CHAPTER 33!

157 9 3
                                    

Me despierto en mi cama con un dolor de cabeza insoportable. Me pongo las manos en la cara y entonces me doy cuenta de que no llevo ropa. Espera, ¿qué cojones paso ayer? Estoy muy confundida, recuerdo a Matt besándose con Addison, también recuerdo que fui a buscar a Liam y que hicimos un trato. Luego nos besamos y supongo que bebimos mucho mas, porque no recuerdo nada después de eso. 

Me doy la vuelta en la cama y veo a Liam a mi lado, con la sabana por el estomago, dormido boca arriba. Me incorporo y me pongo una mano en el pecho por encima de la sabana para que no se me caiga. 

—Liam— lo muevo un poco y se queja. —Liam— vuelvo a intentarlo y él abre un ojo. —Liam, ¿un resumen de ayer por favor?

—¿Hasta donde recuerdas?—me pregunta con una voz ronca. 

—Hasta donde hicimos el trato...

—Bebimos de mas y nos emborrachamos, luego la cosa subió de nivel y acabamos acostándonos. ¿Tienes algún problema?—pregunta al ver mi cara de espanto. 

—No, es solo que eso no entraba en el trato, y ¿dónde esta el perro?

—¿Phoenix?

—Si, el único que hay en esta casa— digo antipática.

—Matt vino a buscarlo cuando tu estabas dormida— mi boca se abre mientras él se incorpora y se acuesta de lado para mirarme bien. 

—¿Y que dijo?— pregunto como si no fuera nada.

—Se quedó un poco sorprendido pero no digo nada, un poco raro en mi opinión— se pasa una mano por la cara. —Si tu fueras mi casi algo y te acostaras con Matt le daría un golpe...

—Dios, ¿y si el plan no funciona y ya no le importo?— me tumbo boca arriba y me pongo las manos en la cara frustrada. Empiezo a hiperventilar y casi puedo sentir como un ataque de pánico viene. Algunas lagrimas salen de mis ojos y siento que Liam me las seca con el pulgar. 

—¿Estas bien?— niego con la cabeza, cada vez me cuesta mas respirar. —¿Qué necesitas?

—Llama a Chris— susurro con dificultado y me enrollo la sabana alrededor de mi cuerpo pero no me levanto de la cama. 

—Toma— me pasa una camiseta que estaba tirada por el suelo y me la pongo rápidamente junto con una bragas. 

Oigo como Liam llama a Chris y le pregunta donde esta, me apoyo en la pared y resbalo hasta estar sentada en el suelo. La presión en el pecho no para de aumentar y mas lagrimas salen de mis ojos. 

—Oye, no te preocupes. Esta todo bien, el plan va a funcionar y te puedo asegurar que Matt te quiere. No se porque se beso con Addison, pero la cara que puso ayer cuando abrí la puerta de tu habitación era de película. Dios, parece que iba a arrancarme la cabeza o algo así— se ríe arrodillado delante de mi y logra que me salga una sonrisita. 

Luego oigo como alguien llama a la puerta y Liam va a abrirle. Oigo como intercambian unas pocas palabras pero no logro escucharlas porque oigo mas el sonido de mi corazón bombeando a mi cerebro que la charla de esos dos. 

Veo como una sombra corre hacia mi, pero gracias a las lagrimas no se que es Chris hasta que se sienta delante de mi y me toma de la cara. 

—Eh Vi, hemos pasado por esta situación muchas veces, solo es una piedrecita en el zapato. Vamos— me anima y se acerca a mi para que lo abrace. Y eso es justamente lo que hago. Envuelvo mis brazos alrededor de cuello y el alrededor de cintura. —Esta bien, no pasa nada— me va diciendo cosas así mientras una de sus manos va bajando y subiendo por mi espalda. 

Luego de unos minutos llorando en su hombro siento que ya puedo respirar con bastante normalidad. Me separo de Chris e intento levantarme pero ambos chicos me lo impiden.

—Ni se te ocurra levantarte— dicen Chris y Liam al unísono. Primero se miran entre ellos y luego me miran a mi. Me quedo en el sitio justo donde estaba hace unos segundos.

—Estoy bien chicos, de verdad— les digo, y en cierta  parte es cierto; la presión en el pecho ha desaparecido y ya puedo respirar con normalidad. Pero hay una parte donde he mentido, me duele la cabeza como si me la estuvieran martillando des de dentro. —Pero, Dios, ¿cómo una resaca puede ser tan fuerte?— pregunto poniendo una mano en mi cabeza. Los chicos ríen y Chris se sienta a mi lado. 

—Bueno, contando que te bebiste dos botellas de alcohol tu sola, el dolor de cabeza debería ser poco— y en ese momento me entran unas enormes ganas de vomitar y voy corriendo al baño para sacarlo todo. —A eso me refería— dice a lo lejos. 

—Ayer parecía otra persona— dice Liam. 

Acabo de vomitar y me tomo una ducha con agua fría. No se en que momento los chicos se han marchado, pero cuando salgo del baño no veo ni rastro de ropa tirada por el suelo y la habitación esta bastante decente. 

Cojo un chándal del armario y un paquete de tabaco y un mechero de la mesita de noche. Me lo pongo en el bolsillo del pantalón junto a mi móvil y salgo de la habitación haciéndome un moño alto. 

Al salir de la habitación veo un montón de vasos rojos de fiesta que usamos anoche y un montón de cosas mas que no se de donde coño habrán salido. La escalera esta igual o incluso en peores condiciones que el piso de arriba. El piso de abajo ya es otra historia. Esta todo hecho un desastre. Cosas tiradas por el suelo, la decoración que usamos ayer también tirada por el suelo, Dios, esto  no parece mi casa. 

En el salón los trillizos están tirados en el sofá hablando de algo, acompañados de Maddy, Liam y para mi desgracia Addison. 

—Hola— saludo de mala gana y voy a la cocina para coger un ibuprofeno y me lo tomo con agua. Ellos me devuelven el saludo y siguen hablando de cosas que pasaron durante la fiesta. 

Me termino el agua de un sorbo y paso por delante de ellos hasta la puerta del jardín. 

—Me voy a fumar— les aviso mientras abro la puerta de cristal y salgo. 

—¡Espera Vi!— oigo como alguien me grita pero no paro de caminar y tampoco me giro.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora