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Etapa 6 [Endgame]

Capítulo treinta y nueve.

| P E A C E |

Steve se miraba en el espejo, la espuma cubriendo su rostro mientras la navaja deslizaba suavemente, revelando la piel limpia y afeitada. El ritual era mecánico, un intento de mantener la normalidad en un mundo destrozado.

De repente, un temblor sacudió la base de los Vengadores, haciendo vibrar las paredes y el suelo. Steve detuvo el movimiento de la navaja, su cuerpo automáticamente en alerta. Se limpió rápidamente y salió al exterior, buscando la fuente del temblor.

Lo que vio lo dejó sin palabras. Una nave estaba siendo arrastrada por una mujer envuelta en un aura de luz brillante, como si fuera una extensión de su poder. La nave descendía lentamente, y mientras se acercaba, Steve reconoció la figura en su interior. Era Tony Stark.

(...)

En la pantalla frente a ellos, se desplegaban los nombres y rostros de las personas que estaban desaparecidas. Tony miraba con detenimiento, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y enojo.

Steve empezó a acercarse a Tony, con cautela.

-Tony, no estamos solos en esto.

-Es mi culpa -respondió Tony, su voz apenas un susurro.

-No...

-Es mi culpa, Steve -repitió, más fuerte esta vez.

-No, Tony.

-Dije que perderíamos. Dijiste, "Haremos eso juntos también." ¿Adivina qué, Cap? Perdimos. Y tú no estabas allí.

Steve permaneció en silencio, incapaz de responder. Tony estaba visiblemente temblando, debilitado por su experiencia.

-Y siempre soy el malo. Tendrían que haberme escuchado con los acuerdos, la Tierra estaría protegida... pero no, siempre soy el malo. -Tony se quitó el suero con un gesto brusco y se levantó. -Y a pesar de todo, yo estuve con Crystal. ¿Dónde estabas tú?

Steve, al escuchar su nombre, se acercó con cierta desesperación.
-¿Sabes algo de ella? Tony, dime...

-Ahora sí me contestas. -Negó con la cabeza, debilitado. -Yo, el malo, el egoísta, la ayudé cuando ninguno de ustedes estaba.

Steve sintió una punzada de culpa y dolor, sabiendo que Tony tenía razón en cierto sentido. La imagen de Crystal, su ausencia, y la desesperación por no saber nada de ella lo consumían.

-Tony... lo siento -dijo Steve, su voz quebrada por la emoción.

-¿Y sabes lo que necesito? Necesito... necesito... descansar.

Steve observó impotente mientras Tony se desplomaba, casi inconsciente. Natasha y Rhodes se apresuraron a su lado, ayudándolo a volver a la silla de ruedas. Steve se quedó allí, mirando la pantalla con los nombres de los desaparecidos, sintiendo el peso de cada nombre, de cada rostro, y sobre todo, el peso de Crystal, cuya ausencia lo atormentaba más de lo que quería admitir.

(...)

Aunque Steve estaba devastado por la pelea con Tony y la incertidumbre sobre Crystal, no podía permitirse sentirse mal. Habían encontrado a Thanos, y la misión de recuperar las Gemas del Infinito era lo único que importaba ahora. Cueste lo que cueste, iban a ir tras de él.

Reunidos en la base, los Vengadores se preparaban para la misión. Steve observó a su equipo, sus rostros determinados pero llenos de dolor. Sabía que todos compartían su desesperación, su necesidad de hacer algo, cualquier cosa, para revertir la devastación que Thanos había causado.

OMEGA | B. Barnes | S. Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora