OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

34.

Capítulo treinta y cuatro.

|F I N A L B A T T L E |

Peter estaba sentado en el departamento de Crystal, rodeado de notas, diagramas y dispositivos electrónicos. Había estado investigando sin parar, tratando de entender quién estaba detrás de la manipulación de Crystal. De repente, todo encajó en su mente como un rompecabezas completo.

- ¡Es Adrian Toomes! - exclamó, golpeando la mesa con la palma de su mano.

Bucky, que estaba apoyado contra la pared, se enderezó al escuchar el nombre.

- ¿Toomes?

- Sí, todo tiene sentido ahora. Él debe estar detrás de todo esto. Su siguiente movimiento será interceptar un avión con cargamento de Stark Industries. Crystal seguramente estará en el edificio de donde saldrá el avión, tratando de asegurar que la misión de Toomes tenga éxito - respondió Peter, su mente trabajando rápidamente.

Bucky cerró los ojos por un momento, respirando profundamente. La imagen de Crystal, manipulada y usada, lo quemaba por dentro. Finalmente, asintió.

(...)

Peter se encontraba colgado de la parte trasera del avión, sus músculos tensos mientras intentaba no perder el equilibrio en medio de la turbulencia. El Buitre, con sus imponentes alas mecánicas, sobrevolaba el avión, listo para interceptar el cargamento de Stark Industries.

El joven héroe sabía que debía ser cuidadoso. Esta no era una pelea cualquiera; se enfrentaba a un adversario experimentado y con una vendetta personal contra Tony Stark. Con un movimiento ágil, Peter se lanzó hacia el Buitre, intentando desactivar sus alas. Los dos se enzarzaron en un combate aéreo, esquivando y atacando en una danza mortal en el cielo nocturno.

Peter logró alcanzar una de las alas y comenzó a sabotear el sistema, pero el Buitre no se lo puso fácil, lanzando golpes con fuerza y precisión. Finalmente, Peter, con una maniobra arriesgada, consiguió arrancar uno de los motores del traje del Buitre, desestabilizándolo.

- ¡No puedes ganar, Toomes! ¡Esto acaba aquí! - gritó Peter, asegurándose de que el villano no pudiera escapar.

Con el traje del Buitre fuera de control, ambos comenzaron a descender rápidamente. Peter utilizó sus telarañas para asegurarse de que aterrizaran con seguridad. Mientras el Buitre se retorcía en el suelo, Peter lo inmovilizó con sus telarañas, esperando la llegada de las autoridades.

(...)

Bucky se encontraba en medio de la noche, sus pensamientos envueltos en una tormenta de recuerdos y rabia. Peter tenía un plan claro, pero Bucky sabía que no podía ganar una pelea contra Crystal sin lastimarla. Así que, haciendo memoria, decidió dirigirse al taller donde había visto a Crystal por primera vez bajo la influencia de Roger.

No tenía un plan detallado, solo necesitaba encontrar a Roger. La sed de sangre era demasiada, y aunque en Wakanda había aprendido a reprimir esos impulsos, no podía negar que lo único que deseaba era ver a aquel hombre agonizar de dolor.

Entró sigilosamente, sus sentidos alertas a cualquier movimiento o sonido. El lugar parecía vacío, las herramientas y las computadoras alineadas en perfecto orden. Pero entonces, la suerte estaba de su lado. Vio a Rivers, guardando rápidamente dinero en un bolso, claramente preparándose para escapar.

Bucky se acercó despacio, sus pasos silenciosos como un depredador acechando a su presa. Colocó el arma en la sien de Roger, su voz ronca y cargada de furia:

- ¿A dónde tan apurado?

El cuerpo de Roger se tensó al sentir la fría pistola contra su piel. Sabía que estaba perdido, que su intento de escapar con el dinero que pudiera había sido en vano. La situación se le había ido de las manos, y ahora enfrentaba la ira de un hombre desesperado por justicia.