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Capítulo veintinueve

|B E L I E V E|

Bucky vio salir de su departamento a Crystal, o mejor dicho, a Emily Jones, como se había presentado durante los últimos años. A pesar de haber pasado casi dos años en un sueño forzado por el hielo, la visión de ella le hizo sentir una mezcla de nostalgia y desesperación. Su corazón latía con fuerza, como si cada pulso recordara los momentos compartidos en el pasado.

El se sentía renovado, pero solo. Tenia un nuevo corte, nuevo brazo, pero una futura vida de soledad. Sabia que había pasado mucho tiempo, y no estaba en busca de Crystal para reconquistarla, aunque en el fondo esa idea lo llenaba de emoción, la realidad es que solo quería cerrar una etapa.

Crystal había cambiado. Su cabello, antes largo y pelirrojo, ahora estaba corto y negro, una imagen que Bucky había visto solo en sus recuerdos borrosos. La veía caminar con una elegancia tranquila, pero también con una sombra de tristeza en su andar. Cada paso que daba parecía llevarla más lejos de él, de lo que una vez fueron.

Bucky se quedó parado unos momentos, observándola desde la esquina de la calle, sintiendo cómo su respiración se agitaba por el peso de la emoción. El dolor de haber perdido tanto tiempo sin poder estar a su lado era tangible, y sus manos temblaban ligeramente al intentar retenerse del impulso de acercarse a ella. La imagen de Crystal, vestida con ropa sencilla pero elegante, con sus ojos mirando al suelo como si intentara esconder un dolor invisible, lo atrajo hacia ella con una fuerza implacable.

Decidió seguirla. Aunque sabía que no era la mejor idea, la desesperación por ver su rostro una vez más, por asegurarse de que ella estaba bien, le nublaba el juicio. Caminó detrás de ella a una distancia prudente, observando cómo se movía por las calles de la ciudad, sin perderla de vista.

La siguió durante un par de cuadras, notando cada pequeño detalle de su comportamiento. Crystal parecía inmersa en sus pensamientos, y a pesar de la multitud que la rodeaba, parecía aislada en su propia burbuja de dolor. Bucky podía ver cómo sus pasos se volvían más erráticos, y un dolor evidente en su expresión le hacía sentir una opresión en el pecho.

Al llegar a un callejón solitario, Crystal se detuvo, como si el dolor en su cabeza hubiera alcanzado un nuevo nivel de intensidad. Bucky, con el corazón en la garganta, se acercó con cautela. La imagen de la mujer que amaba se rompía a pedazos delante de sus ojos, y la veía retorcerse en su propio tormento.

- Crystal... La voz de Bucky era suave, un susurro que apenas rompía el silencio del callejón. Pero no tuvo respuesta. Crystal, envuelta en su propio sufrimiento, no escuchó su llamado. Se giró lentamente, como si la realidad le pesara demasiado para soportarla, y comenzó a caminar en dirección contraria, un movimiento lleno de desesperación y confusión.

Bucky observó cómo su figura se desvanecía, su mente luchando con la urgencia de alcanzarla. Sabía que no podía dejarla escapar, que esta era su única oportunidad para intentar enmendar lo que el destino les había arrebatado. Aceleró el paso y la siguió, decidido a descubrir qué le estaba pasando a la mujer que había amado, a la mujer que había dejado un vacío en su vida durante todo este tiempo.

(...)

Bucky la vio frenar unos metros antes de un taller aparentemente abandonado. La curiosidad y la preocupación se arremolinaban en su mente mientras observaba cómo Crystal desplegaba una pantalla holográfica desde su brazo. La visión de esta tecnología le recordaba los días en los que trabajaban juntos, luchando contra enemigos comunes. Crystal desapareció dentro del taller, dejando a Bucky con la decisión de seguirla o quedarse atrás. Sin dudarlo, se acercó con cautela y se infiltró en el lugar.

Dentro del taller, Bucky se movió con sigilo, aprovechando cada sombra y rincón para ocultarse. Al llegar a una sala más grande, vio a Crystal recibiendo información de un hombre mayor y de un joven que parecía tratarla con un cariño casi familiar. Bucky no reconoció a ninguno de ellos, pero la escena le resultó inquietante. ¿Qué estaba haciendo Crystal con esa gente? ¿Por qué parecía estar trabajando para ellos?

Decidió mantenerse oculto mientras escuchaba la conversación. Las palabras eran difíciles de entender desde su posición, pero la tensión en el aire era palpable. Después de unos minutos, Crystal salió del lugar, y Bucky la siguió una vez más, decidido a descubrir qué estaba pasando.

A medida que avanzaban, Bucky observó cómo Crystal volvía a utilizar su pantalla holográfica. Algo en su comportamiento era diferente, casi robótico. De repente, se desvió hacia una tienda de tecnología. Bucky la vio entrar y, con una eficiencia alarmante, comenzar a robar equipo de alta gama. Antes de que pudiera reaccionar, Crystal eliminó a un empleado que intentó detenerla, sin mostrar ningún remordimiento.

El horror y la confusión se apoderaron de Bucky. No podía creer lo que estaba viendo. Sin embargo, sabía que debía intervenir antes de que más personas resultaran heridas. Entró en la tienda, decidido a detenerla.

- ¡Crystal! -gritó, esperando que su voz rompiera el trance en el que parecía estar sumida.

Ella se giró, sus ojos vacíos, sin rastro de reconocimiento. La pelea fue rápida y brutal. Crystal, con la agilidad y precisión de una asesina entrenada, le ganó la ventaja. Bucky, sorprendido por la intensidad de su ataque, cayó al suelo, incapaz de detenerla.

Mientras él intentaba recuperarse, vio cómo Crystal daba paso a varios encapuchados que saquearon la tienda en cuestión de minutos. Los criminales trabajaban con una eficiencia aterradora, coordinados como si fueran una unidad militar.

Cuando terminaron, Crystal salió caminando como si nada hubiera sucedido, dejando a Bucky herido tanto física como emocionalmente. Se levantó con dificultad, observando el caos dejado atrás. Su mente estaba en un torbellino de emociones: preocupación, ira, desesperación. La mujer que amaba estaba atrapada en una oscuridad que no podía comprender, y él estaba determinado a salvarla, sin importar el costo.

(...)

Crystal despertó con una sensación de pesadez en todo su cuerpo. Cada músculo protestaba mientras intentaba moverse, y su cabeza seguía dando vueltas, sumida en un dolor constante y punzante. Se obligó a levantarse, recordando vagamente haber escuchado a Roger en la sala. Quizás él podría ayudarla a entender lo que estaba pasando.

Sus pasos eran lentos y adoloridos, cada movimiento era un esfuerzo titánico. Cruzó el pasillo, buscando algo, cualquier cosa, que pudiera aliviar su sufrimiento. Pero al llegar a la sala, lo que vio la dejó paralizada.

Allí, de pie, con una expresión mezcla de preocupación y alivio, estaba una figura que nunca habría imaginado ver de nuevo.

- ¿James? -su voz era apenas un susurro, incrédula, mientras miraba a Bucky, quien estaba frente a ella, como una aparición de un pasado que creía perdido.

OMEGA | B. Barnes | S. Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora