OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

16.

Capítulo dieciséis

|S P I D E R M A N|

El silencio en el aeropuerto se rompió por el ruido de pasos apresurados. Tony, Rhodes, y el Hombre Araña llegaron al lugar, seguidos de cerca por un aire cargado de tensión. Natasha se acercó a Crystal con una sonrisa que parecía más una mueca.

- Crystal, ¿en serio van a resolver esto a golpes? - le preguntó, su tono reflejando una mezcla de tristeza y resignación. Luego, su mirada se dirigió a Steve, buscando una explicación.

Steve, con la mirada fija en Tony, se mantuvo firme. - No es como si hubiera muchas opciones, Natasha. Tony fue quien nos empujó a esto.

Tony alzó la voz, frustrado. - ¡¿Nos separas a todos ahora?! ¡Es lo que estás haciendo, Crystal!

Crystal lo miró con frialdad, sus palabras saliendo con una determinación gélida. - Lo hiciste tú al firmar el acuerdo. Tienes menos de 24 horas para arreglar esto, ¿cierto? Mejor concédele a tu ego lo que vino a buscar.

Tony apretó los dientes, su paciencia al límite. - ¡Estás cruzando una línea! Entregarás a tu "novio el homicida" y vendrás con nosotros, o te enfrentarás a las fuerzas especiales. No tienes muchas alternativas.

Steve se adelantó, su voz calmada pero firme. - La decisión fue tuya, Tony. Lo que estamos haciendo ahora es inevitable.

Tony, furioso, levantó su mano para señalar a Sam, quien se encontraba a una distancia prudente, observando la situación. - Sam, ¿dónde está la nave que encontramos?

Sam, con una expresión de calma bajo la presión, respondió. - Ya está lista para partir, Tony. Si vas a cumplir con tu parte del trato, es hora de actuar.

Crystal, sin perder tiempo, levantó los brazos y concentró su energía en la tarea que tenía por delante. La flecha de Clint, lanzada con precisión, rompió la telaraña que mantenía a Crystal atada, dejándola libre.

Clint, con un gesto de asentimiento hacia Crystal, se unió a Natasha. - No es el momento para debates, Tony. Hay cosas más importantes en juego aquí.

Tony, al notar la acción de Clint, se volvió hacia Rhodes, su frustración palpable. - Vamos, Rhodes. ¡Asegurémonos de que todos estén en el camino!

Mientras Stark y Rhodes se dirigían hacia Wanda y Clint, Steve tomó la iniciativa. - Ahora que estamos en movimiento, hay algo que debemos hacer. No podemos permitir que todo esto termine en una simple confrontación.

Crystal, respirando con dificultad pero con un brillo de determinación en sus ojos, miró a Steve. - Haz lo que tengas que hacer, Steve. Todos sabemos lo que está en juego.

En ese momento, la atmósfera se llenó de una sensación de urgencia, mientras los grupos se dividían y se preparaban para los próximos pasos en su enfrentamiento inevitable. La guerra estaba a punto de estallar, y cada uno de ellos estaba a punto de hacer frente a las consecuencias de sus decisiones.

Tony se giró hacia el grupo con una expresión de desafío. - Si piensan que pueden resolver esto de manera pacífica, están equivocados. La guerra comienza ahora.

Steve, con el escudo en una mano y la mirada fija en Tony, asintió con gravedad. - Así parece.

Con esa declaración, el conflicto que había estado gestándose durante tanto tiempo finalmente se desató, con cada uno de los personajes preparados para enfrentar lo que vendría.

Spider-Man se deslizó por el costado del edificio, su traje rojo y azul brillando bajo las luces del aeropuerto. Crystal lo siguió de cerca, sus pasos rápidos y decididos resonando en el suelo de concreto. Mientras se aproximaban al piso donde Sam y Bucky estaban luchando, la batalla entre los dos héroes estaba en pleno apogeo.