OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

14.

Capítulo catorce

|S O R R Y|

La terraza era un caos de escombros y luces parpadeantes. El frío viento de la noche envolvía a Crystal mientras observaba a Steve y Bucky caer al agua, arrastrados por la fuerza de la caída. Los sonidos del caos en el edificio parecían lejanos, reemplazados por el latido acelerado de su propio corazón. Cada segundo se estiraba, lleno de incertidumbre y decisiones difíciles.

Crystal se quedó paralizada un momento, mirando el agua que ahora cubría las huellas de Steve y Bucky. La escena delante de ella era una mezcla de confusión y dolor. Su lealtad estaba dividida, y lo que antes era un camino claro ahora se había convertido en un laberinto emocional.

- ¿Qué hago ahora? - murmuró para sí misma, sin obtener respuesta del vacío que la rodeaba. La tensión en sus hombros era palpable, y la angustia se reflejaba en sus ojos verdes.

Sabía que debía ayudar a Steve, pero también estaba consciente de que el Soldado del Invierno seguía siendo una amenaza, una parte oscura del hombre que una vez había amado. El conflicto en su interior la atormentaba. Quería seguir a Steve, protegerlo, pero la imagen de Bucky, el Soldado, el hombre que había causado tanto daño, le impedía avanzar.

Tomó una decisión: lo ayudaría a escapar de inmediato, pero después de eso, tendría que enfrentarse a sus propios sentimientos y al enigma de qué hacer con Bucky.

Se apresuró a salir del edificio, un nudo en el estómago que le impedía pensar claramente. Cada paso en el pasillo resonaba con la pesada realidad de la situación. Steve, Bucky, Sam... todos se habían convertido en fugitivos, y ella estaba atrapada en el medio de un conflicto que no deseaba.

En su apuro, Crystal configuró las cámaras de seguridad del cuartel para que solo ella pudiera ver las imágenes, asegurándose de tener un pequeño respiro antes de enfrentarse a Tony. Cuando salió por el elevador, el caos del edificio se convirtió en un eco lejano, reemplazado por el peso de sus decisiones.

Tony apareció de repente, interrumpiendo sus pensamientos con una mezcla de sorpresa y preocupación.

- ¡Crys! Te estaba buscando...

Crystal lo miró, su enojo y frustración apenas contenida. Sabía que el golpe no era la opción más estratégica, pero en ese momento, el simple acto de derribarlo parecía una liberación para ella. Con una mezcla de ira y tristeza, le dio un golpe certero que dejó a Tony inconsciente en el suelo. El sonido sordo del impacto resonó en sus oídos, y un segundo después, se sintió vacía, como si el alivio momentáneo no fuera suficiente para saciar su agitación interna.

Robó un auto, el Gps desconfigurado para evitar ser rastreada, y condujo con determinación hacia el río. La noche fuera del coche era fría y oscura, un reflejo perfecto de su estado emocional. Cada milla recorrida era un recordatorio de la complejidad de sus sentimientos: amor, dolor, traición.

Cuando llegó al lugar de encuentro, observó a Steve y Bucky subiendo al auto. La tensión en el aire era palpable, y Crystal sintió una oleada de sentimientos encontrados al ver a Bucky.

- Hay una fábrica abandonada a no más de seis cuadras. Te dejaré allí, Sam ya está allá. - Su voz estaba firme, pero sus ojos traicionaban una tristeza silenciosa.

- ¿Me dejarás? ¿No vendrás conmigo? - Steve preguntó, su voz cargada de confusión.

Crystal se mordió el labio, intentando ocultar el temblor en sus manos. Miró a Bucky en el asiento trasero, su corazón se apretaba al recordar el pasado, el amor compartido, y cómo todo había cambiado. Finalmente, desvió la vista y dijo con frialdad: