueno al menos no tendremos que contárselo... porque ya lo habrán visto— hecho la cabeza hacia atrás con mis manos todavía alrededor de su cuello.

—Callate la boca— me separo de él y sumerjo la cabeza en el agua lara despejar mis ideas.

Salgo y veo a Matt mirándome.

—¿Que?

—Nada. Solo que eres muy hermosa— dice con una sonrisa tonta.

—Podría decirte lo mismo— le doy un toquecito en la nariz y arrugó la nariz. —¿Vamos?

—Si vamos tendremos que afrontarlos— dice aburrido.

—Yo los mantengo a raya— me mira poco seguro. —Te lo prometo. ¿Carrera?— sugiero señalando con la cabeza la costa.

Antes de que pueda reaccionar Matt ya a arrancado a andar hasta la horilla y yo lo sigo. Gracias a mí padre que me apunto a natación cuando era pequeña y le ganó a Matt.

—¡Ja! Te gane— lo molesto saliendo del agua.

—No por mucho—me sigue y poche su toalla del suelo. Lo imitó y me envuelvo con la mía

—Uh— Chris se acerca a nosotros burlándose.

—Como digas algo más te dejo aqui— le advierto.

—Solo iba a decir que ya era hora de que os dieseis cuenta de lo que sentíais— interviene Nick al lado de Chris. Él lo apunta con el dedo dándole la razón.

—Ah— los miro con una cara confusa. —¿Des de cuando?

—Desde del día que me diste un susto que casi me da un infarto— me dice Nick.

—¿Cual de todos?— se ríe Matt a mí lado. Le sigo el rollo y Nick nos mira con cara de pocos amigos y Chris también se ríe.

—El día que dormisteis jutnos— dice Nick, como si fuese lo más obvio del mundo.

—Ya...— le digo no muy convencida.

—Bueno ya que— interrumpe Chris.

—¿Que queréis hacer?— pregunta Chris.

—Creo que he visto el balón de voley en el auto— interviene Nick.

—Seguramente— digo yo. —Voy a buscarlo, ¿quién viene?

Matt se ofrece como voluntario mientras Nick y Chris se quedan a vigilar las cosas. Me pongo la camiseta "prestada" de Chris y la chanclas y nos dirigimos al coche.

Agarro el balón del maletero y me aseguro de que el auto está cerrado y nos dirigimos de vuelta a la playa.

—Pensaba que sería peor— habla Matt.

—¿El que?— pregunto.

—Que mis hermanos se enterarán de lo nuestro.

—Ya te he dicho que los mantendría a raya. Pero, ¿como te esperabas que reaccionaran?

—No lo se la verdad, pero seguro que no así. Y seguro que no des de ese momento— ríe Matt.

—Esa noche y ese día cambio nuestra relación— apunto votando el balón en el suelo.

—Des de luego.

Llegamos a la playa y me pongo las gafas de sol para ver algo. Me saco las chanclas pero me dejó la camiseta de Chris puesta.

—¡Eh! Esa es mi camiseta— se queja el propietario de la prenda que llevo puesta.

—Y...— trato de buscar alguna razón para que no la pueda llevar puesta. Pero no encuentro ninguna.

—Nada. ¿Jugamos?

Nos ponemos un redonda y nos vamos pasando el balón, riendo por estupideces o nos vamos contando anécdotas del pasado.

Luego de un rato me canso y voy a la toalla del suelo, me saco la camiseta de Chris y me estiro. Saco mi móvil para responder mensajes y veo que ya son las seis de la tarde. Que rápido se ha pasado el día, pero aún nos quedan algunas horas.

Me pongo a tomar el sol mientras escucho música. Al cabo de un rato siento a los chicos venir.

—¿Ya os habéis cansado?— pregunto riendo mientras me giro.

—Si, hace bastante calor— dice Chris. —Viy al agua, ¿alguien viene?

—Yo— dice Matt y Nick al unísono. Me miran esperando mi respuesta, pero niego con la cabeza.

—Ire dentro de un rato— les aseguro.

Los chicos se van al agua y me giro para poder verlos. Se tiran agua y se empujan entre ellos. Me gustan estos momentos entre los trillizos. Son momentos entre hermanos que nunca voy a tener.

Mi familia siempre ore ha sido disfuncional. Mi madre nos dejó a mí y a mí padre luego de perder a mi hermanita. Murió cuando nació y mi madre no soportaba vernos a mi padre y a mí, porque según ella éramos un recuerdo doloroso de Ava, mi hermanita.

Mi padre y yo nos pasamos la vida juntos y mi madre se consiguió otra pareja. Nunca la vimos de nuevo y lo agradezco, aún que hecho de menos sus abrazos y sus cuentos para dormir. Cuando me despertaba y me hacía tortitas para desayunar. Pero todo eso se acabó cuando se fue.

Papa y yo nos tuvimos que arreglar la vida, con dificultades pero lo conseguimos. Conocí a los trillizos al ultimo año de secundaria, cuando papá me cambio de instituto porque los niños me hacía bullying. Conocerlos me cambio la vida. Forjamos una amistad y que solo ha ido fortaleciéndose. Des de que conocí a Matt siento que me sentí atraída por el, pero escondida esos sentimientos detrás del miedo porque eso es lo que sentía. En relación anterior nada había salido bien. Mi ex-novio era celoso y toxico y cuando rompimos puso a toda la escuela en mi contra y dijo que era una toxica y manipuladora. Entonces papá me cambio de escuela.

Cuando papá murió fue un golpe muy duro para mí, fue como perder a mi otra mitad. Recuerdo que pase una semana encerrada en mi cuarto. Solo dejaba entrar a Chris para llorar entre sus brazos. Me sentía perdida,destrozada, sin ganas de vivir. Hasta se me pasó por la cabeza quitarme la vida pero los trillizos me sacaron esa idea de la cabeza. Ahí entre en desprecio y tuve mucha ansiedad. Y aunque la depresión puede superarla la ansiedad sigue dentro de mi y aunque la tengo controlada a veces sale en momentos que uno no se espera.

—¿Que haces?— levanto la cabeza y me encuentro a Matt agachándose.

—Sobrepasar— admito.

—Eso no es bueno para ninguno de los dos— dice sincero. —Vamos al agua— me tiende la mano y la acepto.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora