CHAPTER 13!

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A la mañana siguiente me despierto apoyada en algo que sube y baja. Abro un ojo y veo que estoy apoyada en el pecho de Liam, deberíamos quedarnos dormidos ayer por la noche. Me levanto y me siento derecha en el sofá. Instantáneamente, Liam también se despierta y se endereza.

—Buenos dias— dice alegre y sonriente.

—Buenos días. ¿Que tal?— le pregunto mientras me estirio.

—Muy bien la verdad. Aún que la cama podría haber mejorado bastante— suelto una risita y me levanto del sofá para dirigirme a la cocina.

—¿Quieres algo de desayunar?

—Con un café sobrevivo. Gracias— enciendo la cafetera y espero a que se caliente.

Minutos después cojo dos tazas del armario y sirvo el café. Voy al refri y agarro la leche y luego el azúcar. Lo pongo todo en la isla de la cocina y me siento en el taburete alto. Liam llega y se sienta a mí lado.

Durante el desayuno contamos cosas que pasaron ayer por la noche. Omo que me caí del sofá mientras me reía de una escena de la película que estábamos viendo. O que a Liam se le cayera el móvil en la cara cuando estábamos acostados. Y muchas cosas más. Al final termino con dolor en la barriga de reir tanto. Como a medio día nos cambiamos y lo llevo al centro comercial para ir a buscar su auto.

Por el camino escuchamos música que nos gusta a los dos. Llegamos al centro comercial y en el parking él me guía asta su auto. Cuando lo ve me lo dice y aparco a su lado. Hace el ademán de abrir la puerta pero antes de que baje hablo.

—Oye, que sepas que me lo he pasado muy bien.

—Y yo también— se me acerca más de lo necesario y creo que tiene intenciones de besarme.

—Oye, ¿que estás haciendo?— pregunto mientras me separo de él. Liam se aparta avergonzado.

—Creia que...

—No se que creías pero estás equivocado.

—¿Y todas esas señales?

—¿Que señales exactamente?— pregunto curiosa.

—Como hemos dormido. Que ayer me llamaras. Muchas cosas la verdad.

—Pies mira Liam, no se en qué estabas pensando, pero estás equivocado.

—¿Yo, y tú qué? Parecía que te me hechas encima por la noche— lo miro con mala cara.

—Sera mejor que te vayas— le sugiero. Parece que Matt tenía razón y si que sabía sus intenciones. Él me mira con cara de pocos amigos y se baja del auto enojado. Da un portazo y está vez me enfado yo.

Que manía tiene la gente en dar portazos a los coches. Bajo la ventanilla del copiloto y grito:

—¡No hace falta que te enfades con el coche, el pobre no te ha hecho nada!— me lanza una peineta y vuelvo a gritarle: —¡Vete a la mierda!

Él pasa de mí cara y se va hasta su coche, sube y se va sin despedirse. Yo arranco el coche enfadada y salgo del estacionamiento.

Necesito hablar con Chris sobre lo que ha pasado. Y a lo mejor darle la razón a Matt. Tal vez.

Luego de unos minutos llego a casa de los trillizos, aparco el coche en la acera y salgo. Camino hasta la puerta de entrada y toco el timbre. Al cabo de unos segundos Matt abre la puerta.

—Hola— lo saludo contenta.

—¿Que hay?— pregunta bebiendo de una bebida.

—Bien. ¿Que es?— pregunto mientras entro señalando la bebida.

—Monster de mango— doy un sonido de aprobación y se la robo de las manos. Ambos vamos al salón donde se encuentran Nick y Chris.

—Hola— dice Chris alargando la "a".

—Hola chicos— le doy otro sorbo a la bebida de Matt y se la devuelvo.

—¿Des de cuando comparten bebida estos dos?— dice Chris poniendo cara de asco.

—Ya lo sabes— le digo yo susurrando. Le doy un golpe suave en el brazo mientras me siento a su lado.

—¡Eh, ese es mi sitio!— me dice Matt.

—Pues que pena— le digo sin interés mirando mi móvil. Él me pone cara de pocos amigos y se tira a mí lado. Básicamente aplastandome.

—¡Ay, me haces daño idiota!— le digo mientras lo empujó hacia un lado.

—Oye, ¿que haces aquí?— me pregunta Chris.

—Básicamente, estaba muy aburrida así que llamé a Liam para vernos. Pero la noche se alargó así que fuimos a mí casa. Dormimos juntos, blablabla. Total que nos levantamos y fuimos al parking del centro comercial y básicamente intentó besarme. Le dije que no y no acabamos muy bien que digamos— digo resumiendo todo lo que ha pasado descuidada, mirando mi teléfono. Los tres hermanos me miran como si tuviese tres cabezas, los miro a todos. —¿Que?

—¿Que?— responde Chris sorprendido y con la boca abierta.

—No lo se. Vosotros parecéis que hubieseis visto un fantasma— les respondo restándole importancia.

—¡Ja, tenía razón!— me dice Matt con una gran sonrisa. Le doy una cara de pocos amigos.

—Ya hablaremos de eso— le digo.

—Bueno, pero, ¿porque llamaste a Liam?— pregunta Nick con interés.

—No lo se, supongo que porque me interesaba. Supongo que me sentía atraída. Pero ahora no—aclaro apuntandolos con el dedo.

—Mas te vale— me dice Nick, reclinándose en el sillón.

Seguimos hablando sobre la noche anterior hasta que es hora de la comida.

—¿Que queréis de comida?— pregunta Matt.

—Yo debería irme— les digo levantándome.

—No— dice Matt alargando la "o". —A demás, tenemos que hablar.

—Bien, me quedo— agarro a Matt de la mano y vamos a su cuarto. Cierro la puerta detrás de mi. —Bien, ¿que pasa?

—Supongo que yo tenía razon— dice acercándose a mí.

—¿Sobre qué?— digo haciéndome la tonta. Voy hacia su escritorio y me siento.

—Ya sabes a lo que me refiero— se acerca más a mí y se cuela entre mis piernas y yo me dejo.

—Se muy bien a lo que te refieres. Y que sepas que vi muy claras sus intenciones— le digo mientras me acerco más a él.

—Si seguro— pone sus manos en mi cintura. Yo soy un paso más y pongo las mías en su cuello.

—Te digo muy en serio que con él nunca tuve ganas de cosas que quiero contigo— le sigo coqueta.

—¿Como cuáles?— me responde siguiéndome el rollo.

—Como esto— digo para después besarlo. Él me aprieta la cintura y yo enredo mis dedos en su pelo. Me pega más a él y disfrutamos del momento. Pero está situación no dura mucho puesto que alguien abre la puerta.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora