CHAPTER 23!

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Matt, Chris y Nick me ayudan a hacer la masa de los panqueques y yo saco la sartén para ponerla en el fuego. Lo enciendo y pongo un poco de mantequilla para que la masa no se pegue. Cuando me giro veo a Matt cubierto de harina y a Chris con el saco.

—¡¿Que cojones acaba de pasar?! ! Literalmente me he ido por treinta segundos!— les grito agarrando el trapo de cocina y tirarselo a Matt.

—¡A sido Chris!— chilla Matt señalando a su hermano.

—¡A sido Matt!— le responde Chris señalando a Matt.

—¡Yo soy el que está cubierto de harina! ¡Has sido tú!— le grita Matt sacudiendo la cabeza para quitarse la harina del pelo.

—¡Da igual quién haya sido!— les regaño. —Ahora vais a recoger toda la cocina— Chris iba a hablar pero lo interrumpo. —Ah, ah, y sin rechistar. Vamos Nick— voy hasta los fogones con la masa en las manos y empiezo a cocinar los panqueques.

—Me encanta cuando los pones en su lugar— susurra riendo Nick.

—Y a mí me encanta hacerlo— le respondo riendo.

Luego de unos minutos ya casi terminamos de cocinar los panqueques.

—¿Cuando os queda?— pregunta Chris como un niño pequeños.

—¿Habéis acabado de recoger la cocina?— le respondo sin voltearme.

—Si...— en respuesta me giro y veo la cocina recogida pero el suelo sucio.

—Ya... ¿Podéis barrer?— le suplico a Matt que me mira apoyado en la encimera del lado opuesto de la habitación.

—Agh, bien— Matt va hacia la habitación donde guardo las escobas y los productos de limpieza y sale con una en la mano. Chris va en busca de la palabra y los dos limpian el suelo mientras Nick y yo terminamos de hacer los panqueques.

Poco después pongo en el último panqueque en el plato y lo dejo en la isla de la cocina. Matt y Chris guardan la escoba y la pala en el cuarto y Nick y yo nos sentamos en la mesa.

—¿Y los platos? Que ¿vamos a comer sobre la mesa?— pregunta Nick con sarcasmo.

—A mi no me hables así que te dejo sin desayunar— lo amenazo cogiendo los platos.

—Lo siento— dice levantado las manos en señal de rendicion y yo dejo los platos en la mesa y me preparo café.

—¿Quieres café?— le pregunto y él niega con la cabeza. —Chicos, ¿queréis café?— les pregunto a Chris y Matt mientras salen del cuartito.

Ambos dicen que no y al final acabo preparando un café solo para mí.

Nos sentamos en la mesa y comemos.

—¿Sabéis que podríamos hacer?— pregunto cuando trago un trozo de panqueque.

—¿El que?— pregunta Matt.

—Podriamos ir a la playa. Está haciendo buen tiempo y no estamos muy lejos— les propongo. Literalmente se les ilumina la cara. —Vaya, en serio necesitais salir de casa.

—¿Cuando vamos?— pregunta Matt contento.

—Si queréis ahora. Recogemos esto en un momento, nos cambiamos y vamos— digo sencilla.

—¡Vale!— chilla Chris levantando los brazos.

—Bien.

Acabamos de desayunar y con su ayuda recogemos los colchones y las almohadas que dejamos tirados en el salón.

Voy a mi cuarto y agarro un bikini de triángulo de color azul con la parte de abajo negra, me lo pongo y vuelvo a ponerme el vestido que llevaba antes.

Cojo una bolsa y pongo unas toallas, crema solar y algunas cosas más.

Bajo las escaleras y me encuentro a los trillizos sentados en el sofá.

—Matt, ¿vamos con tu coche o con el mío?— le pregunto poniendo una botella de agua en la bolsa.

—Si quieres con el tuyo. Me da igual.

—Venga, vamos— los chicos se levantan y y cojo las gafas de sol, el móvil y el cargador y las llaves del coche y de casa.

Salimos por la puerta de casa y cierro con llave. Nos subimos al coche y me dirijo a casa de los chicos para que cojan sus cosas.

—¿Quieres que nos turnemos para conducir?— me pregunta Matt desde el asiento del copiloto. Está vez el a ganado la pelea contra Chris y el, rendido se ha sentado detrás con Nick. Menos mal que el no tiene problema con sentarse detrás.

—Vale— acepto. —Pero yo conduzco primero— le digo. Prefiero conducir primero y luego ya mirar las vistas hasta la playa.

—Por mi vale.

Seguimos el trayecto hasta la casa de los Sturniolo escuchando música y riendo y hablando de idioteces.

Luego de unos minutos llegamos a su casa y yo me quedo en el salón mientras ellos van a buscar sus cosas. Se gritan entre ellos buscando cosas que les faltan o simplemente se enfadan entre ellos. Intentó ignorar sus gritos mientras miro mis redes sociales.

Minutos más tarde los chicos van bajando ya con sus cosas. Cuando estamos todos salimos de la casa y subimos a mi auto. Ponemos música y Matt se pone de copiloto, así será más fácil de cambiarnos.

Durante la primera hora del viaje vamos hablando de cosas de la vida.

—¿Sabeis que estoy pensando en adoptar un perro?— anuncio. Todos me miran.

—¡¿En serio?!— grita Nick él primero. Se le ilumina la cara a través de espejo retrovisor.

—¡Si!— digo yo sonriendo. Chris y Matt sonríen también.

—¿Como lo vas a llamar?— pregunta Chris desde el asiento trasero.

—No lo se.

—¿De que raza?— pregunta Matt está vez.

—Tampoco lo se.

—Cuando— sigue Matt.

—Esta semana o la que viene, no lo se. Si quieres acompañarme— digo esto último susurrando para que solo el me oiga ya que los otros dos están muy concentrados eligiendo un nombre.

—Me encantaría— dice exagerando el caballerismo.

Dejamos el tema de lado y la siguiente hora nos la pasamos cantando.

—¡I don't care, I love it!— grito cantando junto a los trillizos. A este punto ya llevamos las ventanas bajadas y el techo abierto, con la música a todo volumen. Creo que la gente se piensa que estamos locos.

Al cabo de pocos minutos decidimos hacer el cambio y aparco a un lado de la carretera, me bajo del vehículo y Matt hace lo mismo. Subimos al coche y le explico rápidamente a Matt como funcionan el coche.

Fuck you! ~Matt Sturniolo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora