OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

06.

Capítulo seis

| W I N T E R  S O L D I E R  |

El lugar se llenó rápidamente de vehículos armados, y de ellos emergieron hombres dispuestos a dar su vida para detener a Steve y Crystal. Entre ellos, destacaba el Soldado del Invierno, quien ya había tenido varios enfrentamientos con ellos, pero ninguno tan feroz como este.

— ¡Steve, tu escudo! —gritó Crystal.

Steve lanzó un golpe que el Soldado del Invierno esquivó con agilidad, y rápidamente deslizó su escudo hacia Crystal. Ella lo tomó justo a tiempo para bloquear un golpe y lo extendió hacia adelante, impactando el rostro de su enemigo. El Soldado respondió con un golpe tan fuerte que Steve fue lanzado varios metros lejos de ellos.

Crystal esquivó otro golpe y se agachó, haciendo que el Soldado perdiera el equilibrio y cayera. Aprovechó la oportunidad para treparse sobre él y golpear su rostro repetidamente. Sin embargo, el Soldado logró darle la vuelta, tomando ventaja. No duró mucho, ya que Steve, recuperado, lo agarró por el abrigo y lo lanzó lejos de Crystal.

— ¿Estás bien? —preguntó Steve, tomándola por los hombros y asegurándose de que se quedara detrás de él.

El Soldado se levantó de la caída, y en ese momento se escuchó el sonido de su máscara cayendo al suelo. Se volvió hacia sus enemigos, con el rostro descubierto y una expresión de confusión.

Steve frunció el ceño, sorprendido y confuso.

— ¿Bucky? —preguntó, incrédulo.

— ¿Quién diablos es Bucky? —respondió el Soldado, avanzando para atacar de nuevo.

Antes de que pudiera llegar a ellos, Natasha lo interceptó, lanzándole un pequeño misil que, aunque inofensivo en apariencia, lo lanzó lejos, creando una breve pero crucial ventana de tiempo para que Steve y Crystal se reagruparan.

— Tenemos que retirarnos, ahora —dijo Natasha, su voz firme.

Crystal, todavía procesando la revelación, asintió y se preparó para moverse. Steve, aún mirando a Bucky con incredulidad, finalmente se volvió hacia Natasha y Crystal, su rostro marcado por la mezcla de alivio y preocupación.

— Vamos —dijo, liderando el camino mientras se retiraban del lugar, sabiendo que la batalla apenas comenzaba y que ahora, más que nunca, necesitaban respuestas.

Crystal dejó que los agentes de "Hydra" encadenaran sus muñecas sin ofrecer resistencia. Miró a su alrededor y sintió una ola de impotencia que la debilitó. El rostro del Soldado del Invierno, un rostro que conocía tan bien, la hacía sentirse inofensiva e inútil. Su mente era un torbellino de confusión y miedo.

Subió a la camioneta junto a sus amigos, resignada a ser llevada a las instalaciones de la nueva Hydra. El ambiente dentro del vehículo era tenso. Steve intentaba encontrar sentido a la situación, murmurando hipótesis y teorías sobre cómo Bucky podía estar vivo. Ninguna de ellas tenía sentido.

Crystal se mantuvo en silencio, su mirada fija en un punto indeterminado. No sabía qué decir, qué hacer ni en qué pensar. La presencia de Bucky, tan vivo y a la vez tan cambiado, era un golpe devastador.

El peso de los recuerdos la aplastaba. Cada momento compartido con Bucky, cada risa y cada promesa, le recordaban su fracaso. Se dio cuenta de que no lo sabía todo, que no podía con todos. Si lo hubiera sabido, si hubiera sido más fuerte, podría haber evitado esta situación.

La camioneta avanzaba y con cada kilómetro, la sensación de desesperanza crecía. Crystal se sentía atrapada no solo por las cadenas físicas, sino por las invisibles de su propia culpa y dolor. La imagen de Bucky, ahora un enemigo, se clavaba en su mente, recordándole lo que había perdido y lo que aún tenía que enfrentar.