CHAPTER 22!

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Y con esas palabras: yo siento lo mismo tengo clarísimo que los dos tenemos sentimientos hacia el otro. Había veces donde pensaba que estos sentimientos eran inexistentes, pero me di cuenta de que estaban ahí presentes; cuando lo veía sonreír, cuando hacía algo bonito por mí, o cuando simplemente hablábamos sin discutir. A medida que pasaba el tiempo esos sentimientos iban floreciendo y evolucionando, hasta el punto donde sentía que lo necesitaba conmigo, que necesitaba y necesito verlo contento y me pongo feliz cuando lo veo sonreír o simplemente lo veo bien.

—¿Y que sientes?— le pregunto haciéndome la tonta, aún sabiendo que se perfectamente la respuesta.

—Siento...— se queda pensando —te quiero— suelta del tirón. Me levanto rápidamente y me lo quedo mirando. —¿Que? Mierda la he cagado— se inclina hacia delante y se pone la cabeza en las manos, parece que se ha asustado de mi cara.

—Eh Matt— le pongo una mano en el hombro, el levanta un poco la cabeza y lo cojo de la barbilla. —Tambien te quiero— se le ilumina la cara y se levanta.

Rápidamente junto nuestros labios y el me sigue el beso.

Nos separamos con nuestros pechos subiendo y bajando.

—¿Vamos a dormir?— propone tumbándose en el sofá. Asiento y me tumbo junto a él.

Al cabo de unos minutos caigo en los brazos de Morfeo y creo que Matt igual ya que veo que si pecho sube y baja tranquilamente a mi lado.

En el medio de la noche siento como algo me mueve el brazo.

—Vi...— Matt me mueve y abro un ojo.

—¿Que?— le pregunto susurrando.

—¿Podemos ir a tu cuarto?— me levanto y me paso la mano por la cara.

—¿Porque?

—Es que me duele la espalda y estoy muy incomodo— me dice levantándose.

—Vale... Vamos— me levanto y cojo mi almohada, Matt me sigue y subimos las escaleras.

Entramos a mi habitación y me tiro a la cama, literalmente. Oigo como Matt cierra la puerta pero nada más ya que vuelvo a caer dormida.

Por la mañana me despierto con algo que se mueve en mi espalda. Me doy media vuelta y veo a Matt abrazándome por la espalda. Durante un rato lo dejo dormir mientras yo pienso en nosotros, mirándolo mientras duerme. Madre mía, ¿porque es tan guapo? Su pelo alborotado que me tapa la frente, su ojos cerrados con sus pestañas y sus labios entreabiertos mientras respira.

Luego de un rato se mueve y abre un poco los ojos.

—Buenos días— susurra y vuelve a cerrarlos.

—Buenos dias— le contesto de igual modo. —¿Como has dormido?— le pregunto acariciándole el pelo.

—Muy bien. Precisamente porque estabas conmigo— sonrió a lo grande y enredo mis dedos en su pelo. Vuelve a abrir los ojos.

—Seguro que ha sido por eso...

—Mejor que tú seguro que no. Que cuando llegamos aquí te dormiste nada más tocar el colchon— suelta una risita y  vuelvo a concentrarme en su pelo. Pero rápidamente desvío la mirada a sus ojos, esos preciosos ojos azules que miran los míos de color verde.

—Me encantan tus ojos— digo sin pensar.

—Y a mi los tuyos— acuna mi mejilla con su mano y me acerco para besarlo pero la puerta abriendose nos interrumpe.

Rápidamente me tiro hacia atrás y entra un Chris y un Nick muy emocionados. Entran gritando y saltando como niños pequeños. Me pongo boca arriba y me pongo las manos en la cara mientras me estiro.

—¡¿Pero que os pasa a vosotros dos?!— grita Matt mientras se incorpora.

—¡Por fin!— chilla Chris.

—¡Por fin que?!— les grito yo mientras me quito las manos de la cara.

—¡Por fin vosotros!— nos señala Nick sin parar de saltar. Matt y yo nos miramos interrogantes y volvemos a mirar a los chicos.

—¡Vale, parad ya!— les grito levantándome. —¡No ha pasado nada!

—Entonces, ¿porque subisteis a tu cuarto?— pregunta Chris parando de saltar.

Matt me mira durante un segundo y habla:

—Me dolía la espalda que te cagas, a demás de que estaba súper incómodo. Así que le pedí a Vi si podíamos subir a su cuarto. Subimos y a la que llegamos nos dormimos— explica Matt.

—Literalmente a la que llegue a mi cama me dormí— digo yo levantándome de la cama. —Ahora, si me disculpais voy a cambiarme— les hago una seña para que salgan de mi cuarto, pero se quedan donde están. —¡Fuera de mi cuarto!— grito señalando la puerta. Inmediatamente Nick y Chris salen del cuarto y Matt se levanta lentamente.

—¿No puedo quedarme y te cambias en el baño?— pregunta Matt. —Tengo sueño.

—No, ya sospechan bastante— rendido va hacia la puerta de mi habitación. —Ah, y para que suene más realista que hemos discutido, así no sospecharán tanto— lo freno —¡que te jodan!— le grito, seguido le guiño un ojo y le levanto el pulgar para que me siga el rollo.

—¡Vete a la mierda!— me grita de vuelta, me guiña el ojo y sale de mi cuarto.

Cierra la puerta y voy hacia el armario para elegir que me voy a poner. Luego de un rato mirando las prendas sin moverme decido ponerme un vestido largo suelto, está haciendo calor así que no pasaré frío. Voy al baño y me arreglo. Me hago un peinado sencillo y me pongo gloss y mascara de pestañas.

Cuando termino me pongo los zapatos y bajo al comedor.

—Hola— saludo alegre alargando la "a".

—Buenos días— me contestan los trillizos al unísono des del sofá.

—¿Que queréis hacer hoy?— pregunto yendo a la cocina.

—No se pero tengo hambre— Nick deja su teléfono al lado y me sigue.

—¿Que quieres?— pregunto abriendo la nevera.

—Me da igual.

—Chicos, ¿queréis algo?— les pregunto a Chris y Matt.

—Yo lo mismo que tú— Matt levanta un brazo.

—¿Chris?

—No se— se levanta del sofá y viene con nosotros.

Saco la leche y la mantequilla de la nevera.

—¿Queréis panqueques?— les pregunto. Inmediatamente todos sueltan un "¡Si!". —Bien, ayudadme—les digo, más bien les ordeno.

Matt se levanta del sillón y viene a la cocina para ayudar.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora