OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

40.

Capítulo cuarenta

| L O S T |

Han pasado cinco años desde que el universo sufrió su mayor pérdida. La base de los Vengadores, aunque sigue en pie, parece estar inmersa en una calma opresiva, llena de ecos del pasado y promesas rotas. Natasha Romanoff está sola en una de las salas principales de la base, rodeada de papeles desordenados y monitores que parpadean con información incompleta. La soledad de la sala contrasta con el peso de los años que han pasado.

Natasha está en medio de una videollamada con Rhodey, cuya imagen aparece en la pantalla. La conversación está llena de frustración contenida.

- ¿Alguna novedad sobre Clint? -pregunta, su voz cargada de cansancio.

- Lo siento, Nat. Todavía no he conseguido dar con él. Se ha vuelto más escurridizo desde que comenzó a ir tras todos los carteles que quedan. Es como si se hubiera desvanecido en el aire.

Natasha aprieta los labios, asintiendo lentamente aunque Rhodey no puede verlo.

- Gracias, Rhodey. Si oyes algo, avísame de inmediato.

- Lo haré. Cuídate, Natasha. - Rhodey se despide y la llamada termina.

Un silencio sepulcral llena la sala mientras Natasha apaga el monitor. Se deja caer en una silla, sus dedos frotando sus ojos cansados. Las lágrimas que había estado conteniendo comienzan a deslizarse por sus mejillas. La ausencia de Clint, junto con el peso del pasado, la agobia más de lo que estaba dispuesta a admitir.

De repente, el sonido de la puerta abriéndose la saca de sus pensamientos. Steve Rogers aparece en el umbral. Su mirada, al ver a Natasha en ese estado, refleja una tristeza compartida.

- Nat... -dice Steve con una voz suave, que apenas logra atravesar el peso de los años. - ¿Estás bien?

Se limpia rápidamente las lágrimas, intentando recuperar su compostura. Sin embargo, la tristeza en sus ojos no puede ocultarse.

- Estoy... sobreviviendo -responde, con un tono de voz que revela más de lo que intenta ocultar.

Steve se acerca y se sienta frente a ella, el silencio entre ellos es denso, cargado de recuerdos y pérdidas.

- Sabes, siempre me dicen que tengo que ser fuerte, que tengo que enseñar a los demás a seguir adelante. Pero a veces me pregunto si yo mismo puedo hacer eso -dice Steve, mirando al suelo, su voz llena de una vulnerabilidad que rara vez muestra.

Natasha lo observa, comprendiendo que las palabras de Steve van más allá de la simple conversación. Ella también siente el peso de las pérdidas que ambos llevan consigo.

- ¿Te preocupa algo en particular? -preguntó, aunque sabe que la respuesta puede ser más profunda de lo que parece.

Steve suspira, su mente viajando a los recuerdos de un tiempo más feliz.

- Vivir con el recuerdo constante de Bucky y esa necesidad de buscar a Crystal, de saber si está bien. Es como una sombra que nunca se va.

Natasha asiente, sintiendo un dolor familiar en sus palabras. Ella también ha buscado respuestas en un mundo que parece haberse olvidado de ellos.

- Estoy buscando a Clint -dice finalmente, con una mezcla de resignación y esperanza-. Pero sé que él también está perdido en su propia lucha. Al igual que Crystal, probablemente no quiera ser encontrado.

Steve se encoge ligeramente, sintiendo el peso de las palabras de Natasha. Su propio dolor se refleja en el de ella, una conexión forjada a través de las pérdidas compartidas.