OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

02.

Capitulo 02

|B R O K E N H E A R T S|

Días después de su regreso triunfal del cuartel de Hydra, el campamento estaba en un estado de relativa calma. El aire estaba cargado de un leve aroma a tierra mojada, una mezcla de victorias recientes y nuevas esperanzas. Chester se había levantado de su silla, sus pasos resonando en el suelo mientras se dirigía hacia la salida de la sala de reuniones. Steve, Peggy y Crystal lo seguían con una mezcla de curiosidad y expectación, sus pasos sincronizados en un ritmo que reflejaba la tensión en el aire.

Chester se detuvo en seco al llegar a la puerta, su postura imponente como un pilar de autoridad. Al darse cuenta de que lo seguían, se volvió hacia ellos, su expresión era una mezcla de seriedad y una leve sonrisa que no alcanzaba a ser del todo cálida.

—¿Qué opina, Capitán? —preguntó Chester, su voz era firme pero no exenta de un tono de curiosidad—. ¿Le parece que Blake debería ser su nueva Teniente?

La pregunta flotó en el aire, y Crystal se quedó congelada en el acto, sus ojos se abrieron con sorpresa al escuchar lo que Chester había propuesto. Su mirada buscó la de Steve, sus labios se entreabrieron en una expresión de asombro, pero no pudo encontrar palabras para responder.

Steve, consciente del peso de la pregunta, se volvió hacia Crystal con una mirada que reflejaba tanto orgullo como afecto. Luego se dirigió a Chester con una voz llena de sinceridad. —Creo que es la mejor opción, General. Crystal ha demostrado una valentía y un compromiso que la hacen merecedora de ese puesto. Estoy seguro de que le gustaría esta oportunidad.

Steve miró a Crystal, sus ojos reflejaban una profunda admiración. La rodeó con su brazo en un gesto protector y amistoso. —Ella ha demostrado ser una líder nata en esta misión, y creo que se adaptaría perfectamente a este nuevo desafío.

Crystal, con el corazón acelerado y los ojos brillando con emoción, miró a Chester. —Muchas gracias, General —dijo con una sonrisa genuina, sus palabras cargadas de gratitud. Su voz temblaba ligeramente, entre el alivio de la aceptación y la alegría por la oportunidad que se le ofrecía.

(...)

En el bar, el ambiente estaba animado por risas y conversaciones. Los soldados se relajaban después de las intensas semanas de misión, compartiendo bebidas y anécdotas mientras Steve, con una sonrisa decidida, trataba de reclutar a algunos de ellos para su nuevo equipo.

—Yo seré el Capitán y Crystal mi Teniente —dijo Steve, levantando su vaso en un brindis informal—. ¿Qué opinan? ¿Se unen a la batalla?

Un soldado de mirada vivaz, llamado Emmet, levantó su vaso con entusiasmo. —Si está la señorita Blake en el equipo, ¿cómo podría decir que no? ¡Yo estoy dentro! —rió, mirando a los demás con un aire bromista.

Otro soldado, con un toque de picardía en la voz, bromeó. —Ten cuidado, Emmet. La señorita Blake ya tiene dueño, y no es uno de nosotros.

Steve rió nerviosamente, tratando de despejar el malentendido. —Oh no, no, no. Ella es mi mejor amiga. Crystal está con Bucky, el chico que está allá esperando.

Los soldados miraron hacia la esquina del bar, donde Bucky, sentado solo, observaba la puerta con una mezcla de paciencia y expectación. Algunos intercambiaron miradas, sus prejuicios hacia él claramente visibles.

—El Sargento Barnes, ¿eh? —dijo el mayor de todos en la mesa, su tono un poco desdeñoso—. Parece que el niño tiene suerte.

Steve dio una última sonrisa a los soldados, agradeciendo sus votos de confianza con un gesto amistoso. Luego, levantó su vaso en un brindis final antes de dejar la mesa. La camaradería en el aire era palpable mientras se dirigía hacia donde Bucky esperaba en una esquina del bar, una ligera expresión de esperanza en su rostro.