CHAPTER 28!

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La mitad del viaje escuchamos música y nos la pasamos hablando. Cuando ya es el turno de que Matt conduzca, aparco a un lado de la carretera. Como a está hora no conduce casi nadie ni molestamos.

Bajamos del coche y yo subo al asiento del copiloto y Matt sube al asiento del piloto.

Giro la cabeza hacia Nick y Chris y los veo durmiendo.

—Estos dos ya se han dormido— digo riendo.

—Pensaba que aguantarían menos, la verdad— ríe Matt. Río con el y recuesto el asiento hacia atrás.

Arrancamos el viaje de vuelta ya medio camino ya estoy bostezando y medio durmiendo.

—Puedes dormir si quieres, eh— dice Matt mirándome de reojo.

—¿Seguro?

—Sí, tranquila. Me se el trayecto de vuelta—apoyo la cabeza en el asiento y al poco tiempo caigo dormida.

Siento como alguien me sacude el brazo y abre un poco los ojos, la luz del auto me ciega por un segundo y vuelvo a cerrar los ojos rápidamente. Me froto los ojos y vuelvo a abrirlos, me cuesta un poco acostumbrarme a la luz pero lo logro a los pocos segundos. Miro por la ventana del auto y las vistas me resultan muy familiares, pero estoy tan cansada que no logro distinguir dónde estamos.

—¿Dónde estamos?— pregunto incorporándome.

—En tu casa—susurra Matt mirándome desde el asiento del piloto.

—¿Sí?

—Si— me giro y veo a Chris y Nick dormidos en unas posiciones no muy cómodas en mi gusto. —Esos no parecen muy cómodos— digo señalando a los de detrás, Matt se ríe y yo le sigo.

—Vamos a despertarlos— se gira y grita: —¡Eh, idiotas! ¡Ya hemos llegado!— Nick y Chris pegan tal salto que por poco no se dan con la cabeza en el techo. Me rio mientras me recuesto y me pongo las manos en el estomago.

—Seguro que a Vi no la has despertado así— dice Chris frotándose la cara.

—Pues no. Pero porque ella es Violett y vosotros una panda de idiotas— dice Matt riéndose. Chris y Nick nos dedican una cara de pocos amigos.

—Venga, vamos, os podéis quedar en mi casa a dormir. Ya es muy tarde—invito a los chicos. Matt apaga el auto y bajamos de este. Abro la cajuela y agarro nuestras cosas.

El hermano mediano cierra el auto y yo abre la puerta de mi casa. Dejo todas las cosas en la entrada de la casa, tiradas a voleo y subo a mi habitación. Des de las escaleras grito:

—¡Hay un cuarto de invitados arriba y uno abajo para Nick y Chris!

—¡¿Y yo?!— distingo la voz de Matt.

—¡Ven conmigo!— oigo como sus hermanos dicen "uh" en un tono pícaro y hasta puedo sentir como Matt pone los ojos en blanco sonriendo.

Oigo como sube las escaleras al trote y Nick y Chris se siguen riendo en el piso de abajo. Abro la puerta de mi habitación y deja la puerta abierta para que Matt entre. Agarro mi piyama del armario y voy al baño para cambiarme. No me baño para que la sal del mar haga efecto en mi cuerpo. Lo que si hago es peinarme el cabello y hacer mi skincare.

Salgo del baño y me encuentro con Matt en mi cama mirando mi teléfono.

—Ya puedes ir al baño, si quieres— me acerco y me tumbo a su lado. Matt deja su teléfono y me mira, se inclina y me da un pico.

—Gracias, ahora vuelvo— me da otro beso que dura unos cuantos segundos más y luego se va al baño.

Enciendo mi celular justo cuando Matt cierra la puerta del baño. Me pongo a mirar las redes sociales y me acuerdo que no tiene ropa. Me levanto de la cama y voy a la habitación en la que normalmente duerme Chris. Toco la puerta y paso cuando escucho un "adelante".

—Chris, ¿tienes ropa de recambio para Matt?— lo veo acostado en la cama mirando su celular.

—En el armario— señala el mueble con el teléfono y me acerco para agarrar ropa para Matt. Cojo, literalmente, lo primero que me encuentro y me dirijo a la puerta.

—Gracias Chrissy—abro la puerta.

—De nada, Vi.

—Buenas noches, Chrissy.

—Buenas noches Vivi— dice mi apodo con dulzura y cierra la puerta. Entro a mi habitación y toco la puerta de baño, donde esa Matt.

—¿Matty?

—¿Si?— pregunta del otro lado de la puerta.

—Te traigo ropa de repuesto— le digo.

Abre un poco la puerta, lo justo como para que pueda pasarle la ropa por la puerta. Me da las gracias vuelve a cerrar la puerta. Me tiro a la cama y vuelvo a mirar las redes sociales.

A los pocos minutos Matt sale del baño y viene a la cama. se tumba entre mis piernas y recuesta su cabeza en mi estomago mientras me pasa los brazos por la cintura, abrazándome.

—Que haces Matt?— le pregunto apartando mi celular para poder verlo, suelta una risa nasal mientras el dice:

—¿Que no puedo abrazarte?— me da un masajito con el dedo en la cintura.

—Si, pero...— pregunto entre confundida y emocionada.

—Pero...— dice él tratando de seguir mi frase.

—Nada, es solo que me siento diferente. Nunca había estado con un chico así. Nunca había besado a alguien con tanto sentimiento. Es que antes nos caíamos mal, y...

—¿Como cuando me besaste en el ascensor?— pregunta sarcásticamente levantando la cabeza.

—Eso fue cuando te estaba enseñando que intenciones tenia el chicos ese— le explico.

—Ya...— me rio y el levanta la cabeza, me quita el teléfono de la mano y sube hasta que su cabeza esta encima de la mía. Pone sus manos en mis costados para no aplastarme y pregunta: —Tal vez deberíamos intentar algo más...

Se me corta la respiración mientras lo miro directamente a los ojos. Estudia mi respuesta atentamente mientras yo me quedo ahí.

—Matt...— lo miro y él me mira. Pero creo que ve algo en mis ojos, ¿anhelo? ¿deseo? porque me besa antes de que le dé otra respuesta.

El beso va ganando intensidad mientras me quita la camiseta por la cabeza. Con su ayuda le saco la suya y nos volteamos.

Me pasa las manos por la cintura y va bajando y subiendo hasta llegar al broche de mi sujetador, lo desabrocha sin separarnos del beso. Voy bajando mis besos por su mandíbula y por su pecho. Levanto la mirada y lo veo mirándome con picardía. Medio segundo después vuelvo a estar debajo de su cuerpo.

Va bajando sus besos como yo lo había hecho anteriormente y se para en mis pechos, los masajes, los muerde, los lame, hasta que una ola de placer me recoge todo el cuerpo mientras suelto gemidos de placer.

En algún momento toda nuestra ropa desaparece y se que está noche tendré más de dos orgasmos...

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora