Capítulo veintisiete
|A T O N E M E N T|
Crystal despertó al día siguiente con un dolor de cabeza punzante. Se sentó lentamente en la cama, sintiéndose desorientada. Miró su muñeca, donde la muñequera de S.H.I.E.L.D. seguía sujeta, recordándole su pasado que parecía tan distante. Notó una llamada perdida de Shuri, pero decidió ignorarla. Fuera lo que fuera, ya no había espacio en su vida para más complicaciones.
Se levantó de la cama, tambaleándose ligeramente, y se dirigió al baño. Miró su reflejo en el espejo, intentando recordar algo de la noche anterior. Todo era un vacío. Solo sentía un agotamiento extremo y ese dolor persistente en su cabeza.
Al salir del baño, su teléfono sonó de nuevo. Era Peter. Dudó un momento antes de responder, intentando componer su voz.
-Hola, Peter.
-¡Crys! Menos mal que contestas. ¿Estás bien? -preguntó Peter con evidente preocupación.
-Sí, sí, estoy bien. Solo... un poco cansada. ¿Qué pasa?
-Anoche hubo un gran robo en un convoy de Industrias Stark que iba hacia Washington. Se llevaron armas y equipos muy valiosos. Estaba pensando si podrías revisar las cámaras de seguridad, pero...
Crystal sintió un escalofrío recorrer su espalda. No recordaba nada de la noche anterior, pero algo en sus entrañas le decía que no quería saber lo que había hecho.
-Peter, no sé si podré ayudar esta vez. Mi cabeza está... es difícil de explicar, pero me siento muy mal.
-Lo entiendo, Crys. Solo... cuídate, ¿sí?
-Lo haré. Gracias, Peter.
Crystal colgó y se dejó caer en el sofá, cerrando los ojos y apoyando la cabeza en sus manos. Algo terrible estaba ocurriendo y sentía que era parte de ello.
(...)
Durante los siguientes días, las lagunas continuaron. Cada vez que recuperaba la conciencia, sentía una creciente desesperación. Despertaba en diferentes lugares, con heridas y contusiones que no podía explicar. Intentaba llevar su vida de manera normal, pero el miedo y la incertidumbre se estaban apoderando de ella.
Una mañana, después de una noche particularmente inquietante, se encontró en un callejón oscuro. El dolor en su cabeza era más intenso que nunca. Se apoyó contra la pared, sintiendo que estaba al borde de la locura. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué no podía recordar nada?
El teléfono vibró en su bolsillo y lo sacó con manos temblorosas. Un mensaje de Roger decía: "Te extraño. Espero verte pronto." Crystal miró el mensaje, sintiéndose aún más perdida. ¿Podría él ser parte de esto? ¿O era simplemente otro peón en este juego cruel?
Decidió que debía enfrentarse a la verdad, sin importar lo dolorosa que fuera. Se levantó lentamente, con el peso de sus miedos y dudas en cada paso que daba. Crystal sabía que no podía seguir así.
(...)
Crystal estaba sentada en el sofá, masajeándose las sienes con las manos temblorosas. El dolor de cabeza había vuelto con una venganza y la desesperación comenzaba a apoderarse de ella. Roger entró en la habitación, sosteniendo un vaso de agua y una pastilla.
-Toma, cariño. Esto te ayudará con el dolor -dijo, ofreciéndole el vaso y la pastilla con una sonrisa tranquilizadora.
Crystal lo miró, intentando descifrar si había algo más detrás de su gesto. La duda se instalaba en su mente. ¿Era realmente solo un dolor de cabeza o había algo más oscuro en juego?
-Gracias... -respondió, tomando el vaso y la pastilla.
Roger se sentó a su lado, acariciándole el cabello con ternura.
-¿Estás bien? Pareces muy cansada últimamente. Tal vez deberías descansar más.
Crystal asintió, pero su mente estaba en otra parte. Decidió que necesitaba más información, algo concreto para confirmar sus sospechas.
-Sí, tal vez tienes razón. Solo han sido días complicados.
-Lo sé. Si hay algo que pueda hacer para ayudarte, solo dímelo - Su voz llena de preocupación aparente.
Crystal lo miró a los ojos, buscando alguna señal, alguna chispa de verdad oculta. Pero su mirada era impenetrable, calmada y cariñosa.
-A veces me pregunto si estos dolores de cabeza tienen que ver con algo más. No sé, he tenido algunas lagunas mentales últimamente y no puedo recordar ciertas cosas -dijo ella, probando su reacción.
Roger frunció el ceño, pareciendo genuinamente preocupado.
-Eso suena serio. Deberíamos llevarte a un médico.
Crystal se mordió el labio, sintiendo que la desconfianza crecía en su interior. Decidió arriesgarse un poco más.
-Sí, tal vez debería. Pero también he notado que siempre pareces tener una pastilla lista para mí cuando me duele la cabeza. ¿Cómo sabías que me dolía hoy?
Este se encogió de hombros, sonriendo suavemente.
-Te vi tocándote las sienes y pensé que tal vez te dolía. Solo quería ayudarte.
Ella asintió, pero no pudo evitar sentir una sombra de duda. Tal vez era solo su paranoia, el miedo de no saber qué le estaba pasando. O tal vez, Roger realmente tenía algo que ver con sus dolores y las lagunas mentales.
-Gracias. De verdad aprecio todo lo que haces por mí -dijo, obligándose a sonreír.
Le devolvió la sonrisa, inclinándose para besarla en la frente.
-Siempre estaré aquí para ti, Emily.
Mientras Roger se levantaba y se alejaba, Crystal miró el vaso de agua vacío en su mano. Sabía que necesitaba estar alerta, prestar atención a cada detalle. No podía permitirse confiar ciegamente, no cuando su propia mente y cuerpo la estaban traicionando.
La semilla de la desconfianza había sido plantada, y Crystal estaba decidida a descubrir la verdad, sin importar lo que eso significara.
(...)
Crystal decidió esperar a tener otro de esos momentos. No se le había ocurrido hasta ahora grabar lo que sucedía. Después de todo, su chip funcionaba como una computadora, sus ojos podían grabar y guardar archivos como un recuerdo. Tal vez eso sería la respuesta para saber qué pasaba.
Esa noche, mientras Roger dormía a su lado, Crystal activó la función de grabación en su chip. Sentía una mezcla de ansiedad y esperanza mientras se preparaba para lo que pudiera suceder. Sabía que tarde o temprano volvería a tener una de esas lagunas mentales, y esta vez estaría preparada para descubrir la verdad.
Horas después, como si estuviera respondiendo a una llamada interna, Crystal sintió el dolor familiar y se desmayó. Sin embargo, su cuerpo se movió con precisión y propósito, siguiendo las órdenes que le eran dictadas sin que ella fuera consciente de ello.
Al regresar a casa, sintió el habitual vacío y confusión. Se apresuró a revisar las grabaciones almacenadas en su chip, esperando encontrar alguna pista de lo que había sucedido durante su estado inconsciente. Pero, para su desesperación, no había nada. La grabación estaba en blanco, como si nunca hubiera activado la función.
¿Cómo era posible? Las ideas iban y venían, cada una más aterradora que la anterior. No entendía, estaba más perdida que antes. La única certeza que tenía ahora era que alguien más tenía control sobre su propia mente. Alguien tenía el control absoluto de lo único que la mantenía viva: su chip.
Crystal se dejó caer en la cama, mirando al techo con una sensación de impotencia que no había sentido en mucho tiempo. Necesitaba ayuda, pero no sabía en quién confiar. Roger estaba fuera de la lista; ya no podía ignorar la creciente sospecha de que él tenía algo que ver con esto.
ESTÁS LEYENDO
OMEGA | B. Barnes | S. Rogers
Fanfiction❝ A pesar de la sangre que ha derramado y del dolor que le ha causado; ella lo amaba, lo seguiría haciendo durante toda su vida ❞ [Winter Soldier x OC] [Captain America x OC]