OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

30.

Capítulo treinta.

| F A K E L I F E |

Crystal se quedó inmóvil en el umbral de la sala, observando la figura de Bucky. No podía creer lo que veía. Su mente intentaba procesar la realidad frente a ella, pero el dolor punzante en su cabeza lo hacía casi imposible.

Bucky estaba allí, de pie, mirándola con una mezcla de alivio y preocupación. Los recuerdos de su tiempo juntos inundaron su mente: los momentos compartidos, las risas, las lágrimas, y todo el amor que habían tenido. Y junto a esos recuerdos, la culpa la abrumaba. ¿Cómo podía enfrentarlo después de todo lo que había pasado?

Crystal sintió que sus piernas flaqueaban y el mundo comenzaba a girar a su alrededor. Bucky, notando su debilidad, se acercó rápidamente y la sostuvo antes de que cayera.

- Vamos, necesitas descansar -dijo con suavidad, su voz llena de ternura y preocupación.

Sin decir una palabra más, Bucky la llevó de vuelta a la habitación. Crystal apenas podía mantener los ojos abiertos, el dolor en su cabeza se hacía cada vez más intenso. Bucky la ayudó a recostarse en la cama, acomodando las almohadas para que estuviera cómoda.

Ella lo miró con ojos llenos de dolor y confusión. - James, lo siento tanto... -susurró, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.

Bucky le acarició la frente con suavidad, tratando de calmarla. - Shh, no pienses en eso ahora. Solo descansa. Todo estará bien, Crystal. Estoy aquí.

La tranquilidad en su voz y su presencia reconfortante hicieron que Crystal cerrara los ojos, dejándose llevar por el agotamiento. Mientras se sumergía en un sueño inquieto, Bucky permaneció a su lado, decidido a protegerla y a encontrar una manera de ayudarla, sin importar el costo.

(...)

Bucky escuchó unos golpes en la puerta que interrumpieron sus pensamientos. Miró a Crystal, que descansaba en la cama, con un doloroso contraste entre su estado actual y el recuerdo de sus tiempos juntos. La curiosidad por descubrir algo más sobre la vida que había llevado antes de su encuentro lo empujó a ir hacia la entrada, a pesar de las dudas que le asaltaban.

Al abrir la puerta, se encontró con Roger Rivers. Su actitud imperturbable y su porte relajado no encajaban con la preocupación que Bucky sentía. Roger se mantuvo en el umbral, una expresión de ligera confusión en su rostro al ver a Bucky en lugar de Emily.

- Lo siento... ¿Está Emily aquí? - preguntó, su voz suave pero cargada de una intencionalidad subyacente.

Bucky frunció el ceño, sintiendo una punzada de incertidumbre al escuchar el nombre de Emily. La respuesta que había estado esperando desde hacía tiempo parecía ahora estar a la vuelta de la esquina.

- No, ha salido hace un momento para buscar algo de comer. - Su tono fue frío y calculado. - ¿Eres...?

- Sí, lo siento. - este estiró la mano con una sonrisa educada pero desafiante. - Roger Rivers, y tú eres...?

- James. - Bucky estrechó su mano con una fuerza calculada, sus ojos clavados en los de Roger, intentando leer más allá de su fachada tranquila.

- ¿Familia? - su mirada examinadora buscando pistas en la respuesta de Bucky.

- Amigo.

- Me he dejado mi computador aquí, si no te importa...

Bucky lo observó con escrutinio mientras Roger se movía por el apartamento. La manera en que se movía con tanta familiaridad, casi íntima, hizo que una alarma sonara en su mente. Sabía que había algo que no encajaba.