OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

01.

ETAPA 1 [Captain America]

Capítulo 1

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El nombre "Capitán América" resonaba con respeto y admiración entre los civiles, pero para los soldados, era una fuente de burla. "Capitán de los tontos" lo llamaban, un apodo que, aunque hiriente, reflejaba las dificultades que Steve había enfrentado para ser aceptado en el ejército. A pesar de todo lo que hizo para alistarse, nunca fue tomado en serio por sus compañeros. Sin embargo, la gente del país lo aclamaba, aunque no por las razones que él habría preferido.

La vergüenza de Steve era grande, pero no mayor que la de su mejor amiga, Crystal Blake. Como hija del General Vincent Blake, se había criado en campos de entrenamiento, aprendiendo a sobrevivir y a luchar desde muy joven. Ella y Steve compartían el sueño de librar las batallas de América juntos, pero su padre lo había prohibido tajantemente. Para él, ser mujer significaba ser frágil, a pesar de que Crystal había demostrado una y otra vez que era todo lo contrario.

En lugar de estar en el frente, se vio relegada a ser la asistente de Howard Stark. Aunque amaba su trabajo, y todo lo que involucrara tecnología, su mente estaba en el campo de batalla.
Mientras tanto, Steve, aún tratando de ganar respeto, recitaba sus líneas de "Capitán América" que estaban ocultas en su escudo, un recordatorio constante de la imagen pública que debía mantener.

Crystal siempre había anhelado la aprobación de su padre. Su sueño era seguir el camino de una mujer fuerte y respetada, pero su vida era un reflejo distante de lo que había imaginado. En lugar de estar en el frente de batalla, se encontraba atrapada en una existencia que no era más que una sombra de sus verdaderos deseos.

Vincent había trazado un destino para ella: ser ama de casa, casarse con un hombre de negocios y vivir una vida tranquila y acomodada. Pero Crystal no podía conformarse con esa visión limitada de su vida. Su realidad era muy diferente: pasaba sus días en eventos sociales y bailes en los que se sentía más como un adorno que como una participante. El hombre con el que había decidido compartir su tiempo no era ni remotamente lo que había imaginado para sí misma. Bucky Barnes, el mejor amigo de Steve Rogers, era un sargento de la sección 107, un hombre común con sueños modestos. Su relación con Bucky, que había durado felizmente tres años, era constantemente desaprobada por su padre, quien hubiera preferido que ella estuviera al lado de alguien como Howard Stark, el influyente y adinerado amigo de la familia.

El descontento de Crystal con su vida la llevó a buscar una manera de cambiar su destino. Aprovechando su cercanía con Howard Stark, encontró una oportunidad para desafiar las expectativas que se habían impuesto sobre ella. Stark, conocido por su ingenio y sus secretos tecnológicos, había desarrollado en secreto un suero experimental, una fórmula que era el sucesor de la que había usado para crear al Capitán América. Crystal, desesperada por demostrar su valía y finalmente entrar a la armada, le rogó a Howard que le diera una oportunidad.

—Necesito esto, Howard —le suplicó en un momento de vulnerabilidad—. Quiero ser más fuerte, ágil, rápida. Quiero luchar, no ser solo una pieza decorativa en la vida que mi padre planeó para mí.

Howard, conmovido por su determinación, aceptó ayudarla. La inyección del suero fue un momento cargado de nerviosismo y esperanza para Crystal. Sentía que era su única oportunidad para cambiar el rumbo de su vida, para ser vista no solo como la hija del general, sino como una verdadera combatiente.

El suero funcionó más allá de sus expectativas. Crystal ganó una fuerza sobrehumana, una agilidad y unos reflejos que la transformaron en una máquina de combate imparable. A pesar de los resultados exitosos, Crystal hizo que Howard le prometiera que guardaría el secreto sobre el suero, compartiéndolo solo con Steve Rogers, quien ya estaba al tanto de su situación.