12.

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Capítulo doce

|R I V E R|

Crys no se arrepentía de haber ayudado a Steve a encontrar a Bucky, pero deseaba no tener que acompañarlo en esa búsqueda. Ver a Bucky nuevamente era algo que prefería evitar. Sin embargo, proporcionarle la dirección a Steve era su manera de ayudar sin estar presente físicamente.

Cuando el Capitán América llegó al edificio en ruinas, la atmósfera era opresiva y desoladora. Las paredes grises y desconchadas parecían guardar secretos oscuros, y cada paso resonaba en el silencio pesado del lugar. Steve, con el ceño fruncido, avanzaba cautelosamente, recorriendo cada rincón con una mezcla de esperanza y preocupación.

En un rincón polvoriento, encontró un pequeño cuaderno. Lo tomó con cuidado, sus manos firmes pero temblorosas. Al abrirlo, sus ojos recorrieron las páginas llenas de palabras desordenadas y fragmentos de pensamientos. De repente, una fotografía cayó al suelo. Steve la recogió, su corazón saltando un latido al reconocer a la joven en la imagen. Era Crystal, con apenas 18 años, su rostro lleno de juventud y esperanza.

Steve se detuvo un momento, contemplando la foto con nostalgia. Los recuerdos de tiempos más simples y felices inundaron su mente, y una oleada de emociones lo envolvió. ¿Cómo Bucky había conseguido esa foto? ¿Qué significaba para él?

Dejó el cuaderno y la foto con cuidado en su lugar original, y giró lentamente al escuchar el crujido de la puerta detrás de él. Bucky estaba allí, su figura imponente y su mirada fija en Steve. Los dos hombres se enfrentaron en un silencio tenso, el aire cargado de expectación y recuerdos dolorosos.

— ¿Me conoces? — preguntó Steve, su voz llena de esperanza y una pizca de desesperación.

Bucky lo miró fijamente, su expresión dura y sus ojos llenos de una lucha interna. Quería negar la conexión, quería mantenerse en la frialdad que le proporcionaba la ignorancia. Pero en el fondo, sabía que no podía escapar de la verdad.

— Eres Steve... leí sobre ti. — respondió, su voz carente de emoción, pero sus ojos traicionaban una chispa de reconocimiento.

— ¿Conoces a Crystal? — preguntó, su voz cargada de una urgencia contenida.

Bucky miró alrededor, como buscando una salida, pero el nombre evocaba una cascada de recuerdos fragmentados. Suspiró pesadamente.

— Teniente en el '44. — respondió con voz vacilante.

Steve frunció el ceño, notando la evasión en la respuesta.

— No dices la verdad. Tú la conoces... sabes que era tu novia y sabes que yo era tu amigo.

Bucky negó, pero sus ojos no podían ocultar el torbellino de emociones que lo azotaba.

Steve sintió el peso de la situación aumentar cuando escuchó la voz de Sam por el auricular, contando los segundos que faltaban para que los encontraran. El tiempo se agotaba, y Steve sabía que no podían permitirse perder esta oportunidad. La tensión en su voz era palpable cuando gritó:

— ¡Tú nos dejaste junto al río! ¿Por qué?

Bucky desvió la mirada, su voz apenas un susurro. — No lo sé...

Steve avanzó un paso más, su determinación inquebrantable. — ¡Sí lo sabes, Bucky!

La presión en la habitación era casi tangible. Justo cuando Bucky iba a admitir lo que realmente sabía, la puerta se abrió de golpe y varios hombres armados entraron al lugar, apuntando directamente al Soldado del Invierno.

OMEGA | B. Barnes | S. Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora